ÁLVARO RAMÍREZ – EL CANDIL – AÑO IV – N° 201.-
Acceder al celular como herramienta básica y dar
por sentado su uso, se ha vuelto común en el mundo hoy
Muchas de las actividades como pagar o facturar, controlar equipos, probar un hecho, ejecutar un trabajo o mantenerse informado hasta de la ropa que debes utilizar para salir de casa, son virtualmente imposibles si no se tiene una línea y un celular como herramienta de comunicación. Es prácticamente imposible subsistir sin uno. A su vez, teniendo un celular, es imposible aislarse de la publicidad y mercadeo de bienes y servicios, que respalda económicamente todas las demás aplicaciones. Algo parecido a lo que eran los periódicos impresos en un tiempo no muy lejano. Esa publicidad ha tomado muy pronto conciencia de la cobertura y poder de la herramienta y ágilmente se ha adaptado para capitalizar esa oportunidad. No hay resquicio por donde no se trate de capitalizar la atención de esa masa cautiva de su herramienta y obligada a ver mensajes. Si nos queda alguna duda pensemos por un momento el monto de dinero asociado a cualquier declaración sobre su divorcio, de un personaje de las letras o de la farándula. O el precio que puede pretender una pareja “famosa” por una foto de su bebe recién nacido. Si queremos ver algo un poco más serio pensemos lo que puede gastar en una campaña en redes el aspirante a una posición en el parlamento de su país.
Aspecto importante que complementa la herramienta de comunicación es, además del mejoramiento permanente de facilidades como cámaras, micrófonos, capacidad de memoria y procesamiento, el desarrollo de aplicaciones cada vez más complejas basadas en avances tecnológicos. Redes de comunicación, motores de búsqueda, sistemas de manejo masivo de información, facilidades de ilustración y representación gráfica y, aspecto muy importante, la Inteligencia Artificial, logran que el mecanismo de comunicación que llamamos genéricamente como “redes sociales” esté impactando y llevando a terrenos desconocidos la forma de tratar de modificar el comportamiento humano, creando opinión, promoviendo conductas, potenciando creencias y valores y aumentando el poder de convocatoria ante causas definidas.
Ejemplos tenemos de sobra: Creación de matrices de opinión en la selección de liderazgos. Juzgar, condenando o absolviendo personas. Movilizaciones masivas ante causas determinadas en muy corto tiempos. Convertir en noticias de primera plana hechos aparentemente frívolos. Romper barreras divulgando hechos violatorios de derechos. Llevar a tribunales violadores de derechos. Cuestionar acciones, hechos o derechos impuestos por uso y costumbre.
La herramienta además ha cambiado la forma de trabajar de muchas personas de las cadenas de abastecimiento y de los deptos. de Mercadeo y Relaciones. Han surgido algunas figuras como los “Influencers” los “Generadores de Contenido” y los analistas de medios digitales en las empresas, que siguen el movimiento de los mercados y de las “entradas”, para decidir donde invierten el dinero que va a sufragar los likes.
La frontera en estos momentos es el uso de la Inteligencia Artificial al servicio de manejo de la información. No se trata de lo que se viene utilizando ya hace cierto tiempo en forma de “asistentes” que responden preguntas concretas con hechos, cifras o definiciones citando la fuente, o procesan llamadas, o agendan compromisos. Se trata de chats que adoptan el reto de responder con voz o texto libre y hasta ensayos y “opiniones”, preguntas sobre cualquier tema, mostrando “capacidad de análisis y conclusión”. Son “conversaciones en línea con Inteligencia Artificial”. Se le puede pedir a estos programas, la redacción de un poema, la elaboración de un resumen, la elaboración de un examen. (Hace unas semanas se sometió a uno de estos chats al examen para la certificación del ejercicio de la medicina que se aplica a los médicos. El resultado: Aprobado) Se piensa y prueba ya, la posibilidad de redactar textos escolares, ensayos, tesis, etc, con esta facilidad.
Sin caer en el análisis del impacto de estos últimos avances que se han disparado desde noviembre 2022 con estos programas de chats de inteligencia artificial, y que están en el debate público ahora mismo, me atrae analizar un poco el ambiente y perfil que han adquirido las “redes” como canales de comunicación
Un primer aspecto muy importante tiene que ver con la confianza en los emisores ante lo poderoso de la herramienta. Pensemos como lo decíamos anteriormente, que una de sus posibilidades es la de crear matrices de opinión. La calidad de la data o simplemente la retransmisión de mensajes orientados con un fin especifico son la base comprobada para moldear respuestas. El volumen de data es muy importante para lograr concentrar dictámenes alrededor de una materia con un juicio positivo o negativo alrededor de un tema, con poca dispersión. La alimentación masiva o la intervención de los mecanismos de captación se tornan entonces en la clave a la hora de buscar un resultado. De allí la disposición de muchos vendedores de ilusiones, a intervenir las redes.
Otro aspecto, así como el de la confianza, es el relacionado con la intención de uso. Cuando mencionamos anteriormente el incremento exponencial del uso de las redes, sabemos que está relacionado con la publicidad y mercadeo. Todos conocemos ya que la lectura de un texto, la apertura de un correo, de un video, de una entrevista y una foto significa una oportunidad, pero también como tal, un costo (No hay nada gratis). Sabemos que alguien paga los likes por la oportunidad que representan de mostrar su producto. Cobra importancia lo que transmita en esa oportunidad, la imagen que se muestre.
La piedra angular de todo el mecanismo publicitario que mueve las redes es la imagen. La imagen transmite. Entre más atractiva sea la imagen, mayor posibilidad de venta existirá para el bien o servicio promocionado. ¿Cuál es entonces la intención de uso de las redes? VENDER. Apoyándose en la proyección de una imagen, sea esta un bien, un servicio o un individuo.
La pregunta que nos hacemos, como en muchas cosas donde la “inteligencia humana” deja de ser objetiva para tratar de convertirse en herramienta de manipulación en aras de obtener un resultado: ¿No importa el método? ¿Lo importante es proyectar una imagen vendedora sin importar que sea falsa y cause más daño que bien, dependiendo de los usuarios al otro lado de la red?
¿Estamos llegando al clímax de la realización en la generación de demanda, dando por aceptado en toda la sociedad que lo importante es que se proyecte una imagen, convencedora, vendedora, motivante, para luego cosechar resultados? ¿No importa que la imagen o el mensaje sea falso? ¿La carga de la defensa está en el usuario desprevenido, aunque sea un niño? ¿La sociedad está en la necesidad de crear mecanismos de control, aunque este demostrado que la imagen y mensaje son falsos, ¿para evitar que causen daño? ¿Debemos colocar “vigilantes’ “alcabalas” y comités de “revisión” por doquier y coartar las grandes ventajas de la herramienta, solo porque no sabemos usarla como sociedad?
Los adultos somos responsables en nuestro libre albedrio, por la utilización de nuestros sentidos, ver, oír, degustar, en fin, experimentar lo que deseemos, siempre que nos hagamos responsables por nuestras acciones. ¿Pero… y los niños?
La mayoría de los adultos sabemos que una gran parte de la publicidad es engañosa y ya casi que nos resignamos a oír, como con la lluvia, como cae. Sin embargo, ¿debemos desde la cuna enseñar a nuestros párvulos la desconfianza y que para ellos no pueden existir los amigos, porque hasta el más cercano, su tableta, lo puede estar envenenando?
¿Como le decimos a un niño que un profesional de la medicina está engañando cuando aparece en las redes recomendando productos de dudosos efectos como la maravilla del mundo? ¿Como vacunar a los niños con las maravillas de la ética y valores, cuando están siendo bombardeados en vallas publicitarias que en conjunción con su tableta le invitan a ensayar cosas que le pueden llegar a costar la vida?
“Alimentos dañinos”, Juegos, Juguetes, Retos, Violación de los derechos de otro, son los productos estrella, ¿merced a que lo importante es construir una imagen adecuada que venda?
¿Lo importante de esos “profesionales” detrás de las imágenes y de los productos promovidos es SOLO PARECER? ¿ACASO NO DEBEN SER? ¿Lo importante en la escuela es como obtener notas de aprobado, aunque no sepa nada? ¿Lo importante es que me nombren en la posición, aunque no sepa como desempeñarla y cause más mal que bien a la sociedad? ¿Lo importante es obtener una mayoría que me crea y sacarla a las calles como arma para amedrentar a quienes piensen diferente para obligarlos a hacer lo que yo creo, aunque haya una posibilidad de estar equivocado?
¿Quién duda de la energía atómica como herramienta para el desarrollo? De la medicina, genética e ingeniería, que casi que nos ponen a jugar a Dioses con el ser humano, de la capacidad de explorar el espacio, ¿de la inteligencia artificial? ¿Seguiremos en nuestro sendero de inventar herramientas poderosas que después no sabemos utilizar?
¿Seguiremos cultivando que lo importante NO ES SER, QUE LO IMPORTANTE ES PARECER?
¿Debo seguir tratando en las redes de convencer que soy el mejor, el más bueno, el más inteligente, el que baila mejor el que tengo superpoderes, aunque sea una farsa, que todos cultivan y conocen?
¿Seguiremos preparando curricula mentirosas, plagiando tesis? tratando de formar y darle un certificado a profesionales de la medicina en un par de años, ¿o títulos de bachiller en seis meses?
¿Habrá llegado la hora de trabajar en el SER, aunque no PAREZCAMOS? ¿Como empezamos? Cada uno de nosotros podría asignar un “valor”, más que un precio potencial, a sus “Likes” de apoyo. Evitemos actuar como replicadores de mensajes, para analizar y contribuir positivamente a preservar una valiosa herramienta, las redes de comunicación.