LA CALLE 2 – SIMÓN PETIT ARÉVALO – EL CANDIL – AÑO IV – N° 164.
Crónicas melómanas
Era la noche del 11 de septiembre de 1987. Ese día ya había tenido dos peleas y vendría una tercera. La primera de ellas fue en un concierto de Santana cuando quiso subir a la tarima y se enfrentó a la seguridad del evento. Después fue con su novia.
Al llegar a la casa de ésta forma, un escándalo con gritos e insultos, y su actitud violenta amerita la intervención de algunos vecinos y, obviamente, los porrazos de su pareja, Teresa Nagell.
Comenzando la madrugada del día 12, se dirigió al Midnight Bottle Club de Fort Lauderdale de Miami. El dueño del local era Luc Havan, un hombre alto, de fuerte corpulencia y con entrenamiento en artes marciales. Jaco estaba completamente ebrio y en esa condición no le permitían la entrada.
Comenzó a golpear la puerta para que lo dejaran pasar y gritar uno que otro insulto. Esto colmó la paciencia de Havan quien ya conocía a Jaco con su impertinencia y, según la declaración de Havan, solo le dio un puñetazo cayéndose el músico al piso y éste se cayó pegando la cabeza al filo de la acera. Sin embargo, el reporte médico reveló otra cosa: hubo ensañamiento con una golpiza cuyo resultado era “el cráneo fracturado, los dientes completamente rotos, un ojo reventado y los huesos de la cara quebrados”. Quedó en coma por nueve días y en el séptimo, una vena reventó en su cerebro.
El 21 de septiembre de ese año murió el mejor bajista del mundo, como él solía autonombrarse, y como el resto del mundo también lo haría: Jaco Pastorius. Tenía solo 35 años.
Mucha gente hace la analogía al decir que lo que Charlie Parker fue para el saxo, Jaco Pastorius lo fue para el bajo eléctrico. Su imaginación y habilidad técnica le permitieron desde muy temprano hacerse un lugar con el bajo, un instrumento que siempre se mantuvo discreto con alguno que otro exponente que mostraba su genialidad. Pero se puede decir que es gracias a Jaco Pastorius que este instrumento se hace protagonista de la escena jazzistica al hacerle modificaciones a su instrumento y aplicar giros y destrezas asombrosas en la ejecución.
Hoy, gracias a él, podemos ver nombres de bajistas solistas extraordinarios como Brian Bromberg, Marcus Miller, Darryl Jones, Bill Laswell, Lonie Plaxico, Jeff Andrews, Kim Clarke y el fuera de serie Víctor Wooten, quien reconoce que su mayor influencia para elevar su técnica fue inspirada por Jaco Pastorius.
PUNTO FIJO – PENÍNSULA DE PARAGUANA – ESTADO FALCÓN – VENEZUELA.