NERVIS NAVA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 185.-
Somos 100% responsables de lo que acontece en nuestras vidas, vivimos en un constante cambio, sabiendo que el tiempo pasa y nunca regresa.
Estamos inmersos en una rutina estresante viendo cómo el tiempo se nos escapa de las manos sin estar plenamente conscientes de ello, y así la vorágine de la vida nos influye irremediablemente, sin embargo, desde el momento que comenzamos a transitar por nuestro crecimiento físico, mental y espiritual, y entramos a la senda de la vida, nos enfrentamos a situaciones, que nos presentan dos alternativas: SI o NO, siempre tomando alguna de las dos alternativas, las evitamos o las permitimos, y es así como decimos que dos más dos es el resultado de las decisiones que vamos tomando; donde la verdadera felicidad reside en valorar el tiempo y emplearlo asertivamente y al máximo.
“El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar”
Theophrastus
Mantener un equilibrio sería lo ideal, claro está que siempre ha sido más fácil, decirlo que hacerlo; porque hay momentos que nuestras emociones nos invaden de tal manera que se colapsa ante ellas y nos arrastran ante las decisiones que se deben tomar, y es el resultado del dos más dos, que nos indica el equilibrio con el cual nos estamos manejando en la vida y de acuerdo a ese equilibrio adquirimos y podemos desenvolvernos en un ambiente más equilibrado en cuanto a relaciones a todos los niveles.
Así como de acuerdo a una ley de física, toda acción tiene una reacción, en nuestra vida, toda decisión igualmente genera una consecuencia, que dependiendo de las circunstancias en las que se haya tomado, nos puede generar descontrol o nos puede proporcionar dominio y equilibrio, en nuestro diario vivir, que representa independencia en nuestros procesos personales, teniendo total control emocional delimitando todas nuestras decisiones.
¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé. Pero si tuviese que explicárselo a alguien no sabría como hacerlo.
San Agustín
Existen las leyes conocidas como Principios Universales, dentro de los cuales se tiene el principio de causalidad, un principio clásico de la filosofía y el cual la ciencia afirma que todo evento tiene una causa y un efecto, lo que nos indica que ciertamente aquello (causa) que generamos sin controlar en nuestras vidas, nos traerá una consecuencia (efecto) y nos enseña a no pensar que existe un ser superior que ante tales hecho o acciones, nos puede infringir un castigo; simplemente debemos aprender a sumar “dos más dos” y observar el resultado, en el que todo es una consecuencia del dominio y control de nuestras emociones; he allí la importancia no de aprender a sumar, sino de tomar conciencia sobre las decisiones y las consecuencias que nos generan; es así como se genera una expresión muy coloquial que dice que es el ser humano, capaz de tropezar dos veces con la misma piedra; al no asumir la responsabilidad de sus decisiones, siendo muy importante el autoanálisis y la reflexión en todas nuestras conductas.
“Lo que se siembra es lo que se cosecha”
Jeremías
Dentro de las enseñanzas espirituales y religiosas también se tiene el mensaje implícito en algunas frases acerca que, de acuerdo a nuestras acciones tenemos las respectivas consecuencias, tal es el caso a lo expresado en “lo que se siembra (acción) es lo que se cosecha –consecuencia-” ;si interpretamos que la cosecha es el acto de recolectar los frutos que se obtienen mediante cultivos; del mismo modo el ser humano irá recolectando de acuerdo a las decisiones que va tomando, lo que es igual a que “dos más dos” siempre va a tener un resultado, y que si hoy sembramos tomates la cosecha no será de uvas; y como también es expresado en otra frase bíblica…quien siembra vientos, recoge tempestades.
“Si quieres conocer el pasado, entonces mira tú presente, que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro, mira tú presente, que es la causa”
Buda
De tal manera entonces que, si cada cual recoge lo que siembra, debemos comenzar a sembrar lo que deseamos cosechar; si se siembra trabajo y esfuerzo, se cosechará éxito; si se siembra Amor, se cosechará felicidad; si se siembra tolerancia se cosecha paciencia; así en definitiva si queremos que algo ocurra, debemos poner empeño en las decisiones y la siembra que hacemos, para alcanzar el resultado que deseamos, actuando de la manera más adecuada, para evitar fracasos y frustraciones.
Dicen que la vida es un eco, lo que enviamos nos viene de regreso, y lo que damos de alguna forma lo obtenemos, y la cosecha siempre será proporcional por la calidad de las semillas, que se transforman y al crecer, se desarrollan, siendo obvio que la cosecha no será el mismo día, no obstante, solo nosotros somos responsables, de lo que hacemos antes y después de la siembra; como podemos ver este es un proceso de tiempo, somos libres de hacer o no hacer, de pensar o no pensar, de actuar o no actuar, de decir o guardar silencio; pero en bien de nuestra evolución no le echemos la culpa de los demás de lo que nos sucede, porque somos libres de nuestros actos, y con ello responsables de las consecuencias. ¡HASTA UNA PRÓXIMA OPORTUNIDAD!
Si, 2 mas 2 es 4 si te mueves en la ‘logica cartesiana’ del 1er Nivel de existencia. Pero si avanzas al 2do Nivel ‘cuantico’ el resultado puede ser muy diferente… ! Y en eso estamos en estos tiempos de grandes cambios…!