EL CANDIL – AÑO III – N° 136.
“La mejor forma de despertar el deseo de trabajar en uno mismo, es comprender que podemos morir en cualquier instante”
Nervis Nava
Vives y piensas que todo en tu vida tiene sentido, sin embargo, sientes un vacío, y no es otra cosa, que el EGO sabe hacer muy bien su trabajo opacando la luz del Alma, esa llama que nunca se apaga, que siempre está encendida, y hay momentos que nos olvidamos de ella, y que debemos mantenerla siempre prendida. Cuando comenzamos a observarnos internamente, la vida, por ley de correspondencia nos saca de ese aprendizaje fuerte que podemos estar viviendo; entonces nos liberamos del deseo de que los “otros” sean como quisiéramos, y es cuando al soltar, al desapegarnos, llega el proceso de la ley de los espacios vacíos, y la vida misma se encargará de llenar ese espacio.
El error es necesario para aprender, y nuestro primer error es creer que todo nos pertenece, nuestros seres queridos, el empleo, el dinero, y aunque nos moleste o nos duela soltar la idea de pertenencia, debemos desapegarnos de todo, incluso de nuestros afectos más cercanos, porque en cualquier momento la vida nos dejará sin ellos, y lo que la vida se lleva, es porque ya no lo necesitamos.
El desapego no es una condición negativa, sino una condición vigilante, positiva, que nos libera de algo que impide en nosotros el contacto con el alma, ese algo es el miedo de la libertad. Tenemos apego cuando tenemos miedo de la libertad. Tenemos apego cuando perdemos el poder interior. Tenemos apego cuando nos volvemos dependientes de una persona, de un evento, de una circunstancia; inclusive de la religión como una muleta exterior, no como un punto de apoyo interior.
El apoyo nos hace perder el poder, porque nos hace perder el punto de apoyo interior y este es autonomía. La autonomía es la condición del alma, del contacto de la personalidad con el alma. Solamente cuando seamos autónomos, nos aceptemos, nos reconozcamos, tengamos autonomía interior y seamos nosotros mismos; entonces recién el alma podrá anclarse en nuestro vehículo.
Buda
“La felicidad consiste precisamente en dejar caer el apego a todo cuanto nos rodea»
Nosotros somos fundamentalmente el alma que utiliza la personalidad, pero el alma es virtual, es potencial, es como un futuro incierto cuando nosotros no somos libres, entonces el alma se puede asentar, solamente en medio de la libertad. El apego negativo lo llamamos rechazo o aversión; ya que estamos apegados a un sentimiento que tornamos en resentimiento, y el resentimiento como una forma de aversión es el peor de los apegos; ya que el apego no solo es la dependencia de otro, sino la dependencia de un sentimiento, y ello se origina en el campo emocional, o campo astral.
Una relación de apego produce sufrimiento, por eso la condición del sufrimiento es el apego, de tal manera que la mejor forma de soltar el sufrimiento es procesar el desapego. Existen momentos en la vida que nos retan y nos perturban, pero a veces esas experiencias desagradables parecen quedarse demasiado tiempo, lo cual drena nuestra energía y nos impide vivir con plenitud, ya que todas aquellas cosas que no dejamos se convierten en una pesada carga emocional que llevamos en cada momento de nuestra vida
La dificultad en este tema es que es más fácil hablar sobre el desapego que practicarlo; sin embargo, por difícil que parezca es importante recordar que no estamos solos, pues esta es una experiencia compartida por toda la humanidad, y existe infinidad de sabias palabras de quienes han enfrentado esta cuestión antes que nosotros y pueden guiarnos en el camino.
El desapego es una facultad del Ser Esencial que está a nuestra disposición, y cuando lo activamos se experimenta una levedad, armonía y júbilo interior, indescifrables. Los grandes maestros del pasado fueron un emblema del desapego porque vivían en sintonía y sinergia con Dios, el Universo y la evolución.
Lao Tse
“Cuando dejo ir lo que soy, me convierto en lo que puedo ser, y cuando dejo ir lo que tengo, recibo lo que necesito»
El desapego es afrontar conscientemente los desafíos evolutivos con la actitud de agradecimiento, asumiendo plena responsabilidad por ello y con la convicción de que el esplendor, belleza y Amor Divino se manifestarán en nuestro interior, y nos servirá de guía en el transcurso de la vida; porque al alcanzar la luz liberadora del desapego tenemos en nuestras manos el soporte espiritual que nos ayudará a despojarnos de los lastres evolutivos que nos impiden recuperar nuestra gloria y plenitud divina; y siendo Luz Divina Inmortal, y la atracción hacia la luz infinita del Creador, alcanzamos la finalidad de la evolución.
La vida son consecuencias de nuestras decisiones y no vinimos a este plano a sufrir, vinimos a corregir situaciones, y para ello lo más importante es conectarnos con nuestra ALMA, siguiendo algunas técnicas para desintoxicarnos, como por ejemplo, la meditación, la reflexión, el reconocernos lo que somos en esencia, y cuando comenzamos a reconocernos, ya hemos dejado caer muchos velos que nos impiden ver que somos los que realmente podemos conducir nuestra evolución, desde el Alma, y no deshojando una margarita, a modo de “suerte”.
HASTA UNA PROXIMA OPORTUNIDAD..!
“Dejar ir no es librarse de los recuerdos. Los recuerdos se quedarán, siempre lo hacen. Dejar ir es asegurarse de que el dolor asociado con los recuerdos se vaya«
Arti Honrao
Naguanagua – Estado Carabobo – Venezuela

Excelente reflexión, sin desperdicio alguno