DE HISTORIA Y ALGO MAS – MIRELA QUERO DE TRINCA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 160.
Aprovechando la brisa tìpica de la Semana Santa, los niños y jóvenes falconianos izaban sus volantines, también llamados papagallos o barriletes en otras latitudes.
Ese hermoso recuerdo de tiempos más felices, es lo que hoy nos trae nuestro autor invitado de esta semana. Foye Mendoza, quien en su visitada página de internet: HISTORIAS, PERSONAJES Y ANÉCDOTAS DE MI VIEJA SHELL/MARAVEN, cual cronista espontáneo, se ha ocupado de mantener vivos los recuerdos de nuestra feliz infancia transcurrida en el Campo Shell.
Reciba Foye Mendoza nuestras felicitaciones y reconocimiento por su empeño en el rescate de la pequeña historia paraguanera y nuestro agradecimiento por su delicioso relato que de seguro trajo gratos recuerdos a muchos de nuestros lectores, que se reconocieron en él.
En estos días de fuertes brisas, eran los mejores para hacer los volantines y pasar horas viéndolos volar por todo el Campo Shell/Maraven.
Cuando chamo, las varillas las hacía de caña brava que buscaba por esos lados de las canchas de tenis del club Miramar o del Manaure, con papel bond o plástico los forrábamos pegados con almidón, pega blanca o caujaro.
Empalmaba las 6 puntas de las varillas con pabilo y una vez unidas las 6 puntas, los forraba con el papel… Al secarse, les hacía sus frenillos y su agarre del mismo pabilo para sujetar la cola…
Muchas veces me dieron mis carajazos mi vieja por romper sábanas para hacer esas colas del bendito volantín…
Bueno, una vez terminado, me iba al parquecito al lado de las 5 CASAS, ahora llamado «Parque El Pinar», y ahí me reencontraba con amiguitos como el Pupi De Lima, Victor Ramos (+), Adelis «El Meme» Guerrero, Miguel Quero, Manuel «Pecho» Bulmes, Adelis «Tumurito» Petit, Figurin, Fifi Mavo, Jairo Navas(+) y muchos más..
¡Esas eran tardes coloridas en el cielo con tantos volantines esos días!……Muchos les pegaban hojillas Gillete en las colas para hacer la maldad de picarle el hilo a otro volantín…pero eso era una maldad sana… Total, si lo recuperábamos mejor, sino…se hacia otro y listo!
¡Hasta mensajes con papel les poníamos al hilo (papel cuadrado con un agujero en el medio) lo metíamos y veíamos como subía ese papel hasta el volantín!
Habían volantines en «H» y el típico «X», con una tercera varilla cruzada simétricamente en el centro de la «X». ¡También los hacíamos con “Sonajera” para oírlos sonar con el viento allá arriba!
Nada como ver volantines altísimos y de colores.
Asi eran los meses de esos años de aquélla infancia y adolescencia en mi Campo Shell.
Una tradición que por aquí se perdió con los infinitos problemas del país, aunado con la llegada del internet.
Sería bueno rescatar estos buenos y sanos juegos de aquellos años de aquella Venezuela linda, próspera, unida y decente…
CARACAS – DISTRITO CAPITAL – VENEZUELA.