Descentralización, un buen camino

Por Eugenio Montoro

No hace tanto, Gente del Petróleo en Maracaibo, publicó un video sobre los últimos años de PDVSA (puede verse en YouTube con el título PDVSA 20 años en azul 20 años en rojo o simplemente PDVSA 20 20). Hacerlo fue una experiencia intensa y retadora pues nos enfrentábamos por primera vez a la producción de un video y un poco “a lo macho” tuvimos que ir aprendiendo, como hacer el guión, como recopilar el material, grabar imágenes y sonidos para finalmente editarlo.

            Ahora, menos inexpertos, hemos decidido elaborar otro video sobre un tema que nos pareció actual y de interés: la descentralización. Por supuesto el primer paso es informarse mediante lecturas y conversaciones con los conocedores del tema para así poder fabricar un buen guión. En esta etapa hemos conseguido detalles interesantes que compartimos de seguida.

            La idea de los gobiernos locales o descentralizados existe desde la colonia. Las siete provincias que firmaron la declaración de independencia tenían bastante autonomía y por ello la Constitución que se redacta en 1811 afirma ser una república federal. En la práctica, durante la guerra de independencia eso fue al revés y se fue centralizando el poder hasta que, en 1854, ya liberado el territorio, ocurre una guerra civil que se llamó la guerra federal o guerra larga que duró cinco años. Aunque ganaron los federales se siguió gobernando desde la capital y si bien todas las 26 constituciones mantienen la idea de la república federal, el poder real sigue centralizado y concentrado en Caracas.

            Gran cantidad de países poseen gobiernos descentralizados. Las regiones poseen mucho poder y autonomía y les va bastante bien. Las descentralizaciones son, uno, políticas, pues se eligen gobernantes y se hacen leyes regionales, dos, fiscales o sea se establecen claras reglas de repartos de impuestos y hay autonomía fiscal de la región y, tres, administrativas que consiste en gerenciar los organismos públicos locales. El asunto fiscal es importante y delicado, en Alemania, por ejemplo, el IVA se reparte 50% para las regiones y 50% para el gobierno federal, pero el impuesto sobre la renta se queda totalmente en las regiones.

Los gobiernos descentralizados tienen mucho potencial para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos pues las regiones tienden a promover el desarrollo industrial, comercial y de servicios de manera de generar muchos recursos vía impuestos y con estos, a su vez, se mejora la infraestructura y los servicios públicos. Eso funciona y hasta existe un gráfico con los países cruzando la magnitud de su descentralización con el PIB por persona y, en efecto, es clara la relación de que cuanto mayor es la descentralización mayor es la riqueza de la región y los ciudadanos.

El reto es hacerlo en Venezuela. En 1990 hubo un intento serio de comenzar este proceso y además de la elección de gobernadores y alcaldes mediante el voto de la población, se transfirieron algunas funciones a las regiones tales como puertos, aeropuertos, carreteras, escuelas, etc. Esto fue revertido pocos años después por el gobierno chavista, volviendo a centralizarse casi todo.

El régimen actual venezolano con sus espejos de corte comunista cubano está tratando de impulsar pseudo gobiernos locales basados en la figura de comunas, Esto, además de descentralizar menos que un comino, es un asqueroso sistema de control político sobre la población desde un único poder central.

Descentralizar es hasta una forma de consolidar el sistema democrático pues la posibilidad de que cada región resuelva sus problemas sin necesidad de mantener una procesión de ruegos al poder central es un mecanismo ligero y eficiente. Ciertamente esto es un proceso retador pues no solo disminuye el poder central, sino que cambia casi todos los mecanismos establecidos en la relación gobierno central y las regiones. Sin duda habrá que crear un grupo grande de asesores y especialistas para que ayuden a hacer fluir el proceso y den claridad a las muchas dudas que irán surgiendo, pero si se planifica adecuadamente y los repartos de impuestos son sensatos y claros, la descentralización empezará a dar beneficios en corto tiempo.

Como todo, se requiere de gente honesta y eficiente para manejar el gobierno local. Los ciudadanos tendrán mucho cuidado en elegir y evitar a los populistas y a los oportunistas. Cuando salgamos de estos pillos colorados que a nadie se le olvide iniciar la descentralización. Ese es el buen camino.

Descentralización, un buen camino-Eugenio Montoro-El Candil Pedregalero

Maracaibo-Estado Zulia-Venezuela

14 de diciembre de 2019

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