El derecho del voto en la Constitucion de Venezuela de 1.830 (4)

Por Mirela Quero de Trinca

El Candil Pedregalero-Constitución del estado Venezolano 1830-Mirela Quero de Trinca

Obtenidas la independencia de Venezuela y de la Nueva Granada, todavía quedaba lejana la ansiada paz. En dichos territorios permanecían focos de resistencia española que era necesario derrotar.

Así mismo, la parte sur de la Nueva Granada, el Ecuador y Perú aún permanecían bajo dominio español, por lo que sobre la naciente república gravitaba la amenaza de reconquista por parte de España, y por ello, fue necesario continuar la guerra, con sus altos costos en bienes, pertrechos y seres humanos, para liberar el resto del continente, a fin de garantizar la supervivencia de la independencia recientemente conquistada.   

En el aspecto político, la unión grancolombiana proclamada en la Constitución de Cúcuta en 1821, siguió vigente finalizada la guerra y obtenida la independencia.

Por nueve años más, nuestro país siguió formando parte de la República de Colombia o Gran Colombia, unión política integrada por Venezuela, Colombia y Ecuador; cuyo presidente era el Libertador Simón Bolívar.

«Sin embargo, no todos compartían el sueño que impulsaba Bolívar, de toda la América unida en una sola nación».

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Desde el mismo momento de la creación de la República de Colombia, en Venezuela nacía el descontento por que implicaba pérdida de soberanía, hasta el punto que la Constitución de Cúcuta, de 1821, fue jurada bajo protesta de la municipalidad de Caracas, que no había participado en su redacción, discusión y aprobación, por encontrarse para esa fecha todavía bajo dominio español.

En Venezuela, la guerra de independencia había sido larga, difícil y cruel, había costado muchas vidas y sacrificios para que, apenas obtenida la libertad en el campo de batalla, aceptar perderla en la letra de la Constitución.

Uno de los puntos de discordia era que la Constitución de la República de Colombia promulgada en Cúcuta en 1821, había establecido una organización política de corte centralista en vez del ideal federal con que había nacido la república en 1811.

La unidad territorial y política de la antigua Capitanía General de Venezuela fue reorganizada en tres grandes departamentos que comprendían el centro, oriente y occidente del territorio: el departamento de Venezuela (formado por las provincias de Caracas y Barinas, capital Caracas), el departamento del Orinoco (Guayana, Margarita, Cumaná y Barcelona, capital Cumaná) y el departamento del Zulia (Coro, Mérida, Trujillo y Maracaibo, capital Maracaibo). Estos departamentos dependían del gobierno central y no podían formar gobierno propio, quedando supeditados al gobierno central con sede y con capital en la lejana Bogotá; y cuyo presidente nominal era Bolívar, pero que en la práctica era el neogranadino vicepresidente, Francisco de Paula Santander, ya que el Libertador se había marchado al sur a proseguir la guerra para liberar Ecuador y el Perú. (BANKÓ, Catalina. Las Municipalidades y el movimiento separatista venezolano 1826-1830. En: servicio.bc.uc.edu.ve/postgrado/mañongo24/24-9.pdf).

Según la Constitución grancolombiana de Cúcuta, en cada departamento se nombró una autoridad civil o Intendente, y un jefe militar o comandante general, que en el caso del departamento de Venezuela eran el general Juan de Escalona y el general José Antonio Páez, autoridades dependientes de Bogotá; nuevos cargos y nuevas formas de poder que coexistían con otras instancias del poder civil y militar representadas en los antiguos Cabildos o municipalidades y en los nuevos jefes militares cuyo prestigio provenía de la guerra.

Con cada acontecimiento, en el departamento de Venezuela crecía la desconfianza hacia el gobierno central de Colombia y contra la unión grancolombiana y se clamaba por la separación; al mismo tiempo que crecía la animadversión y el odio contra el Libertador Simón Bolívar, quien sufrió un intento de magnicidio el 25 de septiembre de 1828.

Apuntalado en su inmenso prestigio militar, desde muy temprano el general José Antonio Páez estuvo en el centro de una serie de acontecimientos, sucedidos entre 1824 y 1826 conocidos como La Cosiata, hechos en los que las municipalidades o antiguos Cabildos, tuvieron actuación importante recobrando el ejercicio de su soberanía y que a la larga desembocarían en la separación de la Gran Colombia.

Todo pareció comenzar con los abusos en la recluta de las milicias pedidas por el gobierno central para reforzar a Bolívar que proseguía la guerra de independencia en el sur.

A ello se agregaron varias acciones tales como: la impolítica medida tomada por el Congreso de la República de Colombia, de destituir a Páez como comandante general del departamento de Venezuela (que comprendía las provincias de Caracas y Barinas) lo que provocó la reacción de la municipalidad de Valencia que en abierta insubordinación al gobierno constitucional grancolombiano lo restituyó en dicho cargo, con el consiguiente apoyo de Caracas y otras municipalidades venezolanas; la respuesta del presidente Francisco de Paula Santander que declaró a Páez en rebeldía; los pedidos de adelantar la convención para reformar la Constitución que estaba previsto revisar a los 10 años de su promulgación, es decir en 1831; la exigencia de la presencia de Bolívar y de un gobierno federal; la convocatoria de una Asamblea Constituyente que debía reunirse en Valencia y la constitución en Caracas de un Colegio Electoral que debía elegir los diputados que asistirían a dicha Asamblea Constituyente.

Como bien escribe Graciela Soriano en su artículo La Cosiata (FUNDACION POLAR. Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, 1997), aquellos fueron momentos muy tensos en los que se agitaron tantas y encontradas opiniones: bolivarismo, paecismo y santanderismo; federalismo y centralismo; monarquía y república; godismo y patriotismo; militarismo y civilismo; dependencia y autonomía; Constitución de Bolivia y Congreso Constituyente…; todo ello en una Venezuela que aún no se reponía de los estragos causados por la guerra.

Todos estos acontecimientos obligaron el regreso del Libertador desde el Perú a Bogotá, donde el 23 de noviembre de 1826 asume los poderes extraordinarios. Pasa a Venezuela y el 19 de diciembre en Maracaibo convoca a una Convención, luego va a Coro y Puerto Cabello y dicta un decreto de amnistía para todos los que hasta entonces se habían adherido a la Cosiata pero con penas para quienes se rebelaran en fecha posterior; y el 4 de enero en Valencia se entrevista con Páez, ratificándolo en su cargo ahora como Jefe Civil y Militar de casi todo el territorio. Páez reconoció la autoridad de Bolívar, y Bolívar el liderazgo de Páez, y juntos, triunfantes, el 10 de enero de 1827 entraron a Caracas.

Pero ya la suerte estaba echada y los sucesos de los tres años siguientes: Convención de Ocaña (9 abril-10 junio 1828) convocada por Bolívar para reformar la Constitución de Cúcuta; la dictadura de Bolívar (27 de agosto de 1828); el frustrado intento de magnicidio del 28 de septiembre de 1828; el Congreso Admirable (Bogotá, 20 enero-11 mayo 1830) convocado por Bolívar con el propósito de lograr la reconciliación con Caracas y preservar la República de Colombia como sistema federal, no lograron detener lo que la Asamblea del Convento de San Francisco (25-26 de noviembre 1829) y la Convención de Valencia de 1830 decretarían: el desconocimiento de la autoridad del Libertador y la disolución de la República de Colombia.   

En el Acta de San Francisco, se  encomendaba al general Páez el mando de Venezuela y la realización de un Congreso para restaurar el Estado de Venezuela sobre las premisas de gobierno “republicano, representativo, alternativo y responsable”. 

Tomada ya la decisión separatista, el Jefe Civil y Militar de Venezuela, general José Antonio Páez, convocó en Valencia, actual estado Carabobo, un Congreso que habría de formalizar la separación y elaborar la Constitución que debía regir en el nuevo Estado. En el decreto convocatorio del 13 de enero de 1830, el general Páez dijo:

¡Pueblos de Venezuela! Habéis manifestado que queréis separaros del gobierno de Bogotá, y no depender más de la autoridad de S.E. el Libertador general Simón Bolívar. Os habéis pronunciado al mismo tiempo porque se establezca en Venezuela un gobierno soberano, popular, representativo, electivo y responsable; y ha sido tal la decisión de vuestros votos, tal la unanimidad con que los habéis emitido, que faltaría a mis deberes para con la patria, si no aceptase el honroso encargo que me habéis hecho de sostenerlos y de hacerlos efectivos, reuniendo el Congreso que ha de sancionar la Constitución de Venezuela.

Cumplidas las elecciones para seleccionar a los diputados que asistirían al Congreso Constituyente, éste se reunió el 6 de mayo de 1830 en la ciudad de Valencia, con asistencia de 33 de los 48 diputados representantes de las provincias de Apure, Barcelona, Barinas, Caracas, Carabobo, Coro, Cumaná, Guayana, Margarita, Mérida y Maracaibo, quienes proclamaron la separación de la Gran Colombia y redactaron la cuarta Constitución de Venezuela, ahora como nación independiente.

El Congreso de Valencia se destacó por su pronunciado antibolivarismo llegándose al extremo de prohibir al Libertador y sus seguidores ingresar al territorio venezolano.

Dicho Congreso se pronunció por la forma centro federal para la república y por dos veces no aceptó la renuncia del Jefe Civil y Militar del Departamento de Venezuela, general José Antonio Páez, a quien juramentó como presidente provisional, constituyéndose así en el primer presidente del nuevo estado venezolano.

El 2 de junio, el Congreso Constituyente de Valencia, mediante oficio participó su instalación al Congreso de Bogotá y anunció la separación de Venezuela de la unión grancolombiana, es decir, la disolución de la República de Colombia.

Al disolverse la República de Colombia o Gran Colombia, se estableció el Estado de Venezuela, con el mismo territorio que había pertenecido a la Capitanía General de Venezuela, el cual se dividió en provincias, cantones y parroquias.

«El 19 de junio fue presentado a discusión el proyecto constitucional y luego de varias sesiones, el 22 de septiembre fue sancionada la nueva Constitución del Estado de Venezuela«.

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En relación al voto, según la Constitución aprobada para el nuevo Estado de Venezuela, el derecho al sufragio siguió restringido a las ya conocidas condiciones censitarias establecidas en las anteriores constituciones (Caracas 1811, Angostura 1819 y Cúcuta 1821), estipulándose elecciones de segundo grado ejercidas por los venezolanos varones, casados o mayores de 21 años, que supieran leer y escribir y poseyeran una renta anual.  

De manera similar a lo establecido en las anteriores constituciones, en cada parroquia los ciudadanos aptos para votar, es decir, aquellos que cumplieran las condiciones establecidas, elegían a los Electores correspondientes a su Cantón y dichos Electores formarían los Colegios Electorales cuya función era la de elegir al presidente, vicepresidente, senadores y diputados provinciales.

«La Constitución de 1830 que fue promulgada por el presidente de Venezuela, general José Antonio Páez el 22 de septiembre de 1830, mantuvo su vigencia hasta 1857″.

MQdT

El Congreso de Valencia que oficializó la separación de Venezuela de la República de Colombia y creó el Estado de Venezuela, sesionó desde su instalación el 6 de mayo hasta su clausura el 14 de octubre de 1830. Dos meses después, el 17 de diciembre, el Libertador Simón Bolívar moría en Santa Marta, Colombia.

Monterrey, México,

22 de junio de 2019

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