Por Nervis Nava

«Allí donde el apego a las cosas termina, es donde DIOS comienza«

M.Eckhart

La “Divina Providencia” es un término teológico y aunque siempre ha sido utilizado con connotación religiosa; es también susceptible de interpretarse en otra forma cuando alcanzamos a comprender nuestra esencia espiritual, y nos damos cuenta que no se puede lograr una comprensión de Dios y de la “Divina Providencia” a través de las religiones, donde se nos presenta como un “misterio” o, a través del intelecto.

Para medianamente lograr una visión y aceptación profunda de lo que somos, debemos aferrarnos primeramente a la FE, y dentro de ello, aprender a aquietar el bullicio de la mente para sentir que es DIOS siempre la contestación a las necesidades humanas, siendo entonces que en esas contestaciones es cuando entra la acción de una provisión divina, que cubre, satisface, orienta y alivia cualquier sufrimiento, necesidad y requerimiento que experimentamos en nuestro diario vivir.

¿Cómo definir lo indefinible? …..Es natural aferrarnos a lo conocido, a lo definible…..una mariposa se aferra a lo que queda de su crisálida antes de soltarse y volar libremente; para nosotros es altamente difícil “soltar” ideas y patrones a los que hemos permanecido aferrados, y para poder conocer lo que es inconmensurable, primero debemos tener la mente libre de ideas preconcebidas, y de este modo,  abandonarnos a poner en práctica el permitir y confiar en  que la actividad de la Divina Providencia fluya a través de nuestra vida.

Personalmente y expresándolo en términos sencillos, la Divina Providencia es el medio a través del cual Dios nos indica el camino o la vía a seguir en nuestro proceso evolutivo, y también el canal por donde recibimos todo lo que material y espiritualmente necesitamos para cubrir abundantemente todo lo que se requiere en las tareas y actividades que debemos realizar en el transitar por este plano o dimensión.

Es algo semejante a cuando estamos dentro del vientre materno, y a través del cordón umbilical nos suministran todo lo necesario y suficiente para nuestro desarrollo y crecimiento; del mismo modo, la Divina Providencia, es quien tiene esa misión.

«Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan,  ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Mateo 6:26

Es un hecho cierto que el plan de Dios en nuestras vidas va mucho más allá de lo que la mente humana pueda llegar a concebir y cuando alcanzamos a comprenderlo, a  “sentir” que es así y nos “asociamos” con la Divinidad de esa presencia en esa tarea, independientemente de las circunstancias, comenzamos a vivir cosas maravillosas,  porque toda la vida se armoniza y no habrá manera de detener el fluir de la bondad de Dios, y experimentar bendiciones que la mente jamás pueda imaginar.

«…toda la vida se armoniza y no habrá manera de detener el fluir de la bondad de Dios»

Nervis Nava

Platón hizo referencia a la existencia de la “Divina Providencia”, en cuanto a ser “…quien cuida el Universo y tiene todas las cosas ordenadas…”  aunque con ello no expresó la idea como providencia, sino  como destino, pero cuyos designios irrevocables incluyen todo lo que existe, incluidos los hombres.

También se tienen otras definiciones como “La Providencia” que consiste en la curación ejercitada por Dios en las comparaciones de todo lo que existe”; y dentro del campo literario algunos autores se refieren a “La divina Providencia” de ser quien actúa como un auténtico personaje que influye en los acontecimientos y en los seres humanos.

No creo en DIOS porque lo haya visto, sino porque lo he sentido…

Ahora bien,  ¿Quién crees que eres?

Los seres humanos  somos unas criaturas privilegiadas dentro de este infinito universo, que transitamos un camino evolutivo; que poseemos una conciencia y una inteligencia con las cuales  nos movemos dentro de un corto paréntesis que se llama VIDA y  donde debemos  alcanzar cierta estatura espiritual a través de lo que conocemos como FE, pero no una FE basada en lecturas o enseñanzas religiosas, ni una FE ciega, sino una FE que se desarrolla por la evidencia, la convicción y la comprensión  de la magnitud divina de nuestro origen; siendo de gran importancia que al asumir una conducta espiritual se debe tener claro que no se tiene por qué creer a ciegas, sino que con la práctica llegará la certeza; de esta manera y al transitar por este camino evolutivo, nos vamos encontrando con situaciones y vivencias, ante las cuales debemos tomar decisiones, unas más complicadas que otras, y siempre ante toda disyuntiva, volvemos nuestra mirada y nuestros pensamientos hacia “un sitio”, hacia “alguien”,  que nos guíe, y  al salir de la situación que nos angustia, orgullosamente humanos nos otorgamos todo el crédito, aunque digamos…»Gracias a Dios”….pero es precisamente en esas situaciones de doble camino para escoger, donde la “Divina Providencia” actúa, sucediendo en múltiples ocasiones verdaderos “milagros” y es que cuando nos entregamos a ese plan divino que existe para cada uno, cosas maravillosas y poderosas pueden suceder.

«DIOS PROVEERÁ. Solo que a veces puede ser diferente a lo que teníamos en mente«

Nervis Nava

Particularmente creo que vivir bajo estas directrices nos permite llevar un día a día con más serenidad; disfrutar los buenos tiempos, superar con fortaleza los más difíciles y decidir con sabiduría en la incertidumbre, aceptando que nada es para siempre, y que la “Divina Providencia” estará en todo momento para fortalecernos, guiarnos, proveernos y recordarnos que el momento más oscuro es justo antes del amanecer….

Quizás usted como lector podrá preguntarme, ¿Cómo sé que esto es así?. Desde el intelecto pueda que no tenga una respuesta racional y lógica, solo puedo decir que esa certeza de que lo Es, vive en mi corazón…y que  poner todo en manos de la “Divina Providencia”, permite fluir con la vida y tener una actitud no de conformismo sino de aceptación…que todo ES como ES, que la Vida y el Universo marchan siempre en perfecto Orden Divino.

Naguanagua-Estado Carabobo-Venezuela

Domingo, 09 de febrero de 2020