ÁNGEL ALBERTO BELLORÍN – EL CANDIL – AÑO V – N° 237.-

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Pensando en voz alta y escrita. El lunes 23 de 0ctubre del año 2023 amanecimos con una realidad política totalmente diferente de Venezuela para el mundo.

La comunidad internacional, que no tuvo más remedio que reconocer aquella entelequia mal llamada «gobierno de transición’, encabezada por un tal Juan Guaidó; ahora, con las incuestionables señales enviadas por el pueblo venezolano, tendrá una representante con legitimidad notoria, comprobada, e indiscutible para terminar de una vez con esa peste que desde Venezuela contamina al continente y al mundo.

Si el Madurismo, sus sabuesos y acólitos no dan señales favorables de entender la magnitud de lo sucedido, un gobierno de transición y una urgente constituyente con el apoyo internacional, se hará necesario para limpiar las instituciones.

Tal limpieza, acompañada de los cambios estructurales para evitar que a futuro sea posible repetir lo ocurrido en Venezuela durante un cuarto de siglo, debería ser prioridad en cualquier agenda. Vacilar es perder

Si el espejismo de aquel liderazgo de Chávez en 1998 logró una constituyente cuando esa figura no aparecía en la Constitución de 1961; hoy, bajo este nuevo liderazgo, la constitución de 1999 hace más sencilla la tarea para convocarla en forma directa por el pueblo y sin necesidad de las contaminadas instituciones.

Caracas Domingo 22 de octubre del 2023

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