Chepa

CUENTOS DE A LOCHA EN UNA CUARTILLA – LUIS RAMÍREZ SÁNCHEZ – EL CANDIL PEDREGALERO – AÑO II – N° 70.-

Luis Ramoncito llegó desde el Caserío La Guinea en la Montaña Alta de la venturosa Parroquia Avaria, junto con sus padres, siete hermanos y una tiabuela llamada Teófila, para ubicarse en el mismísimo corazón del Pedregal pueblerino con sus dos mil habitantes cuando la Venezuela de aquella… la “ultima” dictadura contaba con 6 millones de habitantes.

Uno de los “decires” que más escuchaba la tresañal criatura, era una pregunta con su simultanea respuesta que utilizaban sus abuelos y tíos para iniciar un ciclo de risas incontenibles que él no comprendía.

Los diálogos comenzaban así:

¿Comiste Chepa?; a lo que el otro tío respondía:

Una sopita

Luis Ramoncito creció con aquella incógnita del porque de la risa ante tal pregunta hasta que llegada la edad del pantaloncito largo hubo de preguntarle a su abuela Luztgarda el motivo de la intrigante pregunta y la tan mediata respuesta; quien le explicó que por allá por los años 30, había una ancianita que mendigaba en las calles del pueblo y en las periferias también; su nombre, para los amigos, Chepa:

pregunta deliberada:

  • ¿Comiste Chepa?
  • respuesta deliberadamente estudiada por Chepa:
  • Un caldito
  • ¿Y que más Chepa?,
  • Una verdurita,
  • ¿Y que más Chepa?,
  • Una presita,
  • ¿Y que más Chepa?,
  • Una arepita
  • ¿Y que más Chepa?,
  • Una ñemita,
  • ¿Y que más Chepa?,
  • Un cafecito

Total; Chepa , en cada casa del pueblo contaba literalmente como se había comido cada sopa en cada mesa, con la más impresionante ingenuidad, como si separara las presas, las verduras , el caldito y hasta el cilantro que las bondadosas familias del pueblo le proveían para luego preguntarle, tras consumir un plato de mazamorra rebosante como postre de despedida:

  • ¿Comiste Chepa?, a lo que la ingeniosa Chepa, con las enaguas remangadas en la voluminosa barriga respondía:
  • Una sopita.

Chepa se ha ido como el tiempo vivido en el Pedregal de ayer, pero aún retumban en los sueños del subconsciente de Luis Ramoncito, los diálogos de preguntas y respuestas cuando los nietos en horas del almuerzo hogareño le preguntan:

¿Comiste Chepa? a lo que el responde con la misma indetenible risa contagiosa de otrora:

  • Una sopita

Cuanto más se conjugan voces diversas y contrarias, más maravilloso resuena el concierto.

Angelus Silesius

Coro – Capital del Estado Falcón – Venezuela

Sábado, 18 de julio 2020

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