EL CANDIL – AÑO III – N° 132.
Sin amanecer... flotando en la penumbra, en un mar perturbado por caricias y besos, que se pierden Incansables veces en una loca osadía, tu piel de dulzura de de ángeles, es remanso en la quietud de la noche. El mar es satisfacción, también es dolor, El mar es quietud, también tempestad, El mar es ambiguo, Las olas van y vienen... ellos también.
Autor: María Elena Finol
Maracaibo, 02 de septiembre 2021.
