FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 193.-

Dirigido a quienes no pueden distinguir entre lo legal y lo fraudulento

Los venezolanos de bien tenemos el deber de salir al frente para defender el voto legal.

Resulta inexplicable que la dirigencia opositora reunida en el G4, y las organizaciones que promueven el voto para las elecciones del 2024, no estén conscientes que apoyan un acto fraudulento.

La única explicación a semejante desatino es que, al contrario, si están conscientes de lo que hacen; saben que todas las elecciones anteriores fueron fraudulentas, y esta del 2024, también lo será, por tanto, se trata de un engaño al pueblo venezolano a conciencia de ello. Pero ¿Por qué lo hacen?

¿Si el cargo que ocupa Maduro es ilegal, si saben que el CNE también es ilegal, que el REP está corrupto, que Maduro lo controla todo, la ANC, el TSJ, y las FFAA; si saben que no hay garantías, ni donde apelar, si saben que no tendrán presencia en todas las mesas de votación,¿porque andan por todo el país animando a la gente a participar de un acto fraudulento?

¿Por qué los dirigentes de organizaciones serias como Gente del Petróleo apoyan actos como estos si están conscientes que es un acto fraudulento?

Resultan inauditos los argumentos que esgrimen quienes creen que el voto es la salida: “Somos mayoría; si nos unimos podemos ganar”, o “Es que no tenemos otra opción”, o “Es la única arma que tenemos”. “Es la última oportunidad para sacar a Maduro”.

Reiterando lo explicado anteriormente, el voto, bajo las condiciones actuales es un acto fraudulento por ser ilegal, y porque no es transparente; Quien no ven el fraude ni la ilegalidad, es porque está acostumbrado a vivir del fraude. Quien vive dentro del caos no lo ve como un caos. Es necesario que seamos capaces de distinguir el bien del mal, y si asumen que el voto fraudulento está bien, entonces nuestra sociedad está muy mal. Pero afortunadamente la mayoría si está consciente de eso.

En mi opinión, son respuestas que salen desde el miedo, la desesperanza, la baja autoestima, es decir, de las emociones negativas, y no desde la razón. La razón nos coloca frente al deber ser, y el deber ser es el respeto a la constitución, y la defensa del hilo constitucional.

El hilo constitucional

El 13 de abril de 2002, el general Raúl Isaías Baduel trae de regreso a Chávez para restituir el hilo constitucional, roto por Pedro Carmona Estanga después de proclamarse presidente bajo un supuesto vacío de poder.

Ahora bien, en la actual situación, el hilo constitucional se mantiene vigente gracias a la figura del interinato, asumida por el presidente de la Asamblea Nacional legal, ya que, ni el presidente, ni el vicepresidente, ni ninguna otra figura del régimen de Maduro son legales. Juan Guaidó, por ser el presidente de la Asamblea Nacional legal asume el cargo de presidente interino, con lo cual se mantiene vigente el hilo constitucional.

Rompiendo el hilo constitucional – Un tema para el debate

Si Juan Guaidó, actual presidente interino constitucional se presenta a unas elecciones presidenciales previstas para el 2024, después de una hipotética victoria en primarias muy lejana, con un CNE ilegal como árbitro, ¿estaría Juan Guaidó, reconociendo de hecho a Nicolás Maduro como presidente legítimo? Mi respuesta es que SI ¿Tendría JGGM que separarse de su cargo de presidente interino? Mi respuesta es que SI ¿Quién lo sustituye? ¿Qué posibilidad tendría JGGM de ganarle a Maduro? Mi respuesta es que NO tiene posibilidad. ¿Estaría Juan Guaidó cohonestando el fraude electoral? Mi respuesta es SI. ¿Con ello se rompería el hilo constitucional, de hecho y de derecho? Mi respuesta es que SI.

Para mí, de hecho, todos se estarían subordinando a Nicolas Maduro, y estarían rompiendo el hilo constitucional, dándole fin a la figura del interinato, colocando a Venezuela en un verdadero estado fallido. Sería como repetir la historia del Carmonazo.

Aún falta mucho trecho, de aquí al 2024, y basado en los escenarios identificados en artículos anteriores, todo señala que se producirán hechos sin precedentes, en medio de un escenario distópico.

Legitimando a Maduro

Lo que ocurrirá, si la gente sale masivamente a votar (proposición falsa), es la legitimación de Maduro. Eso es lo que Maduro quiere. Él quiere mostrar al mundo que la gente confía en su CNE, que la oposición acata los resultados, y eso harán.

En realidad, nadie de esa falsa oposición está trabajando para sacar a Maduro; al contrario, lo que de hecho hacen es mostrar su complicidad cohonestando un acto fraudulento, con la excepción de MCM.

El procedimiento es muy sencillo: El G4 pone sus cascarones vacíos, y el CNE ilegal pone los votos fraudulentos. Todo un teatro para dar legitimidad a Nicolas Maduro. Se consumaría la unidad, pero en torno al régimen usurpador.

¿Votarías para legitimar a Maduro?

Entonces amigos, la verdad objetiva es que, en las dos últimas elecciones, el ganador fue la abstención. Mas del 80% de los electores eligió no participar. La última encuesta de Meganalisis refleja un rechazo de más del 70% hacia la oposición y régimen.

Así que, ¡defensor del voto fraudulento, no te confundas!; ¡no son mayoría! La mayoría rechazamos el fraude, la ilegalidad, la falsedad, la falta de honestidad, la ausencia de transparencia, la falta de ética, y moral, presentes de forma muy visible tanto en el G4, como en el régimen.

Los electores que apoyan el fraude piden que haya unidad, piden que se unan sus líderes fraudulentos. Por Dios, ¿Dónde queda la sindéresis y la ética? Esa es la unión de los perdedores. La unión ganadora debe ser desde la honestidad, lo legal y lo ético.

Defensores del voto legal uníos

A partir de ahora, este servidor se une a la mayoría que apoya la causa del “Frente para la defensa del voto legal” en oposición abierta al estado de ilegalidad, de fraude y engaño que rodea todo cuanto tenga que ver con elecciones bajo el control de una banda de delincuentes que usurpa el poder apartado del cumplimiento de la constitución.

Abogamos por el mantenimiento del hilo constitucional, por la creación de un CNE legítimo, por la designación de un contralor que en verdad vele por la transparencia de los procesos del gobierno legítimo, por el ejercicio del poder legal, y por el desplazamiento del régimen de facto.

La razón por encima de la emoción. Abajo el voto fraudulento, viva el voto legal constitucional.

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