VALORES – ÁLVARO RAMÍREZ – EL CANDIL – AÑO IV – N° 164.
Hablando con alguien que está empezando a trabajar en una nueva posición en esta época de tantos cambios de trabajo, me mencionaba su “periodo de Prueba”. En su contrato figuraba la condición de 3 meses de prueba.
Me imaginaba yo sí, considerando la situación que se presenta con los contratos de nuevos presidentes que se están presentando en Suramérica, sería posible introducir una cláusula de periodo de prueba, considerando que antes de seis meses los índices de aprobación caen sustancialmente. ¿Será posible que cualquier nuevo presidente solo sea ratificado para su periodo después del ejercicio de unos 6 meses de “prueba”? En la empresa privada esos meses efectivamente sirven para medir los resultados iniciales del trabajo además de la interrelación del nuevo ocupante, con los demás actores de la organización y clientes. Para ello, en posiciones de relevancia utilizan indicadores de medición de gestión.
Pensando en esto me puse a imaginarme como sería posible poner a prueba realmente un POTENCIAL PRESIDENTE O POTENCIAL SENADOR. Hoy algunos pretenden poner como muestra de seriedad de sus planes, dar un discurso de resultados al cabo de “mis primeros 100 días de gobierno”. Otros prometen hasta ante notarios, que dejarán de hacer cosas que antes han dicho. Otros prometen cambiarse de nombre si al cabo de dos años todavía hay niños pobres en su país. Alguno, pretendiendo ser más convincente, asegura que si no le ha cumplido a su pueblo en dos años se va del poder. Todas ellas se convierten en ilusiones, cantos de sirena pretendiendo convencer al pueblo que en ellos está el poder de hacerle corregir errores por acción u omisión. El problema: no hay cómo medir las promesas contra resultados concretos. Tampoco se han popularizado herramientas que ilustren fácilmente los grados de dificultad en el cumplimiento de deseos o promesas. Siempre he pensado que una buena opción sería solicitarle a cada candidato un borrador de presupuesto, que se compromete a someter a votación del ente legislativo y a cumplirlo midiendo a fin de año las desviaciones en cada renglón. Sin embargo, hay algo más que creo que se puede hacer, apoyándonos en especialistas que conviertan en tangibles y medibles, promesas, contra resultados.
Todos conocemos que en las redes y aplicaciones existen los algoritmos que se aplican a la información recabada para “retratar” lo que puede suceder y cómo asociar a alguien con sus acciones y deseos para orientar la publicidad, mediante la formación de opinión, el cálculo de necesidades, las preferencias e inclinaciones, etc. Los modelos elaborados por especialistas de diferentes disciplinas ahorran cantidades ingentes de dinero por errores, simulando las situaciones a priori y midiendo sus resultados. No creo que nuestros envíos de hombres al espacio, o a la guerra, o a cualquier competencia, se hagan sin antes plantearnos y calcular, “que pasaría si…”
El punto de partida podrían ser las promesas de campaña como input de modelos que pueden ser desarrollados por profesionales de diferentes disciplinas. La academia y las asociaciones profesionales pueden hacer su aporte en este sentido. Más allá de las consideraciones de si alguna acción propuesta o prometida está asociada a aspectos morales o de justicia, la idea es hacer algún modelo objetivo que permita establecer cálculos de impacto que se puedan convertir en indicadores comprensibles por todos.
Hagamos el intento a modo de ejemplo con algunas propuestas, o deseos, o promesas, dependiendo de quien las diga u oiga:
.- Si se desea que todas las personas tengan un ingreso mínimo de un sueldo, independientemente de su aporte de trabajo: El monto a distribuir puede ser calculado. El monto a obtener para cubrir los pagos adicionales se puede calcular. El monto adicional a generar por aumento de la producción o mejoramiento en la balanza de comercio internacional se puede calcular. Si no se aumenta el monto producido, se puede calcular el monto adicional a recaudar como impuestos, y si se mantiene el esquema tributario se puede llegar a un cálculo del aumento individual de impuestos o producción adicional a generar. Algo así como poder decirle a cada ciudadano: Si se implanta esta acción cada ciudadano según estrato o clasificación de ingresos debe aumentar en impuestos xxx% o generar en su trabajo yyyy% más de riqueza.
.- Se debe frenar la actividad petrolera: Se puede calcular la cantidad de dinero que se deja de generar por disminución de las exportaciones, o aumento de las importaciones de productos asociados. Se puede calcular el monto asociado a disminución en las compras de bienes y servicios asociados. Se puede calcular el monto asociado a sueldos, salarios y prestaciones de trabajadores vinculados directamente o indirectamente a la actividad que se disminuye. Esos montos dejados de percibir se pueden distribuir per cápita dependiendo de la clasificación tributaria y decirle a cada quien: Ud deja de percibir un xxxx% de ingresos o.. Ud. Debe pagar yyy% mas de impuestos para compensar los menores ingresos de otros.
.- El estado debe administrar todos los fondos de pensión. Se puede calcular la cantidad de dinero que se encuentra en fondos de inversión privados. Se puede calcular el monto generado por esos montos para los aportantes y para los generadores de proyectos de inversión. Ese monto o uno mayor, debe ser generado por proyectos del estado que por lo general son de rentabilidad a largo plazo. Esa rentabilidad se puede calcular en los dos casos y fijarse como indicador.
.- Disminuir o eliminar los contratos de servicio en la mayor parte de la actividad económica, considerando que se debe garantizar la estabilidad de las prestaciones sociales asociadas al empleo, a la mayor cantidad posible de trabajadores. Se puede calcular el monto de “overhead” asociado a la eliminación de contratos de servicio. Especialmente en inversiones de proyectos que son por su naturaleza temporales. Esto castiga las inversiones del estado. Se puede calcular el impacto de esta política sobre las inversiones y llegar a un indicador de impacto.
.- Aumentar la emisión de circulante con la misma o menor capacidad productiva. Se puede modelar y calcular por especialidad su impacto en la inflación asociada a diferentes sectores de la economía, Alimentación, Servicios, Infraestructura. Se puede indicar el aumento esperado por renglones, según rangos de aumento de la emisión.
Estos son solo algunos ejemplos de propuestas o “promesas”, según como se vean, donde se puede apreciar el impacto de decisiones buscando soluciones aparentemente inmediatas, a problemas complejos que requieren el trabajo y constancia de la disciplina como vía para obtener resultados sostenibles. Se puede aplicar a otra serie de propuestas como manejo de la salud, educación, tierras, emprendimientos, seguridad, etc. y luego integrar y mostrar resultados combinados según escenarios potenciales.
Los modelos como podemos ver, si se divulgan ampliamente sus resultados, también pueden servir para prevenir, en casos donde hay aspirantes que prefieren poner en peligro y atentar contra la sociedad, con tal de cumplir objetivos propios. Recordemos la pretendida madre en el caso del rey Salomon que prefería sacrificar y dividir en dos el hijo en disputa, antes que concederlo a su madre real. Hoy se incendia y destrozan bienes e infraestructura de propiedad y beneficio común, antes que aceptar decisiones adversas a minorías violentas.
La pobreza, la ignorancia, la salud general, no se superan y mejoran con lámparas de Aladino y esto es necesario hacerlo entender en forma sencilla (aunque sea complejo calcularlo) con indicadores fáciles de entender, a las mayores víctimas, que son aquellas que perciben y apuestan, sin mucha información objetiva, a que pueden vivir mejor y dejarles un mundo mejor a sus descendientes si logran, de un momento para otro, producir menos y obtener mejores resultados, solo con encontrar quien les prometa decretarlo.
BOGOTÁ – COLOMBIA