LUAN SPERANDIO – EL CANDIL – AÑO IV – N° 2001.-
Con la caída del Muro de Berlín en 1989, la izquierda adopto la teoría de Macintosh como táctica de Guerra Cultural
En 1988, la profesora marxista estadounidense Peggy Macintosh escribió la llamada «Teoría de los privilegios». Afirma que algunas condiciones privilegiadas se deben a aspectos socioeconómicos más ventajosos y delimitados desde el nacimiento, y este es el origen teórico de la política de identidad.
El privilegio denota «ley para unos pocos», es decir, una distinción que tiene origen y sello estatal. Para el profesor, sin embargo, el beneficio privilegiado de ventajas individuales no concedidas por el Estado y que pueden o no ser utilizadas. Para ella, los nacidos hombres, blancos, heterosexuales y ricos son naturalmente privilegiados en relación con las mujeres, los negros, los homosexuales y los pobres. Los primeros no sufren opresión, mientras que los que no tienen las mismas características tienden a ser víctimas de ella.
Como señala el politólogo Bruno Garschagen, «es un refuerzo de la caricatura que hace el marxismo entre ricos y pobres, entre opresores y oprimidos».
La teoría de Macintosh comenzó a utilizarse para analizar cualquier proceso social, un reduccionismo pobre, en la medida en que cualquier proceso social necesita ser analizado sobre el aspecto concreto de cada contexto. Cuando se trata a los individuos solo sobre la base de categorías y teorías abstractas, se descuidan los posibles valores atípicos, es decir, los fenómenos individuales que huyen de la curva y la tendencia estipulada por la Teoría de los Privilegios.
Además, esta tesis comenzó a ser utilizada como un insumo teórico de activistas y movimientos sociales, que a su vez comenzaron a influir en decisiones políticas y legislativas, no siempre beneficiosas, bajo el alcance de la responsabilidad individual o el estado de derecho.
Ejemplos de políticas adoptadas incluyen, por ejemplo, la ley sobre cuotas para negros en la universidad. Sin embargo, esto puede terminar beneficiando a una parte de los estudiantes negros que han tenido la oportunidad de estudiar en las mejores escuelas desde la primera infancia porque pertenecen a una familia de altos ingresos. En este sentido, la política se vuelve socialmente regresiva.
A pesar de los posibles defectos, la teoría de Macintosh es esencial para la izquierda política. Después de todo, con la caída del Muro de Berlín en 1989, el fracaso económico del socialismo se hizo evidente. En este sentido, la izquierda comenzó a adoptar una táctica de Guerra Cultural que se basaba, precisamente, en la Teoría del Privilegio de Macintosh, que se convirtió en la base para la organización de la identidad. Un acto continuo, la izquierda comenzó a priorizar la defensa de políticas basadas en los intereses y perspectivas de los grupos sociales con los que los ciudadanos se identifican en lugar de las agendas económicas.