Al filo de la navaja – Nervis Nava

“Hay verdades que deben callarse,
si queremos convivir”
Jünper

Evasión.

Tenemos la tendencia a querer escapar de los problemas, de las situaciones incómodas y de todo aquello que nos perturbe, y mientras tomemos el camino del escapismo, “eso” de lo que escapamos continúa allí y seguirá bajo otro aspecto en cada recodo del camino.

Este es un tema altamente interesante, y con múltiples aspectos bajo los que puede ser considerado; sin embargo, para mantener la línea en el enfoque de mis publicaciones, lo haremos en sentido holístico y metafísico, que aun cuando es igual de complejo se puede sintetizar la idea, del mensaje que se quiere enviar.

La comprensión de uno mismo no se encuentra en el retiro de la vida, huyendo de la sociedad a los bosques, o convirtiéndonos en ermitaños, al contrario, es en la relación con nuestro entorno, en la convivencia con nuestros semejantes, donde tenemos un espejo en el cual nos vemos; y si queremos comprendernos y aprender a fluir con los demás, debemos observar todo el espectro y bajo todas las condiciones.

Hay en nosotros un estado constante de negación y afirmación: lo que queremos ser y lo que somos; y ese estado constante de contradicción genera conflicto, no trae paz, y si existe algo en lo que los seres humanos somos expertos, es en “engañarnos a nosotros mismos”, en no querer ver la realidad, no aceptarla y no asumirla; viviendo de espaldas a ella, y contándonos un “cuento” que necesitamos para continuar haciendo lo que nos plazca, sin detenernos a considerar las consecuencias y asumiendo mentiras como que:  Es lo mejor para todos….Es lo correcto….Es mejor así…..no tengo elección; hasta que más tarde o más temprano, la vida misma se encarga de pasar la factura, y brindarnos el momento para corregir los errores; porque la vida siempre nos da la oportunidad de cambiar, de evolucionar, de aprender, de crecer, de desarrollarnos, de florecer, de brillar y ya es nuestra decisión si tomamos o no “esa oportunidad”, porque la vida no se rinde, y nos repite  la lección hasta que sea aprendida y asimilada.

Es así como tenemos que, el cambio es una parte natural de la vida, y mantener una actitud en apariencia absurda de rehuir los problemas, “ocultando” deliberadamente la realidad del entorno, como queriendo con eso que de forma mágica, la realidad y sus problemas se esfumen y no se hagan visibles, podría ser que se materialicen de la peor manera; por eso es preferible no postergar el encuentro con la realidad, no continuar viviendo en una incertidumbre, con “el miedo” como  compañero fiel  y asumir que si hay algo que debemos atender o mejorar se debe hacer de manera responsable y honesta, asumiendo las consecuencias que de ello se deriven, y eso forma parte de la madurez; ya que nada se gana en mantener una actitud  como el avestruz, “ocultando” la cabeza ignorando deliberadamente una realidad, aunque la actitud del avestruz tiene su explicación….pero ese es otro tema.

Existen personas cuyas conductas y hábitos delatan una personalidad que no quiere identificarse con ella misma, que huye hasta de sus propios pensamientos, tal podría ser el caso de aquellas que desde primera hora, desde el momento de abrir los ojos, encienden un radio, un TV, para llevar el pensamiento a otra parte y evadirse a sì mismas; otras podrían ser las que asumen un comportamiento de “ambulancias”, siempre pendientes de recoger cuanta “emergencia” se le presenta a otros en su entorno; también es muy común en “tías” que se apropian de sobrinos, porque no tuvieron sus propios hijos y encuentran una evasión en los sobrinos; en “abuelos” que llegada cierta edad, en vez de proyectarse a realizar un sueño que no hicieron por la crianza de sus hijos, piensan que ya el tiempo pasó, se aferran a “atender” a los nietos, evadiéndose a ellos mismos, justificando con cualquier cantidad de excusas, el permanecer bajo el entorno de los hijos; porque bien cierto es que en la mayoría de los casos, son los padres quienes se aferran a los hijos y no a la inversa.

“He aquí mi secreto, que no puede ser màs simple:
Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial
es invisible a los ojos”
Antoine de Saint-Exupéry

Existe lo que se conoce como “disonancia cognitiva” teoría que fue propuesta por el Psic. León Festinger, para referirse a la incomodidad, tensión o ansiedad que experimentan los individuos cuando sus creencias o actitudes entran en conflicto con lo que hacen; lo cual se genera dado que el ser humano tiene una fuerte necesidad interior de que sus creencias, actitudes y conducta sean coherentes entre sí, y al existir una inconsistencia entre estas, el conflicto conduce a la falta de armonía, y eso es lo que la gente se esfuerza en evitar; y es este “displacer” que puede llevar a un cambio de conducta o a defender sus creencias o actitudes, incluso llegando al “autoengaño”, a vivir en una constante “excitación-ansiedad” para reducir el malestar que producen, llegando hasta el extremo de aceptar la mentira como una verdad; sin embargo, la “disonancia cognitiva” es algo que puede con el tiempo empeorar, de allí la importancia de aprender a conocernos y a identificar bien nuestro entorno para evitar el postergar y eludir una realidad que se debe arreglar como condición necesaria para triunfar y disfrutar plenamente la compañía de quienes conviven con nosotros.

Debemos tomar consciencia de lo que realmente somos, sin miedo para asumir el hecho de ser creaciones únicas y maravillosas; que nuestra vida tiene un patrón de bien, y que todo , cada paso, cada experiencia, es parte de ese patrón de crecimiento y evolución; que somos almas inmortales y eternas, y tomar este viaje con todo el gozo que se puede encontrar y disfrutar en el camino, las desviaciones y rodeos que encontremos, con toda la honestidad con nosotros mismos y con los demás, que no existe necesidad alguna de vivir en un estado emocional intenso o como se dice coloquialmente “al filo de la navaja”; para que al llegar al destino final, dejemos marcada una huella en todos aquellos con quienes hayamos tenido el placer de compartir parte del camino.

Naguanagua-Estado Carabobo-Venezuela

Sábado, 28 de marzo de 2020

El Candil Pedregalero-Año II-N°54

UNETE AL CLUB

¡Se parte de El Candil!

Recibe actualizaciones cada domingo

¡No hacemos spam! Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para obtener más información.

UNETE AL CLUB

¡Se parte de El Candil!

Recibe actualizaciones cada domingo

¡No hacemos spam! Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para obtener más información.

One comment

  1. De acuerdo totalmente con lo planteado . Cómo dicen por ahí: “ se consecuente con tu miseria “. Cargar una máscara debe ser tan difícil como afrontar nuestros miedos y asumirnos tal cual somos. Gracias por compartir .

Tu opinión cuenta. Nos permite valorar contenidos.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.