FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO VI – N° 268.-
Especialistas del tema han identificado varios estilos de liderazgo creando la idea de una simbiosis entre personalidad y estilo de mando.
Recuerdo los siguientes estilos, expuestos en un curso llamado Liderazgo situacional: Laissez-faire (Dejar pasar o dejarlo ser), Autocrático, Democrático, Transaccional y Transformacional. Muchos los recordarán.
Por otro lado, se dejaba colar que la forma de tratar al personal estaba por encima de los resultados de la unidad de producción, por tanto, era importante promover la figura del gerente ideal basado en un estilo de liderazgo casi que complaciente al modo “Country Club”.
Siempre me pareció que trataban de calzar un zapato muy pequeño en un pie muy grande. Es decir, que se trataba de aplicar el concepto de liderazgo en un espacio o un ámbito donde no encaja muy bien del todo.
Me parece que el concepto de liderazgo está más asociado con ciertas habilidades o dones; lo veo más cerca de aspectos como el emocional, con seguidores de un ideal, con el manejo de multitudes, con la pasión, motivación, inspiración, fe, admiración, guía, simpatía y creencias, por tanto, no veo clara la conexión con el mundo empresarial.
En cambio, me parece mucho más idóneo emplear el concepto “dirección” cuando nos referimos al mundo de la producción o la economía. Ambos términos están en sintonía con la idea de «mando». En este caso se podría emplear el termino liderazgo, pero como una posición dentro del organigrama, mas no como un atributo indispensable para dirigir una empresa.
En tal sentido, se asocia de forma más nítida la idea de “dirección” con términos tales como conocimiento, resultados, producto, valor, organización, métodos, planificación, estrategia, proceso, actividades, tareas, normas, metas, etc.
No se puede delegar la dirección de una unidad de producción a una persona basados únicamente en la popularidad o la simpatía. En este caso la probidad es el factor determinante.
Las personas que han producido grandes cambios en la historia de sus países colocándose al frente de un movimiento político o social asumiendo el liderazgo, solo pudieron hacerlo en el contexto donde se desarrollaron. Por ejemplo, Gandhi no habría tenido el mismo impacto político y social en un lugar diferente a su país.
Para alcanzar la dirección de una unidad de producción se requiere una gran dosis de conocimiento adquirido, mucho más que simpatía. Es más, el conocimiento es indispensable, y está por encima de que se tenga o no la simpatía o la pinta de líder. Ambas cualidades se pueden ir desarrollando de forma paulatina y equilibrada en organizaciones donde se practique la meritocracia, el desarrollo organizacional, y la planificación de necesidades de desarrollo y adiestramiento.
Pienso, al escuchar que, en una determinada organización, o unidad de producción hace falta liderazgo, que es una organización enferma; y eso es debido a que sus integrantes manifiestan, o padecen de una fuerte dependencia emocional.
En cambio, en una organización con integrantes altamente auto motivados no se necesita de un líder carismático, o de un mesías, lo que se necesita es un director probo, como en una orquesta, ya que cada quien es su propio líder, conformando un equipo de alto desempeño, elevados resultados, con orientación al logro, sentido de pertenencia, con objetivos y metas claras.
De acuerdo con la lógica anterior, a pesar que ambos términos suelen utilizarse indistintamente, no son lo mismo. Mientras que uno tiene que ver más con el dominio del proceso y el conocimiento, el otro se asocia más con un rol en el organigrama, en el caso que se quiera aplicar en el mismo contexto de la unidad de producción.
Los roles son diferentes. El rol de alguien que asume el liderazgo de una causa es diferente al rol que debe desempeñar un director en una unidad de producción.
En una página de la web dedicada al reclutamiento de personal a nivel mundial conseguí estas definiciones:
Liderazgo: Es la habilidad para motivar a las personas para que se comprometan con proyectos en común.
Dirección: Consiste en administrar el trabajo y garantizar que cada miembro del equipo cumpla eficientemente con sus tareas.
Es un tema apasionante que da para mucho más y lo pongo en el tapete para la discusión y análisis.
Freddy Riera
Economista venezolano en el exilio. Consultor e instructor en logística de abastecimiento y cadena de suministros. Editor de El Candil.