Cuna de miseria

NERVIS NAVA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 173.

El espíritu del venezolano se ha saturado de resentimiento, rencor, rabia, envidia, desconfianza, duda, temor, pasividad, indiferencia; sentimientos éstos que sobreabundan actualmente, hablando en palabras de “a centavo”.

Para hacer más comprensible la idea y el mensaje a ser enviado describiremos en cortas palabras, como  un país que disfrutó de paz, abundancia, crecimiento cultural y económico, solidaridad, entre otras bondades – hoy en día-  esas emociones son las que se perciben al tomar consciencia que nos hemos quedado sin vida propia, tanto los que están lejos como  los que aún estamos dentro, viendo como convirtieron el país en una “Cuna de Miseria”, con la anuencia de una mayoría creyente en “espejitos” como los indios en la época del descubrimiento y la colonización.


 “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la prédica de la envidia; su virtud inherente es la distribución Igualitaria de la miseria”

Winston Churchill

Tal como  lo menciona la cita anterior, y escrita hace mucho tiempo, el principal objetivo del socialismo ‘léase comunismo’ es construir una sociedad con bases en la igualdad y equidad económica, eliminando los beneficios establecidos en la buena moral, generados por el esfuerzo y promoviendo estructuras políticas y económicas de distribución,  ofertando  en campañas  dentro de la población menos favorecida, y que finalmente son los que deciden resultados sobre quiénes controlan y manejan los recursos del estado.

Así se tiene entonces establecida la diferencia entre el socialismo y el capitalismo, donde se establece en gran parte no solo en el mecanismo de la asignación de los recursos, sino sobre todo en el manejo y control emocional sobre los que nacen en una Cuna de Miseria”,  siendo los más vulnerables, y hasta quienes nunca llegará dentro del sistema socialista, una formación intelectual y cultural que pueda iluminarles que existe otro tipo de vida más allá de la ignorancia, que les permitirá vivir en libertad, honestidad,  superando las líneas y parámetros  establecidos en la pirámide ascendente de Maslow.


“Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza”

Simón Bolívar

En el transcurso de la historia económica y política de Venezuela, se ha visto la manipulación por parte de los políticos hacia las clases más vulnerables, con el propósito de adoctrinar y filtrar sus propósitos disfrazados de buenas intenciones, lo cual finalmente ha terminado en el establecimiento de un sistema de desgobierno vergonzoso, colmado de miseria lo que al final del día, no es otra cosa que el mal llamado socialismo o comunismo, da igual.

En esa trayectoria, hubo una persona que se encargó de hacerse con el poder engañando no solo a  los más vulnerables, sino a mucho intelectual, y lo hizo a través del control emocional, siendo así como alcanzó su propósito de adoctrinamiento, unido al  fortaleciendo de lazos con regímenes de otros países, que se hicieron con el poder y hoy en día son emporios de delincuencia,  pobreza y miseria, y aunque hubo la excepción de una parte de la población que no siguió el rebaño, a pesar de ello, los socialistas han ido  ganando terreno, no solo en Venezuela, sino en el continente,  y por ahora, no se vislumbra un cambio de situación, porque los opositores parecen estar alineados, y eso es simplemente oportunismo, complacencia, visiblemente palpable, con un patrón de conducta que ya no convence, y carente de los valores más esenciales.

¿Por qué se dice que hemos quedado sin vida propia? Tan simple, porque los que estamos dentro, no podemos organizarnos, por el desastre y la precariedad de país que tenemos, aun cuando pretendan presentar una bonanza que no existe, no se puede planificar siquiera algo tan sencillo como cuándo lavar o planchar, por el desconocimiento del  momento en que faltará la electricidad; no se puede organizar documentos, porque derivado a ese mismo inconveniente, el internet es complicado, y a ello se le añade que no se tienen organismos oficiales, dónde hacer una denuncia, dónde poner una queja, porque es un país donde NO existe quien dé una explicación, mucho menos resolver un problema; siendo que todo se maneja en base a mentiras, y es por ello que no es posible organizar una agenda de vida, y el resultado es que tenemos el país convertido en una “Cuna de Miseria”.


“La desgracia extrema que acomete a los seres humanos, no crea la miseria humana…simplemente la pone de manifiesto”

Simone Weil

Siendo como es que el socialismo no es otra cosa que la distribución igualitaria de la miseria, es una realidad, que afecta con mayor énfasis al ciudadano común, porque aquellos que ostentan altos cargos dentro de la administración pública, disfrutan de otros privilegios, pudiendo tener para ellos y su familia, estudios en institutos en el exterior del país, el consumo de alimentos obtenidos en los mejores establecimientos, atención médica especializada, turismo internacional, todo ello entre otros tantos beneficios.

Y mientras ellos disfrutan de lujos por los que no han trabajado, ni se lo han ganado, ¿qué hace el venezolano común?…COLA..!, es lo que hace el venezolano, aparte de estar naciendo en una “Cuna de Miseria” , esa es una absoluta realidad, su vida es una cola, incluidas las mujeres que les toca parir en condiciones infrahumanas dadas las condiciones hospitalarias de país, y donde nos preguntamos ¿qué futuro tienen esas nuevas generaciones?; no es otro que la ignorancia imperante en un país donde solo abunda la delincuencia organizada y la vitamina D, y eso la que brinda el sol, ya que la distribución de la miseria, ha sido repartida equitativamente.


No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”

 Martin Luther King

Firmemente estoy convencida que para poder crear una sociedad más honesta,  funcional y emocionalmente más sana y estable,  la misma debe estar basada en la Ética y en los valores morales, tal como fue la idea originaria de los grandes filósofos: y para extirpar de raíz ese cáncer denominado socialismo que no es otra cosa que comunismo que se está apoderando de toda América, la vía es la senda de la honestidad y la exaltación de los valores morales,  de lo contrario continuaremos por un despeñadero abismal, hacia una autodestrucción como sociedad, donde las próximas generaciones nacerán en una ya instaurada “Cuna de Miseria”, para prolongar la sociedad distópica que en la actualidad  pareciera llevar las riendas. ¡HASTA UNA NUEVA OPORTUNIDAD…!


A propósito del tema, a continuación, quiero compartirles un texto que corre por las redes sociales y escrito por el excelente venezolano, LAUREANO MÁRQUEZ, quien, desde el exilio, está haciendo – a pesar de muchas críticas- lo que él sabe hacer para ayudar en el cambio y mejoramiento de la situación.

“EL MAYOR DAÑO”

Quizá el mayor daño que el régimen ha hecho no es la destrucción de la industria petrolera ni la desaparición del oro ni la quiebra de la agricultura y de la industria; no es ni siquiera el condenar al exilio al 10% de la población, la destrucción del sistema educativo y el haber conseguido que Venezuela tenga la inflación más grande del planeta, que la mortandad de cada día sea solo un dato estadístico, que los niños estén muriendo de desnutrición.

El mayor daño lo ha hecho en la demolición del Alma Nacional, de la esperanza ciudadana, de la dignidad de un pueblo. También han sucumbido —en este asalto a la cordura— el sentido común, la bondad, la tolerancia, la compasión y el respeto. El mayor daño ha sido hecho en nuestros corazones, que se han vuelto incrédulos, desconfiados; que solo ven maldad y traición por todas partes. Ya no confiamos en nada ni en nadie; toda opinión que no sea la nuestra nos parece interesada, despreciable, digna de agresión e insulto. Estamos en una torre de Babel de sentimientos. La destrucción es, pues, mucho mayor de lo que parece a primera vista. Ya hay momentos en los que dudamos de que Venezuela tenga salvación. Somos una tierra en la que toda maldad tiene su asiento.

Estamos cercanos a eso que Hobbes llamaba el “estado de la naturaleza”, es decir, el estado previo al ordenamiento jurídico, a las leyes morales, a las normas de convivencia que hacen de un hombre un ser humano. Estamos —diría Hobbes— “en un estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos”.

Santo Tomás de Aquino decía que un tirano se apropia no solo de los bienes materiales de su pueblo, sino de sus bienes culturales; suprime los valores porque requiere un pueblo que sea lo menos virtuoso posible y promueve la enemistad entre los ciudadanos apelando al viejo principio de “divide y reinarás”. El tirano “despojado de la razón, se deja arrastrar por el instinto, como la bestia, cuando gobierna”, nos dice el Angélico. De esta manera logra envilecer a los ciudadanos hasta el extremo, porque sabe que así los somete mejor. Sin duda, en Venezuela este instinto ha funcionado a la perfección. Los venezolanos hemos sido envilecidos al extremo.

¿Cómo haremos para volver a creer en nosotros mismos, para considerarnos un pueblo digno de progreso y bienestar, de libertad y democracia; digno de vivir feliz sin necesidad de huir de su tierra? Es una pregunta que nos atañe y nos concierne a todos. En nuestro horizonte hay demasiada hambre, demasiada sangre, demasiado odio. Necesitamos con urgencia volver a creer en algo: creer que somos posibles, que podemos respetarnos y tolerarnos, que comer es una actividad normal del ser humano, que podemos transitar calles seguras, que los desacuerdos no nos condenan a asesinarnos, que hay esperanza y futuro y que ese futuro puede ser del tamaño del empeño que pongamos en él. No puede ser que una tierra que es capaz de producir tanto talento, tantas individualidades inteligentes y capaces, esté condenada al fracaso como proyecto común. Esta lucha comienza en nosotros mismos. Corazón adentro debemos hacer que Venezuela renazca como una aspiración de fe en nuestro espíritu, comprometida con valores, principios e ideas. La lucha es afuera y es adentro. Volver a creer en nosotros es el primer paso para salir de esto, porque a esa certeza no hay fuerza humana que la someta.

Ese día veremos a la tiranía desvanecerse hasta convertirse en un mal recuerdo, como cuando, mirando un viejo retrato de nosotros mismos, caemos en cuenta de lo feos que fuimos alguna vez.

LAUREANO MÁRQUEZ.

“Donde la ignorancia grita, la inteligencia calla”


Socialismo: cuna de miseria

Nervis Nava
Nervis Nava

Escritora especializada en investigación y divulgación de temas asociados al desarrollo personal, de autoayuda, virtudes y valores humanos positivos. Venezolana, del estado Zulia, defensora de la libertad, la república, la propiedad privada y el estado de derecho.  


UNETE AL CLUB

¡Se parte de El Candil!

Recibe actualizaciones cada domingo

¡No hacemos spam! Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para obtener más información.

UNETE AL CLUB

¡Se parte de El Candil!

Recibe actualizaciones cada domingo

¡No hacemos spam! Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para obtener más información.

5 comments

Tu opinión cuenta. Nos permite valorar contenidos.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.