JULIO CÉSAR ARREAZA – EL CANDIL – AÑO V – N° 205.-
Tempranamente adoptamos, como lema de vida, un pensamiento de Helder Cámara: “No le tengas miedo a la verdad.
Porque por dura que pueda parecerte, por hondo que te hiera, sigue siendo auténtica. Naciste para ella. Sal a su encuentro, dialoga con ella, ámala, que no hay mejor amiga, ni mejor hermana. Ella te libertará”.
La verdad debemos asumirla con coraje para enfrentar la trágica coyuntura de dominación que padecemos. Es un faro que ilumina el camino hacia la libertad.
Con arreglo a la verdad y la conciencia histórica discernimos la hecatombe criminal que nos abruma y concluimos que solamente el ejercicio de la soberanía popular es lo que nos sacará de este juego trancado, que vulnera la vida y derechos de los ciudadanos.
Las primarias es un paso para recuperar la institucionalidad y empoderarnos en la lucha cívica contra la tiranía. Es el camino para dotarnos de una nueva representación política de la oposición, porque la actual no representa a nadie.
Con las primarias recuperaremos el poder del voto limpio que elige y constituye un paso efectivo para derrotar al régimen y recuperar a la democracia. La verdad nos impele a expresar y canalizar la voluntad de cambio ejerciendo la soberanía popular. Frente a la dura realidad del totalitarismo lo que cabe son victorias efectivas.
Ciertamente para el evento electoral de 2024, con el aprendizaje de estos 24 años, no estamos dispuestos a competir con las reglas del régimen. La postulación de nuestro candidato no la va a decidir la tiranía.
Lo sustantivo de las primarias es el cambio del liderazgo opositor vencido. Y luego desenmascarar a la “opolaboración” complaciente. Hasta el final es salir del sistema forajido de redes que actúa como un sartén de teflón, que impide que nada se le pegue.
Se recompone sostenido por la estructura cívico-militar, dejando de lado a la mayoría. Deploramos la bochornosa posición del presidente de Fedecámaras, quien, refiriéndose a la canalla criminal, que nos vulnera, expresó que el que le pega a su familia se arruina.
Y calla, con ruindad, sobre la condena arbitraria de cárcel para 16 trabajadores que protestaron por la reivindicación de un salario digno con miras a una calidad de vida decente.
La sentencia infame proviene de un tribunal de terrorismo, el nuevo parapeto judicial para juzgar a civiles sin el debido proceso, antes la represión era por medio de los tribunales militares.
Por esa monumental ausencia de justicia independiente que juzgue conforme a derecho, es por la que la Corte Penal Internacional va a actuar, porque los tribunales parcializados no garantizan los derechos humanos y están orientados a la persecución, condena y encarcelamiento de la disidencia.
La concepción del poder a la que aspiramos es trascendente y republicana para servir el bien común.
Todo lo contrario, es el poder utilizado de manera instrumental, como un fin en sí mismo, para mantenerse permanentemente de manera totalitaria.
Julio César Arreaza
Abogado, ex secretario del Consejo de Ministros. Se desempeñó en el área Legal y de Asuntos públicos de la antigua PDVSA. Actualmente preside el Consejo Consultivo del Centro Popular de Formación Ciudadana y Proteología.