FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 180.-
Lo que todos sabemos, y ellos no (quienes mandan a votar)
La narcotiranía de Nicolas Maduro controla al Consejo Nacional Electoral Venezolano, el registro de electores, los circuitos electorales, a los centros y mesas de votación, además, decide cuales partidos políticos participarán, y cuales candidatos.
Han logrado crear una oposición a su medida, por tanto, también controlan el resultado. Además, manipulan al poder judicial y a los jueces, así como también al defensor del pueblo, el fiscal y las FFAA.
Las elecciones son constitucionales, y el voto es un derecho, pero el problema que tenemos a partir del 19 de abril de 2013 es que Nicolas Maduro asumió el poder de forma fraudulenta, violando la constitución y las leyes, por tanto, los actos que emanan desde el ejecutivo, y de los organismos públicos creados a partir de esa fecha, violan la constitución, y las leyes, por tanto, son entes al margen de la ley. El CNE, el TSJ, y la AN Constituyente, son entes creados violando la constitución, por tanto, sus actos no tienen validez con base legal.
Así es reconocido por el Departamento de Estado de los EEUU, por el presidente de la Organización de Estados Americanos, y el presidente del TSJ legal de Venezuela en el exilio, el Dr. Antonio José Marval Jiménez, quien en una entrevista con Napoleón Bravo lo confirmó. Dicha entrevista puede ser vista a través del siguiente enlace: «La oposición que participo en las elecciones el 21N cometieron delito» https://www.youtube.com/watch?v=BxfYhgIMzBg&t=47s
A pesar de eso, la oposición, que dice ser oposición, participa de esos actos fuera de la ley, argumentando que por esa vía ellos podrán sacar a Maduro, y que mediante el voto ganarán espacios. Pero lo que se ve, y se oye, demuestra que no se han dado por enterados de la ilegalidad que están cometiendo.
Tengan fe, les manda a decir el lobo feroz
Esos partidos políticos reconocidos por Maduro como de «oposición» han conformado una asociación llamada “Plataforma Unitaria”, con la finalidad de realizar elecciones primarias en las cuales el pueblo escogerá al candidato de la oposición para las elecciones presidenciales del 2024. Es muy probable que esas primarias lo hagan con el CNE. Quienes apoyan el voto a troche y moche, solo atinan a decirnos: “Tengan fe” (Andrés Caleca es uno de esos).
Esa plataforma unitaria está organizada principalmente por los partidos del G4, (Grupo de los 4): Primero Justicia, Voluntad Popular, Un nuevo Tiempo y Acción Democrática; todos con un rechazo del 78%, según datos de la encuesta más reciente de Meganálisis.
El candidato de la unidad que no es de oposición
Omar Barboza, coordinador de esta plataforma, ha expresado que habrá oportunidades para todos, así que tendremos, posiblemente a los siguientes líderes “opositores” como candidatos: Manuel Rosales, Enrique Capriles, Juan Guaidó, Henrry Falcón, Bernabé Gutiérrez, Claudio Fermín, y Henry Ramos Allup; Estos, por mencionar los más visibles, pero seguramente aparecerán otros. Lo cierto de todo esto, es que, solo figuran los partidos, y líderes de la oposición que quiere el narco régimen.
Estos opositores, que a nada se oponen, están jugando en el terreno de la anarquía, en el terreno de la ilegalidad. Se imaginan que el CNE es transparente porque tienen un representante que no tiene ni voz ni voto. Ellos tienen mucha fe en ese CNE.
El pueblo no los quiere
El régimen narcoterrorista podrá en algún momento, eliminar, prohibir los partidos de oposición, pero jamás podrá eliminar la enorme oposición y rechazo que los ciudadanos dignos sienten por estos pseudo líderes y el comunismo.
El pueblo opositor no necesita de esos partidos ni de esos líderes. Casi un 80% de los ciudadanos venezolanos que están dentro del país los rechaza rotundamente, así como también repudian a Maduro; Tampoco creen en el CNE, y los niveles de abstención constatados hasta la fecha, rondan por encima del 80%.
La abstención como fortaleza
Se requiere un nuevo liderazgo opositor que no sea populista, que promueva el liberalismo y el republicanismo. Un liderazgo en sintonía con los sentimientos de la población. Un liderazgo que se ubique del lado de la dignidad, de la ética, de la constitución y la ley. Un nuevo liderazgo que se diferencie claramente y sin miedo de quienes violan la constitución.
Imposible confiar en un CNE que es ilegal, cuyo directorio fue designado por una AN Constituyente fraudulenta. Con esas condiciones no hay argumento que valga para ir a votar.
La abstención de estos días nos muestra la elevada ética del pueblo opositor; nos está diciendo que siguen latentes los valores de la honestidad, la dignidad y el cumplimiento de la ley. Es una señal muy nítida del grado de conciencia que tiene el pueblo sobre el deber ser.
Esa manifestación del ciudadano honesto, integro, de no participar en esa gran farsa electoral brota espontáneamente desde las bases de la sociedad, no ha sido impuesta por nadie, el pueblo está consciente, lo razona y lo analiza, y no quiere convalidar a un régimen forajido, y mucho menos a unos representantes de oposición que son un fiasco. Los ciudadanos honestos, dignos, éticos, no se identifica con ese comportamiento complaciente y cooperante.
Así que, este fenómeno espontáneo es una gran fortaleza, es una gran oportunidad. Es falso que sea una debilidad, como quieren hacer ver los cómplices de Maduro.
En esta coyuntura se puede levantar un gran movimiento por la ética, y la dignidad, aglutinando a esa inmensa mayoría que, en esta circunstancia, ha decidido no votar. La abstención de hoy es una fuerza, y esa fuerza es la verdadera reserva moral del país, la que no está perdida, y la que puede rescatar al país cuando este lo requiera.
El candidato Outsider
Es posible que, dado el enorme rechazo por estos representantes de la oposición y del mismo Maduro, se resuelva crear un candidato de laboratorio en la recta final, e infiltrarlo como si fuera opositor, igual como hicieron en las presidenciales de Colombia. De esta forma lograrán entusiasmar a los escépticos y a esa gran masa que no creen en la efectividad del voto. Todavía faltan dos años y medio. Falta mucho tiempo, y en ese lapso podrá pasar cualquier cosa, incluso que no haya elecciones. Así que, ojo pelao con todo a aquel que se preste a participar en esta gran farsa electoral.
Ojo con el autoengaño
Para concluir, solo espero que representantes de los gremios profesionales, empresariales, ex petroleros, sindicales, ONG y otros, donde aún queden reservas de dignidad y sindéresis, no opten por apoyar lo que el poder corrupto considera que debe ser, alineándose con el régimen y apartándose del sentir general de la población.
También espero que se hagan conscientes de la grave decisión que pueden estar tomando al creer de buena fe, por omisión o ignorancia- por estar en la fase del autoengaño- que por la vía del voto ilegal y fraudulento se podrá alcanzar el cese de la usurpación.
También espero que tengan la capacidad de hacerse conscientes que son una minoría, que están de espaldas al sentir popular mayoritario, que en lugar de luchar por salir del régimen lo que hacen convalidar y formar parte del sistema.
Defender la legalidad es enarbolar la bandera de la dignidad, honestidad e integridad. Firmes hasta el final.
Tal cual, y ningún candidato plantea la Depuración del REP ni la Legitimidad del CNE, por lo pronto tenemos a una Delsa Solorzano en campaña, abrazando niños y viejitos…,»de todo hay en la viña del señor»