EL CANDIL – AÑO III – N° 136.

A pesar de la “nueva normalidad” declarada por algunos países y sociedades, ya no es posible vivir sin tener presente y en cuenta, los indicadores asociados a la pandemia que ha venido haciendo estragos a nivel mundial y cobrando una cuota de vidas a la que no es fácil acostumbrarse. Las cadenas de abastecimiento con su disrupción derivada del virus tienen al mundo en tensión y alarma con su impacto en millones de puestos de trabajo, la demanda de bienes y servicios insatisfecha y el incremento de los indicadores de pobreza que han obligado a cambiar hábitos, a aprender y a desaprender.

Después de casi dos años y mirando en retrospectiva, es innegable que hoy sabemos mucho más que lo que sabíamos cuando todo esto empezó. Recuerdo cómo en forma audaz, o irresponsable? quedaron grabadas para el recuerdo soluciones, criticas, apreciaciones, consejos y mandatos de “lideres” que se erigían en honestos y desinteresados guías de una sociedad ávida de encontrar respuestas a situaciones desconocidas hasta el momento. “Este gobierno no estaba preparado para tener suficientes camas UCI” Como si algún pais estuviera preparado. “Este gobierno le da prelación a la economía vs la vida”; Como si alguna sociedad pudiera sobrevivir sin cuidar su economía. “Abrirán el aeropuerto pasando sobre mi cadáver”; Como si las ciudades pudieran vivir totalmente aisladas. “El gobierno debe exigirles a las empresas fabricantes de vacunas que nos suministre vacunas”; Como si el mundo y su industria girara alrededor de mí. “Tomando XXX medicamento o producto, (incluidos desinfectantes), se elimina el virus”; Sin comentarios. “Las vacunas no sirven, solo las utilizan para inocularnos un chip y controlarnos a todos”; Sin comentarios. “El Virus y la pandemia son un invento”; Sin comentarios. “Vamos a hacer manifestaciones con todas las medidas de bioseguridad”; Sin Comentarios. “Eso es como una gripe más”; Sin comentarios. “XXX medicina tradicional de YYYY país que yo admiro, si cura el virus”; Sin comentarios. “Limitarles salir y decir que son más susceptibles de morir los adultos mayores, es discriminación”; Sin comentarios. “Si el gobierno no quiere más aglomeraciones y casos, debe hacer lo que yo le digo, retirar XXX proyecto de ley”; Sin comentarios.

Creo que todos tenemos ejemplos iguales o peores a estos, de iluminados que tenían la solución antes de que surgiera el virus y con ese gran “conocimiento” creen que pueden y tienen el derecho de ser los lideres de nuestros países, y evitar que cualquier científico, investigador, estudioso, envenene a “mi pueblo” con conocimiento innecesario y pretenda decirles que la disciplina, investigación y análisis son importantes.

Como resultado directo de algunas de esas recomendaciones y su combinación, los vendedores de camas y equipos de unidades de cuidados intensivos UCI, se vieron obligados a redoblar sus esfuerzos para suministrar esos equipos y medicamentos a los diferentes países en el mundo que se los disputaban. Los dedicados médicos, a pesar de su desconocimiento del enemigo, armados con su poco conocimiento “político”, pero amplio conocimiento del cuerpo humano y su funcionamiento, se vieron obligados a hacer “malabares” para salvar las vidas, sin importarles si llegaban a causa del ejercicio libre de su derecho a la indisciplina, el ciego seguimiento a “lideres” nocivos y malintencionados,  o la necesidad de exponerse al agresivo comportamiento del enemigo desconocido, para subsistir.

Recuerdo de algunas lecturas y conferencias y hasta de alguna experiencia cercana, cómo se desenvuelven situaciones en las UCI. Se le suministran al paciente calmantes, se le induce al sueño para paliar el sufrimiento. Se debe vigilar los niveles de potasio, hierro, y defensas. Se debe evitar la desnutrición con alimentación proteica. Controlar el funcionamiento de los pulmones evitando la formación de coágulos disminuyendo la coagulación de la sangre, controlar la tensión, vigilando que no haya hemorragias, que el hígado funcione apropiadamente con sus enzimas y que los riñones cumplan con su función a pesar de las exigencias. …. Entendemos por qué son malabares? Comprendemos una sala UCI ocupada casi al 100% de su capacidad de manejar pacientes, con medicamentos escasos, equipos insuficientes, en una zona de alta tensión, donde sobrevivir puede ser un milagro? Entendemos que finalmente puede ocurrir una falla multisistémica y esa máquina casi perfecta con que hemos sido dotados, que es el cuerpo humano, puede desbalancearse y es el fin?  

Alguien tiene la capacidad de aceptar que la solución es fácil? Alguien tiene la capacidad de entender cómo manipuladores pueden inducir a que el pueblo convierta eso en un tema político? Que simultáneamente a la lucha con el enemigo invisible y algunos deshonestos lideres, también los pueblos deben seguir resolviendo su supervivencia económica, ingeniándoselas para generar ingresos y producir alimentos e insumos para mantenerse, experimentando una “nueva normalidad”?

La pandemia es algo que surge con un virus desconocido e inesperado, aunque en el pasado haya existido otras, pero que ningún ser vivo recuerde haber experimentado. Qué pudiéramos pensar si nos enteramos que ahora mismo en el mundo está pasando ante nuestros ojos algo que puede llegar a producir efectos peores que la pandemia? Probablemente todos saldríamos corriendo a tratar de ver cómo ayudar a evitar que sus efectos se produzcan. Cómo evitar que el mundo entero, toda la humanidad, llegue a cuidados intensivos y se someta a malabares para tratar de sobrevivir?  Como evitar HUCI. (Humanidad en Cuidados Intensivos)? Como evitar llegar a una falla multisistémica que como humanidad nos haga desaparecer?

En la pandemia hay aspectos que inciden en el impacto del virus en los individuos, su reacción, probabilidad de ingreso a una UCI y supervivencia. El nivel de defensas, la historia de eventos asociados a la salud, la alimentación, el estilo de vida, producen una combinación que es diferente en cada individuo para enfrentar el potencial contagio. Como hemos visto en este par de años y a pesar de las campañas, no es fácil convencer a muchas personas de la importancia de disminuir la probabilidad de exposición considerando que no pueden cambiar su pasado y que se les convierte en una apuesta con la supervivencia en juego.   

Guardadas las proporciones, como humanidad estamos construyendo lo equivalente a la combinación de factores con la cual debemos enfrentar lo que el mundo nos está presentando como retos para la supervivencia. La producción y distribución de alimentos. La producción y utilización de la energía. El mantenimiento y utilización de los recursos naturales. Las condiciones de salubridad de la población. Son factores clave para enfrentarnos a los retos que ya vislumbramos y a algunos que probablemente nos presente el futuro y aun no imaginemos. Según la ONU al cierre 2019 en 101 países 1.300 millones de personas, el 23.1 % de la población, sobrevive en nivel de pobreza multifuncional. Según la FAO un tercio de los alimentos que se pueden producir en el mundo se pierden. Según OMS UNICEF al cierre de 2019, 2200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados en forma segura.

Hoy la humanidad no puede vivir sin consumir 90 millones de barriles de petróleo diariamente. No puede dejar de lanzar a la atmosfera 50 billones (americanos) de toneladas de CO2.  Consume 7.800 MM Tm de carbón. Consume alrededor de 350 MM toneladas métricas de carne al año. Si se analizan las proyecciones con el comportamiento actual, en 10 años años la temperatura del planeta habrá subido 2,7° C. según publicaciones a propósito de la COP26, próxima cumbre del clima de la ONU.

Los hechos anteriores ilustran la encrucijada de la situación del mundo. Para mejorar las condiciones de vida de una parte importante de los seres humanos, se requiere aumentar la producción y consumo de energía, sin embargo el aumento de los rubros asociados a la energía conduce al calentamiento global que en 10 años tendría efectos catastróficos y pondría en un real peligro la supervivencia de buena parte de la humanidad.

El parangón con la pandemia creo que se puede entender. La situación de conflicto entre los objetivos inmediatos y a mediano plazo. Así como en el COVID se debe conjugar la necesidad de proteger la vida y la de sostener la economía que permita la sostenibilidad, la humanidad como un todo debe conciliar la necesidad de mejorar las condiciones y vivir hoy, con la necesidad de dejarle a nuestros descendientes que ya están entre nosotros, un mundo vivible. En los dos casos las decisiones no son fáciles porque en ambos hay muchas preguntas sin respuesta y en las que debe trabajarse para, además de acordar acciones conjuntas asociadas al comportamiento individual y colectivo, sumar esfuerzos en la búsqueda de aportes, mediante la investigación y desarrollo de tecnología. En ambos casos también debido a la globalización no hay soluciones regionales o dentro de fronteras de países, culturas o clases sociales. Las amenazas son a todos los niveles. Agravante es el corto tiempo para acordar rutas de acción.

También y para reforzar la similitud, como en el caso que ya hemos vivido de cerca con el COVID, ya existen lideres declarando que el futuro del mundo, su sostenibilidad, no está en peligro y se debe continuar con la vida como hasta ahora negando las realidades del calentamiento global y la adecuada utilización del ambiente. Por otra parte, hay lideres y seguidores que exigen soluciones de emitir un decreto, apretar un interruptor y eliminar ya el uso de energía y la utilización de recursos. Mañana ya no tendremos problemas según sus planteamientos. Tal como en el COVID había iluminados que decían que había que “apagar la economía” y los otros que decían que el COVID “era una gripe”

Que podríamos sacar en conclusión especialmente después del aprendizaje del COVID?

Una sola medida de protección o de cura no es suficiente. Se necesita aplicar todas, las de preparación, protección y corrección.

En la medida que lleguemos mejor preparados a la catástrofe si no logramos evitarla, tendremos mayor probabilidad de sobrevivir. Debemos prepararnos incorporando la población que hoy no puede aportar y esta relegada.

Tenemos aun muchas cosas por investigar y aprender. No es útil la soberbia de pensar que lo sabemos todo y ya tenemos solución para todo. Los científicos son un apoyo esencial.

No hablamos del cambio necesario del comportamiento de unos pocos. TODOS debemos aprender y modificar nuestros hábitos.

No se salva una ciudad, región o pais si no se salva el mundo. La próxima reunión COP 26 este domingo, puede ser otro fracaso anunciado si los lideres no comprometen el cambio que deben lograr en comportamiento de sus pueblos.

La supervivencia de la humanidad pudiera estar midiéndose en lustros. En dos lustros ya pudiéramos estar en un punto de no retorno si llegamos a 1.5°C de calentamiento.

EN ESTA EPOCA DE CAMBIOS DEBEMOS CAMBIAR EL EQUIPAJE CON QUE PRETENDEMOS VIAJAR AL FUTURO, DE LO CONTRARIO TALVEZ ENTREMOS A LA HUCI. HUMANIDAD EN CUIDADOS INTENSIVOS. ¿Vendrán a salvarnos los extraterrestres?  

Bogotá – Colombia