DARIADAS – DARÍO PÉREZ – El Candil Pedregalero – Año II – N° 77 – Sábado, 05 de septiembre de 2020.-

Quiso una vez el destino, que al momento del alfarero elegir un pedazo de arcilla para trabajar, ésta le hablase de esta forma:

¡¡ALFARERO ALFARERO!!
TRÁTAME CON CARIÑO
QUE SOLO SOY UN NIÑO
QUE UNA ACIAGA TARDE
¡ME DORMÍ EN BRAZOS DE MI MADRE!!

Luego le pareció oír nuevamente una voz que decía:

¡¡ALFARERO, ALFARERO!!
¡¡TRÁTAME COMO FLOR HERMOSA!!
TE RUEGO POR FAVOR,
QUE FUI UNA FIEL RELIGIOSA
AL SERVICIO DEL SEÑOR.

Y luego brotó una nueva voz:

¡¡ALFARERO ALFARERO!!
DAME UN TRATO ESPECIAL
TE PIDO Y TE RUEGO,
QUE FUI UNA JOVEN ANGELICAL
¡¡Y QUIERO SOÑAR DE NUEVO!!

El alfarero dudó, en un momento creyó haber sido confundido con el sonido del viento, pensó que podían haber sido algunas voces provenientes de algún lugar cercano, pero al mirar con mucho detalle la arcilla, pudo observar varias formas que lo invitaban a seguir adelante, tomó con presteza y gran delicadeza la pieza que se le ofrecía.

Comenzó a amasar, y al momento de hacerlo, sus manos callosas se suavizaron, no sabía si eran sus manos las que obraban por sí solas, o era la masa misma que iba despertando luego de un letargo y las hacían mover de tal modo, pero no podía dejar de amasar, a poco una figura fue adquiriendo forma, sintió tocar unos suaves y tiernos senos, una frente, un vientre y hasta una mejilla.

Luego aquella figura cobró vida, era una grácil joven que lo miraba muy complacida como agradecida, parecía como salida de un cuento de hadas. Ella sugirió que brindaran por el hecho, ya que aseguró, esperar con ansias ese encuentro, brindaron, danzaron, recitaron unos versos, y hasta un tango bailaron interpretado por Gardel.

Luego de pasado el embrujo del momento, ella quiso marcharse de prisa alegando tener una sagrada misión que cumplir, y en una mirada tanto tierna como profunda, le transmitió todo lo concerniente a su pasado, al pasado de él y de todo lo que existe o es.

Al quedar solo, el alfarero meditó y meditó, pensó y pensó, y hasta llegó a creer que todo no había sido más que una ilusión, que nada era cierto, pero al mirarse las manos, las vio muy distintas, estas le invitaban a seguir adelante. Luego de repente, una luz iluminó su mente, todo le fue develado. Entonces, ¿era cierto lo de la vida eterna? ¿Estaban en lo cierto aquellos que aseguraban que existen otros mundos, pero están en este?

Quiso reír, quiso llorar, intentó incluso gritar, pero el sonido no salió de su pecho, era tal el impacto que la película que pasaba por su mente causaba, que nada ya podía hacer, sino adentrarse más en lo más profundo, no podía dejar de ver circular todas las vidas y formas habidas y por haber, pasadas, presentes y futuras, de todos los seres y cosas, incluyéndolo a él.

Entendió que él mismo fue un día polvo cósmico, se vio descendiendo en forma de lluvia de estrellas, en forma de copos de nieve, y hasta en gotas de lluvia. Se vio convertido en árbol, en carbón, en papel, en animales de todas las especies, supo que fue es y será un ser o una cosa, y así vio también convertidos a los demás seres y cosas. Fue polvo, arena, ceniza, arcilla, que fue moldeado y transformado, fue y será fluido o líquido. Supo que de esto se trata la “Eternidad”; Pasar de un estado a otro, ser transformado de un ser a una cosa y viceversa.

Entendió que siempre hay un propósito en cada una de sus formas, que se tiene una misión por cumplir, y que él en este momento estaba en su Misión Mayor, le había sido encomendada la misión de rescatar, de transformar, de dar nuevas formas de vida. Esto le hizo entender que no debía perder tiempo, que era necesario actuar de inmediato.

Comenzó a amasar, y cada pedazo de arcilla que caía en sus manos, enseguida lograba identificar quien fue, que fue y quien será, porque también supo que, se viene con una predisposición, que ya se viene predestinado a ser alguien o algo según lo que hayas sido o sea tu misión, también le fue develado que no se repite el mismo ser de manera inmediata, se ha de cumplir un ciclo.

También entendió, que no estaba solo en esta tarea, sino que igual a él había otros cultores, tales como panaderos, escritores, carpinteros, jardineros, agricultores y otros. Supo que nada muere, sino que cambia de forma, comprendió que nada es inanimado, que todo tuvo, tiene y tendrá vida. Pero debía darse prisa, no sabía de cuánto tiempo disponía para tal cosa.

Ahora tenía muy claro lo de JOHN DONNE cuando dijo: “ NADIE ES UNA ISLA COMPLETA EN SI MISMO; CADA SER ES UN PEDAZO DEL CONTINENTE, UNA PARTE DE LA TIERRA” también interpretó a OMAR KHAYYAM y su RUBAIYYAT, entendió por qué comparaba el asa de un ánfora, con el brazo de su amada, o el cuello y las curvaturas con su talle; supo también que quiso decir NEMER IDL EL BARUD en su monosílabo, “AÚN LA RAÍZ MAS PROFUNDA AGUARDA POR SU LEÑADOR”.

Él supo que no era su leñador propiamente dicho, sino más bien, su transformador, supo que ALFA NO SIEMPRE FUE ALFA NI OMEGA SIEMPRE OMEGA, que ambas cambian de roles.

Era tal su estado de euforia, en cada hoja, en cada cosa, en cada ser, reconocía un viejo amigo o familiar, le regocijaba saber que sus amigos y familiares no estaban muertos, sino que habían cambiado de forma.

Supo que esa es la esencia de la vida, que todo no es más que una transición, es una serie de pasos que todos deben cumplir, que el río es hoy día es río, y que tiene la misión de trasladar, modelar y transformar otras formas de vida, que lo hace al igual que los vientos y los volcanes, pero más luego, ellos también experimentaron cambios.

Le fue develado que nada es nuevo, que todo lo que existe o es, ya ha experimentado cientos de vidas en todas sus formas. También comprendió, que en este ciclo de vida existe un supremo instante, y que justo este era para él, su ¡¡SUPREMO INSTANTE!

Coro – Capital del estado Falcón – Venezuela