Por Nervis Nava

I
Una vieja maracucha que se estaba muriendo mandó a reunir a todos sus hijos y les dijo:
-Al morirme quiero que me en entierren en el Sambil o Galerías.
-Miarma mamá ¿y eso? ¿Te volviste loca?
-¡¿Loca?!, así será la única manera de que me visiten estos malayos, jajajajajajaja.
II
Un amigo le dice a un amigo maracucho: -Mi mujer hace tres días que no me habla. –Bueno, cuídala mijo, que mujeres así ya casi no quedan, jajajajajaja.
III
Durante un aguacero a las 3.00 de la mañana un borracho maracucho grita desesperado: -Alguien que me empuuuujeeeee. Una señora lo escucha y despierta al marido y le dice: -Amor ayuda a ese pobre hombre ¡por favor! seguro se quedó atascado con el carro. El marido baja enojado y se tira al aguacero en medio de un frío terrible y sin ver nada grita: -¡Señoooorrrrr dónde está para empujarlo! y el borracho maracucho responde: -¡Aquiii, en el columpiooo!, jajajajajajaja.
IV
Un loco en el psiquitrico de San Bartolo que se creía moto, se la pasaba haciendo: ¡Run! ¡Ruun! Ruuun! ¡Ruuuuuuuuunnnn! Y otro loco le dice:–¿Podrías dejar de hacer así? -¿Qué, te molesta la bulla? -¡No chico!, el humo, jajajajajaja.
V
Un chichero que se está muriendo en el hospital reúne a la familia para repartir sus bienes y le dice al hijo mayor: -A ti te dejo las casas del norte. –A mi hija, todos los apartamentos del conjunto cerrado. –A mi hijo menor le dejo las oficinas y a mi querida esposa los edificios del centro. Y una enfermera impresionada le pregunta a la esposa:
-¿Su esposo era muy rico? -Y esta responde:
-No chica, que rico ni que nada, esas son las rutas de repartir la chicha, jajajajaja.
NaguaNagua-Estado Carabobo-Venezuela
24 de Agosto de 2019
