FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO V – N° 240.-
La contabilidad es una disciplina que permite conocer la situación financiera y patrimonial de un individuo, una nación o una organización mercantil, ya sea del ámbito de lo público o de lo privado, expresada en términos monetarios. Sus principios matemáticos son de aceptación universal.
Los pioneros en el uso de esta metodología fueron los banqueros judíos del Medio Oriente. Pronto se trasladó a la Italia renacentista, y el primer libro que recoge este método contable es “El Libro Mayor de Farolfi (1299-1300), de la Giovanno Farolfy & Compañía”, una empresa florentina basada en Nimes, Francia.
Otros dos libros de importancia para la estandarización de la contabilidad en esa época fueron:
“El tratado Della mercatura e del mercante perfetto” (“Sobre la mercancía y el mercader perfecto”) de Benedetto Cotrugli (1416-1469), comerciante y economista italiano, publicado en 1573 por primera vez en Venecia.
“Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalità” (“Revisión de Aritmética, Geometría, Proporciones y Proporcionalidad”) del fraile franciscano Luca Pacioli (c. 1445-1517), el cual apareció en 1494 y pronto se convirtió en un libro de referencia para los comerciantes del momento.
La llegada de la modernidad y del pensamiento capitalista supusieron una necesidad aún mayor de una contabilidad profesional. Por ejemplo, a partir del 1600 el auge de las sociedades por acciones requirió nuevos sistemas de información contable, que llevaron a la división de estos en dos vertientes: la contabilidad para propósitos internos (para administración), y la contabilidad para propósitos externos (con fines financieros).
Pero la contabilidad moderna, tal y como se comprende hoy, es producto de la profesionalización del oficio en el siglo XIX, especialmente en Escocia, donde logró separarse de la abogacía. Así, en 1854, el Instituto de Contadores de Glasgow peticionó a la Reina Victoria para una Carta Real, solicitando la formalización del oficio contable como uno de tradición y respeto, cuyos profesionales pasaron a ser considerados como “Contadores Públicos”.
Poco después surgieron los primeros colegios de contadores públicos en Gales y en Inglaterra, a finales del siglo XIX. Siendo Londres el centro financiero del mundo durante la Revolución Industrial, las consideraciones británicas sobre la contabilidad pasaron pronto a ser norma internacional y a tener eco en otras naciones. En los Estados Unidos, por ejemplo, el primer Instituto Americano de Contadores Públicos fue establecido en 1887.
No obstante, hoy día se considera al fraile franciscano Luca Pacioli (1445 – 1517) como el padre de la contabilidad. Fue un fraile franciscano de origen italiano quien dedicó gran parte de su vida al estudio y enseñanza de las matemáticas. Es reconocido como precursor del cálculo de probabilidades y además por haber formalizado y establecido el sistema de partida doble? que es la base de la contabilidad moderna.
En 1494 publicó su obra más famosa, “Summa de arithmetica, geometría, proportioni et proportionalità”, en la cual se incluía un capítulo dedicado a la contabilidad. Este capítulo fue una auténtica revolución en su época, ya que establecía las bases del método contable de la “partida doble”. Este método es una técnica contable que se basa en registrar todas las transacciones comerciales en dos cuentas: una cuenta que representa el “debe” y otra que representa el “haber”.
Gracias a la obra de Pacioli, la contabilidad se convirtió en una disciplina rigurosa y sistemática, capaz de brindar información precisa y útil a los empresarios y comerciantes. Hoy en día, la contabilidad es una disciplina esencial para el control financiero y administrativo de cualquier negocio.
El principio matemático de la contabilidad se resume en esta fórmula: Activo = Pasivo + Capital (o Patrimonio, o Fondos propios). La suma del valor de las cuentas del activo deberá ser igual a la suma de valor de las cuentas del pasivo más la suma de valor de las cuentas del patrimonio o capital (fondos propios).
La partida doble es un principio y sistema universal. Es la base del sistema contable actual para registrar las operaciones mercantiles que realizan las empresas u personas. Estas son:
- No hay deudor sin acreedor
- Toda pérdida es deudora y toda ganancia es acreedora
- Todo valor que ingresa es deudor y todo valor que sale es acreedor
- La suma que se adeuda a una o varias cuentas ha de ser igual a lo que se abona
- Todo el que recibe debe a la persona que da o entrega
- El saldo representa el valor de la cuenta y se obtiene de la diferencia entre el debe y el haber, pudiendo resultar saldo deudor o acreedor.
La contabilidad ganó importancia cuando en el siglo XIII en la Europa medieval se inició una economía monetaria. De hecho, en esa época se introdujo el método de la partida doble, que registra para cada transacción una entrada en débito (del latín debitare, “deuda”) y otra en crédito (del latín credere, “creer” o “confiar”).
Cabe menciona aquí que la contabilidad solo es posible donde opera un sistema mercantilista y monetario, o mejor conocido como capitalismo. La contabilidad es una herramienta fundamental para conocer el rendimiento del capital.
Si el capital invertido por un empresario produce ganancias, entonces, eso hará posible que esa actividad de producción o comercialización pueda seguir operando. No se puede mantener en operación una actividad, que, en lugar de crear valor, esté destruyendo el capital.
En un sistema económico comunista, donde no es posible la propiedad privada, ni donde la obtención de ganancias es criminalizada, es imposible la aplicación de esta magnífica herramienta, clave para la toma de decisiones en un entorno de crecimiento y prosperidad.
Freddy Riera
Economista venezolano en el exilio. Consultor e instructor en logística de abastecimiento y cadena de suministros. Editor de El Candil
Los paises comunistas no llevan cuenta de ningun tipo y si las llevan son todas alteradas y falsas. Y muchos paises donde los politicos siguen gastando mas de lo que les ingresa a sus arcas. Luego para cuadrar los numeros de las finanzas imprimen mas dinero y crean inflacion generalizada de todos
los bienes, empobreciendo la poblacion cada vez mas. Paises ejemplos los hay por monton y como uno de los mejoeres ejemplos son todos los paises » llamados » desarrollados donde tenemos politicos corruptos.