El camino abandonado

CAMINANTE NO HAY CAMINO – FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO II.

Hayek obtuvo el premio Nobel de Economía en el año de 1974, 30 años después de su libro “Camino de Servidumbre”, y es considerado uno de los pensadores sociales más importantes del siglo XX.

Como ya se dijo en el artículo anterior, Hayek fue un economista defensor del liberalismo clásico y del capitalismo en contra del socialismo y del pensamiento colectivista.

Con este artículo se inicia la serie dedicada a este autor, y a este libro, en el cual ofreceré un resumen de cada capítulo, enfocándome en lo esencial, con el fin de divulgar argumentos sólidos a favor del capitalismo, la libertad y el imperio de la ley, que a su vez son argumentos en contra del comunismo.

Hayek comienza su libro haciéndonos ver que la humanidad, desde sus albores, ha venido evolucionando, creciendo, inventando, construyendo, creando progreso, desarrollándose, trabajando y luchando por un mundo mejor, libre, próspero y con justicia para vencer la esclavitud y la miseria, y de repente, el curso de la civilización toma un giro insospechado, y nos vemos amenazados por males que atribuíamos a las pasadas eras de barbarie. Esa amenaza a la cual se refería Hayek era la penetración ideológica comunista en Inglaterra, que hoy día sigue siendo una amenaza real para todo el mundo.

Tomen en cuenta que este libro se publicó en el año de 1944. Para esa época, Rusia se convertía en aliada del Reino Unido y de occidente después de su participación en la II Guerra Mundial, por tanto, Hayek ya advertía de la amenaza ideológica.

Hayek se preguntaba ¿Cómo se puede estar aupando un sistema cuyos resultados son tan diferentes de nuestros propósitos de disfrutar de libertad y prosperidad?

¿Cómo se puede adoptar una ideología que en lugar de libertad y prosperidad solo puede mostrar esclavitud y miseria?

Una de las advertencias de Hayek sobre la ideología comunista es que ésta muestra resultados totalmente contrarios a los que predica, y que el conflicto bélico por el cual recién si apenas concluía, fue el resultado de pugnas entre ideas.

Atribuye a las ideas, a sus cambios y a la voluntad humana, como los impulsores de las grandes transformaciones de la civilización humana que nos han traído a lo que hoy es nuestra civilización.

Hoy en día podemos dividir al mundo según las ideas o las ideologías que nos rigen. Podemos ver como hay países que han evolucionado hacia estados más prósperos solo habiendo cambiado la ideología, de como otros permanecen en el atraso debido a esta misma causa, y como también, otros que una vez fueron prósperos, hayan caído en la misera por la misma razón. Esta última es la situación por la que hoy está atravesando Venezuela.

Advierte el peligro que representa para las naciones, el adoptar y avanzar en las ideas comunistas. Advierte sobre los peligros que se ciernen sobre la Inglaterra de 1944 al permitir que el comunismo pernease en la sociedad, y de cómo el estado al mismo tiempo ha abandonado progresivamente la libertad en materia económica, sin la cual Inglaterra no hubiese llegado al nivel de desarrollo que logró para esos años.

Ya los pensadores políticos del siglo XIX como De Tocqueville y Lord Acton advertían que el socialismo significaba esclavitud y que Inglaterra, y gran parte del mundo occidental marchaba constantemente en la dirección del socialismo, es decir, hacia el totalitarismo.

La ideología socialista representaba una ruptura muy fuerte con el pasado reciente de Inglaterra y gran parte de la Europa occidental. Ello representaba claramente el abandono acelerado de las ideas de Richard Cobden (Estadista liberal inglés 1804-1865), John Bright (Político liberal inglés 1811-1889), Adam Smith, Hume, Locke y Milton y, además, de la ruptura con una de las características de la civilización occidental desarrolladas a partir de los fundamentos del cristianismo, Grecia y Roma, que es el fundamental individualismo que heredamos de Erasmo y Montaigne, de Cicerón y Tácito, Pericles y Tucíades.

La ideología nazi fue un paso decisivo para la ruptura y la ruina de una civilización que el hombre moderno vino construyendo desde el renacimiento, que era una civilización individualista.

El individualismo es hoy una palabra mal vista, y los socialistas se han encargado de asociarla con egotismo y egoísmo. En los términos correctos, el individualismo se asocia con el respeto por el hombre individual qua hombre, es decir, el reconocimiento de sus propias opiniones y gustos como independencia, libertad y tolerancia.

Otro aspecto crucial para Hayek es el desarrollo del comercio, ya que por medio del comercio el hombre logra forjar su propia vida y le permite elegir entre diferentes formas de vida, con base en los talentos individuales y naturales. El comercio fue la clave para el desarrollo de la inventiva y los grandes descubrimientos.

Las ciencias lograron un desarrollo extraordinario gracias al desencadenamiento de las energías del individualismo, tras haberse logrado la libertad individual. El resultado de esta libertad individual sobrepasó toda previsión. Ahí donde eran derribadas las barreras puestas al libre ejercicio del ingenio humano y al comercio, la sociedad fue capaz de generar nuevos oficios, mayor ocupación y prosperidad.

A comienzos del siglo XX el trabajador que vivía bajo un régimen de libertad (mundo occidental) había alcanzado un grado de desahogo material, seguridad e independencia personal, que difícilmente se hubieran tenido por posibles cien años antes.

«Uno de los logros mas significativos fue el nuevo sentimiento de poder sobre su propio destino y, las creencias en las ilimitadas posibilidades de mejorar su propia suerte».

Friedrich Hayek

Esto es precisamente lo que el comunismo ataca de forma constante: la supresión de la individualidad.

Hayek también aborda en este primer capítulo, aspectos relacionados con la génesis de la ciencia económica, al referirse a las toscas y rígidas reglas del liberalismo clásico. También se refiere a que, en esa primera etapa, no se conocía con certeza el comportamiento de las fuerzas sociales ni se tenia el dominio intelectual suficiente para controlar la economía. Reconoce que había tareas esenciales por delante que abordar, tal como el manejo del sistema monetario, la evitación y el control de los monopolios y muchísimas más.

Se advertía que el progreso y las bondades que el liberalismo económico ofrecía no llegaba a todos los individuos y eso dio origen a fuerzas contrarias.

Ese mismo éxito logrado por el liberalismo, indujo a muchos a ser reacios a tolerar los males subsistentes, los cuales ahora consideraban como insoportables. Esa impaciencia ante el lento avance de la política liberal hizo que la creencia en los principios básicos del liberalismo se debilitase.

Eso dio origen a una mayor preocupación por los problemas sociales, los cuales se consideraban consecuencia del liberalismo, y a la llegada de ideas contrarias, lo cual suponía una completa inversión del rumbo, un completo abandono de la tradición individualista creada por la civilización occidental.

Las ideas comunistas permearon de tal fuerza en Inglaterra que llegaron a ser de opinión dominante, y la cuestión no era averiguar cual era el mejor uso de las fuerzas espontáneas e individuales de una sociedad libre, sino de como sustituir aquello por una dirección colectiva, es decir, una posición totalmente contraria.

Se percata Hayek que Inglaterra, después de muchos siglos exportando ideas, ahora eran las ideas provenientes de Alemania las que dominaban y estaban destinadas a gobernar el mundo en el siglo XX. Se refería a Hegel, Marx, List, Schmoller, Sombart o Mannheim. El socialismo en su forma más radical, las ideas alemanas entraron fácilmente por doquier y las instituciones alemanas de imitaron.

Alemania perfecciono el socialismo y alcanzó su pleno desarrollo en el último cuarto del siglo XIX y el primero del XX. En Este periodo, Alemania tuvo la primacía durante ese periodo sobre el desenvolvimiento de la teoría y practica del socialismo, de la cual se derivó el nazismo. Rusia luego retomará el socialismo desde el punto donde las dejó Alemania.

Las advertencias de Hayek en 1944 sobre lo pernicioso que resultaría para Inglaterra las ideas socialistas provenientes desde Alemania dieron resultado. Hoy en día, muchos pueblos del mundo ya conocen de primera mano, lo nefasto que significan las ideas comunistas y colectivistas.

La semana entrante abordaré el segundo capítulo de esta serie «La gran utopía»

Naples, Florida, EEUU

08 de diciembre de 2019

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