FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 195.-
Desde mi atalaya
Siendo honesto, la prosperidad es más visible en los países donde aún sobreviven monarquías parlamentarias, y en aquellos países donde han logrado establecer sistemas económicos liberales con sistema político republicano.
El capitalismo, la propiedad privada, el estado de derecho, la independencia de poderes, el sistema monetario controlado por los ciudadanos, el poder limitado del estado, el federalismo, la meritocracia, la iniciativa privada, el conocimiento, la tecnología, la inteligencia, el rechazo a toda forma de colectivismo, socialismo y populismo son las bases que han servido de soporte para el surgimiento de sociedades prósperas en los términos y parámetros de esta última centuria.
Lamentablemente nuestra américa latina actual cayó rendida a los pies de la ideología marxista; una ideología social, política y económica que ofrece el cielo, y otras ofertas imposibles, muy similares a las promesas eclesiásticas y religiosas, las cuales dejaron el terreno abonado a los marxistas, creando lo que se conoce como conciencia mágica colectiva, sobre todo en las masas más desposeídas, quienes encuentran en estas ideologías, unas promesas y unas esperanzas en un poder que está fuera de ellos, sintiéndose imposibilitados de realizar cambios por medio de sus propias capacidades, viviendo de milagro en milagro, sin darse cuenta que el poder reside dentro de ellos mismos. .
Puede ser que ese enfoque remueva las creencias de algunos lectores, porque choca con la tradición, choca con las ideas que se han transmitido por generaciones en nuestras familias. Aunque no lo percibamos claramente, esas creencias mágicas nos inducen sin que lo advirtamos a aceptar con facilidad las ideas sobre el colectivismo y el socialismo.
La realidad hoy es que, las ideologías que venden promesas imposibles son las que dominan nuestro continente. Parece que es más fácil adoptar posiciones en las que es otro quien se encargue de proveernos todo; Esto es evidencia de baja autoestima, mucho conformismo, y escasa capacidad para transformar su entorno, actitud indispensable para impulsar los cambios hacia un mayor bienestar individual. Da la impresión que muchos no están en capacidad de confrontar una realidad en la cual tengan que hacerse cargo de si mismos, prefiriendo el autoengaño, creyendo que lo imposible se puede lograr mediante un milagro.
La ingeniería social al servicio de los comunistas se está sirviendo de la conciencia mágica colectiva del latinoamericano provocando el mayor retroceso jamás visto en la humanidad en términos de bienestar, prosperidad y desarrollo.
Contribuyendo para provocar un cambio
En «El Candil» estamos conscientes de esta realidad, y para provocar el giro de la conciencia mágica hacia una conciencia de la evolución, del crecimiento, y de la transformación para un mundo en paz, en equilibrio, de prosperidad y desarrollo, nos hemos propuesto difundir los principios y valores que fundamentan la filosofía humana del liberalismo y del republicanismo.
Con esta edición del 18 de diciembre, el número 195, cerramos nuestra jornada de este convulso 2022. Con mucho entusiasmo, llevamos adelante varios ajustes que mejoraron substancialmente la calidad de la presentación, y pasamos a otro nivel en términos de uso de nuevas tecnologías, imprimiendo mayor profesionalismo al producto final. Incorporamos nuevos editores, nuevos aliados y nuevos lectores. El crecimiento fue notorio en el 2022, y los proyectos para 2023 prometen más mejoras, nuevos escenarios y mayor alcance.
Gracias a nuestros colaboradores, a nuestros autores, y a nuestros seguidores, quienes de una forma muy generosa comparten su ingenio, su creatividad y su tiempo, animados por la convicción de que, a mayor conocimiento, mayor independencia, mayor progreso.
Reanudaremos las ediciones de «El Candil» en la segunda semana del año 2023, para seguir con nuestro propósito de contribuir a generar la sustitución de la conciencia mágica por la conciencia natural de la evolución y del crecimiento.
Hasta pronto.