Por Eugenio Montoro

Uno de los discos rayados del régimen chavista-madurista ha sido su ataque permanente al sistema capitalista. La idea comunista de un Estado central que planifica y controla lo que hace y piensa la sociedad es contraria a la libre empresa y al libre mercado.

 De tal forma que para el comunista al capitalismo hay que borrarlo del mapa aunque el bobo de la yuca de Marx sostenía que el capitalismo desaparecería solo. La historia ya es clara y el que desaparece es el comunismo, aunque nos tocó la desgracia, en su agonía, de uno de sus últimos coletazos.

 Van unas letras para intentar analizar el fracaso del comunismo.

Uno de los más conocidos defensores del sistema económico capitalista es Milton Friedman quien asesoró a casi todos los presidentes gringos de la época reciente. Fue premio Nobel en economía, participó en multitud de eventos y era uno de esos raros economistas a quien la gente entendía lo que decía.

«Por estos días nos reencontramos con una de sus citas célebres. “Una sociedad que priorice la igualdad por sobre la libertad no obtendrá ninguna de las dos cosas. Una sociedad que priorice la libertad por sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambas.» 

EM

 La esencia del conflicto comunismo-capitalismo está allí. Todos apoyamos la igualdad, pero los comunistas para obtenerla tratan de crear una sociedad sin diferencias. Centralizan todo para que nadie se pase de vivo y reparten y distribuyen quitándole los bienes a quien los tenga. El resultado de esto, demostrado muchas veces, es la miseria.

 Las sociedades que priorizan la libertad reducen el papel del Estado y confían en los ciudadanos para crear riqueza y progreso. También valoran la igualdad y hay apoyo a los más necesitados para que mejoren, pero no buscan superar la pobreza eliminando al rico.

Es frecuente oír a los comunistas hablando de la lucha de clases entre el proletariado (trabajadores) y los burgueses (empresarios) donde debe vencer el proletariado y manejar los medios de producción. Lo hemos visto repetidas veces en estos años y la vaina siempre sale mal. La empresa expropiada empieza a producir poco y se convierte en un gasto, más que en un beneficio para el País.

Otra frase pertinente de Friedman es “Uno de los más grandes errores es juzgar a las políticas y programas por sus intenciones, en lugar de por sus resultados”. Recomendaría a todos los que aún creen en la revolución siglo XXI que lean (con paciencia que es fastidioso) el cacareado “Plan de la Patria” adefesio de retazos que vino a ser Ley por obra y gracia de una Asamblea roja a la que no le gustaba leer.

Busquen los centenares de promesas allí expuestas muchas de ellas sin números para cuantificarla, pero claramente incumplidas. Las pocas con números son de comiquita. Dos para que se rían. Tasa de crecimiento positivo de 3 a 4 % (real, negativo 10%), inflación 20% (real, ja. ja. ja).  

Libertad es la clave para que el País progrese y Bolívar bien que peleó por ella. Saquemos a estos comunistas que nos quieren dominar.

Maracaibo, estado Zulia, Venezuela

01 de junio de 2019