ÁLVARO RAMÍREZ – EL CANDIL – AÑO IV – N° 205.-
Análisis de data es una actividad que ha adquirido una relevancia cada vez mayor en la actividad de los seres humanos. Es prácticamente imposible el desarrollo de cualquier actividad sin el apoyo de información que permita la toma de decisiones. Desde comienzos de siglo pasado cuando nació la “administración científica del trabajo” es mucho el camino andado en el análisis de datos para la toma de decisiones vinculadas a los procesos productivos.
Los fundamentos de la Ingeniería Industrial están muy asociados a la necesidad de medir para comparar, analizar y encontrar métodos para mejorar los procesos, hacerlos más productivos. En sus comienzos, los ingenieros industriales armados de papel, lápiz metro y cronometro invertían buena parte de su tiempo “levantando data”, que posteriormente analizaban y convertían en propuestas de mejoras a los métodos de trabajo. En ese proceso que, aunque en forma más técnica y sofisticada se sigue basando la Ingeniería Industrial, también es necesario recolectar data a la hora de comprobar que las cosas se están haciendo como se ha establecido. En otras palabras, recolectar data de control, para hacerla comparable con estándares preestablecidos.
Saliéndose de los ambientes de manufactura y cuando se empieza a hablar de procesos administrativos, o mercadeo y ventas de bienes o servicios, las bases son las mismas, aunque en uno y otro lado los mecanismos de captura de data para procesar como información también han mejorado y se apoyan cada vez más en la tecnología. Sin alargarse mucho en el tema, desde hace años ya aplicamos la “Internet de las Cosas”, que básicamente captura datos desde su origen, sea este su celular, el vehículo en que se desplaza, el electrodoméstico de su casa, el equipo de su planta o su implante médico, solo como ejemplos.
Nadie puede negar los avances que ha traído a la humanidad el perfeccionamiento en los mecanismos de captura de data. Entre ellos vale la pena mencionar la exactitud, ya que con la eliminación de transcripción por la captura en la fuente se evita mucho retrabajo y error humano en los procesos. Otro aspecto importante es la oportunidad, ya que, al tomar el dato en tiempo real, es posible mantener actualizada la información. El manejo de volúmenes mayores en forma ágil es otra de las ventajas.
En paralelo y como complemento muy importante, hay cierta información que también es muy importante a la hora de analizar en forma integral los procesos. Es la asociada al comportamiento humano. No solo a las transacciones en que participa el ser humano, o a los volúmenes de gasto, o al comportamiento de los equipos bajo su operación. Estamos hablando de la captura de “sus preferencias” y de las acciones que ejecuta asociadas a esas preferencias.
Esta es información que anteriormente obtenían las empresas de publicidad y mercadeo mediante la elaboración de encuestas con preguntas de control y validación y con la participación voluntaria de los encuestados. El mecanismo de afiliación a programas de lealtad, a cambio de beneficios directos como descuentos o tratamientos especiales logró que los clientes suministraran con cada transacción, información que iba configurando un perfil muy útil para los proveedores de servicios ya que les permitía proyectar demanda, entre otras cosas.
Además de los incentivos económicos la sociedad se fue adaptando al manejo de requisitos para obtener resultados inmediatos para satisfacer sus necesidades. Es comúnmente aceptado como requisito mínimo aportar información personal abundante a cambio de la obtención de servicios ágiles en línea.
Así como parece asociado inevitablemente el consumo creciente de energía, la sociedad difícilmente puede viajar al pasado para obtener todos esos bienes y servicios en forma diferente a como se hace hoy.
La inteligencia humana en su inquietud por el aumento sostenido de los resultados no podía detenerse solo allí y poco a poco fue perfeccionando métodos de inferencia estadística y con la abundante data recolectada directamente de la fuente, más los perfiles desarrollados para los seres humanos como consumidores reales o potenciales, empezó una carrera por lograr en cualquier campo posible la captura de demanda potencial. Se hablaba en décadas pasadas del delite del cliente, de la creación de las necesidades, de competir en el mercado con calidad de servicio, de, el cliente es el rey. Todas ellas como piedras angulares para el progreso, fijado como el aumento permanente de la demanda por parte de clientes satisfechos. Primordialmente por la calidad y oportunidad del servicio. Esto ha cambiado. Con todo el soporte tecnológico disponible el enfoque hoy es: Analizo y defino a través de la data de transacciones y del comportamiento, cuáles son las necesidades de la comunidad objetivo. A partir de allí, defino las acciones que debo tomar, para hacer que el cliente potencial, desee lo que yo quiero ofrecerle.
Con esa tendencia sostenida de crecimiento en la captura de data y utilización cada vez más tecnificada y sistemática del análisis de información para el incremento de productividad, se ha visto aumentada la preocupación de un importante número de personas por la pérdida de privacidad y con ello la exposición a una definición de procesos de servicio al cliente donde el factor más importante no es la calidad y satisfacción sino la inducción a adaptarse a la oferta. Esta a su vez ha sido preestablecida a partir de la data del comportamiento de la comunidad analizada o estudiada desde la perspectiva del proveedor. El circulo se cierra. Lo que parecía la satisfacción cómoda de sus ilusiones, poco a poco se ha convertido en la modificación de las necesidades del cliente y su aceptación de lo disponible.
Son muchas las historias de manipulación de la información. Casi toda persona con acceso a las redes se ha visto involucrada en abordajes publicitarios, ataques, o intentos de fraude. Son conocidas las historias de tráfico comercial de listas de información, denunciados. Todo lo anterior asociado a intereses económicos publicitarios, o como ha sido comprobado, al manejo de la información para crear matrices de opinión y lograr resultados como: inducción al consumo de bienes de dudosa calidad, (copias, contrabando, plagios) alimentos reconocidamente poco saludables, (con contenidos perjudiciales para la salud) adopción de prácticas y contravalores (la viveza como valor, la corrupción como inevitable, el abuso de poder como aceptable) y la usurpación de la representatividad de comunidades, como válida.
Ejemplos concretos pudieran estarse viviendo a la vista de todos. La polarización en muchos temas además de los meramente políticos es una consecuencia a partir de la captura de las ilusiones y deseos de comunidades cautivas y sometidas a decidir entre ofertas parciales. La aceptación de niveles de servicio deficientes que se prestan como una salida posible, ya es común. La selección y ocupación de posiciones por alguien no capacitado se está convirtiendo en normal.
La situación anterior ha generado la necesidad aparente de crear mecanismos de protección tratando de controlar y reglamentar el uso de la información personal. Sin embargo, a quién no le parece conveniente poder comprar en línea, obtener servicios bancarios, eliminar el uso físico del dinero, efectuar inversiones sin disponer de fondos, viajar, divertirse, aceptar el pago de deudas, ¿todo ello solo tramitando en minutos información personal virtualmente?
Las herramientas para captura, análisis, procesamiento, y definición de acciones posibles para modificar el comportamiento de masas, son cada vez más poderosas. Su apropiada utilización depende en gran parte de la Ética de la sociedad que las utilice, consuma sus resultados y pague el precio que puede ser muy alto, especialmente como pasivo para las generaciones venideras.
Debemos para evitarlo, estar vigilantes como defensores detectando las señales que pongan de manifiesto el deterioro de nuestras instituciones.