El sermón de la montaña: Paz y Divinidad

NERVIS NAVA.- El Candil Pedregalero – Año II – N° 74 – Sábado, 15 de agosto 2020.-

“Bienaventurados los Pacificadores: Porque ellos serán llamados hijos de Dios”

Jesús de Nazareth

El hombre es un ser espiritual, un verdadero hijo de Dios en espíritu, pero sólo se convertirá en ello de hecho y en expresión, cuando esté en sintonía con el Infinito y exprese su potencial divino en amor y paz; y para alcanzarlo se requiere de meditación, oración científica, y, del acondicionamiento de la mente para aceptar y liberar su potencial divino, que fue la estatura espiritual que alcanzó y demostró Jesús de Nazareth.

El hombre ha funcionado tanto tiempo en el nivel de su humanidad que se le hace difícil reconocer alguna cosa más grande que él mismo. Puede decir que cree en Dios, pero es un Dios “allá afuera” a quien le rinde homenaje en oración, pero que en realidad no espera ninguna intervención divina en las necesidades humanas, porque realmente no ha creído en Dios como en sí mismo, y por eso todo aquello que se soluciona de manera extraordinaria, lo denomina  “milagro”.

El hombre debe concientizar la enseñanza de Jesús en cuanto a la divinidad del hombre, ya que debe saber que puede por sí mismo resolver su profunda frustración en las prolongadas súplicas por ayuda a través de los cielos insensibles. Existe una ayuda para el hombre que va “más allá” del final de la soga, y la ayuda no viene al hombre, sino a través de él, como lo expresara un científico recientemente…”quizás Dios haría el milagro para nosotros si no se lo hacemos muy difícil”….y es que realmente existe un poder hacedor de milagros dentro de cada hombre, pero debemos primero aprender a condicionar la mente para recibirlo y expresarlo; ya que en cualquier momento podemos cambiar el curso de nuestros pensamientos, y así cambiar el curso de nuestra vida.

“La Paz os dejo; mi paz os doy;  yo no os la doy como el mundo la da”

Jesús de Nazareth

Los seres humanos hemos sido dotados con la habilidad para pensar, aprender y utilizar un buen juicio para escoger caminos felices y efectivos en la vida; y también se nos han dado maravillosos poderes y facultades, y para usarlos debemos acudir a la innata sabiduría y al consejo cabal que habita dentro de nosotros; por cuanto tenemos ¡Libertad para escoger!, entonces escojamos el camino de la paz, la curación, el camino del éxito y el camino hacia la felicidad, con la certeza de que la dirección en la que viajemos, será la que establece la gran diferencia.

La Paz que anhelamos y necesitamos en el mundo es aquella que “sobrepasa todo entendimiento” y no puede llegar por tratados o acuerdos, o por guerras y líneas fronterizas; la paz solo se podrá lograr cuando los hombres seamos receptivos a ella y nos convirtamos en pacificadores por el proceso de expresarla desde nuestro ser interno.

Existe una llave importante en esta “Actitud de Ser” que no debe pasar desapercibida: los pacificadores no sólo son llamados hijos de Dios, ese será el resultado que llegará; pero el primer paso es, que tenemos que llamarnos a nosotros mismos hijos de Dios. Ese es el paso de acción: llámate a ti mismo hijo de Dios y declárate para ti mismo: “Yo Soy un ser espiritual con el potencial para paz,  armonía y vencimiento dentro de mí mismo, irradiando divina luz, vida y sabiduría”, de esa manera mantenemos la Luz encendida.

Pero no solo llámate hijo de Dios, es que te lo creas y te convertirás en un verdadero pacificador;  y en la medida que tú te lo creas, tu mundo también cambiará, porque cuando una luz se enciende, la luz resplandece y la oscuridad desaparece;  es tan simple como eso, pero no es fácil….

“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de justicia: Porque de ellos es El Reino de los Cielos…”

Jesús de Nazareth

Finalizamos el análisis sobre las ocho bienaventuranzas, con ésta, referente a lo que ha sido interpretado y aceptado literalmente, llevando a miles de personas a lo largo de siglos del cristianismo, a aceptar el martirio con pasividad estoica, aún cuando eso no fue lo que Jesús tuvo en mente cuando lo dijo.

Ahora bien, existen retos en vivir la vida recta o de rectitud; por ejemplo un joven que es ridiculizado por sus amigos con menos principios porque no  participa en sus actos delincuenciales, está siendo perseguido por causa de la justicia; o un jefe inescrupuloso exige a una mujer que participe en ciertos actos vergonzosos y ella se niega, es despedida y con ello está siendo perseguida por causa de la justicia; no obstante, hay una aplicación más profunda y significativa en esta “actitud de ser”; y es que el énfasis está en las actitudes que tienen que ver con nuestro pensamiento, donde la persecución sucede dentro de nuestra mente, y el perseguidor es un pensamiento de nuestra propia mente.

Tan pronto como nos fijamos una meta de justicia, o de recto pensar, al comenzar con un programa de disciplina y auto-restricción, inevitablemente nos encontramos con la oposición de nuestros propios pensamientos, una especie de inercia mental que se resiste a cualquier cambio, hasta para el esfuerzo de moldear nuestra vida, y es allí que se necesita plantear un combate con los estados mentales que han dirigido la clase de vida que hemos experimentado.

Jesús experimentó ese tipo de lucha, de inercia mental, según la narración de su lucha con “Satanás” en el desierto; porque ¿Qué es la “tentación” sino el llamado de la inercia a los estados ilimitados de la conciencia, que se resisten a las elevadas aspiraciones del hombre?  Pero ya Jesús para ese momento había captado el ideal de la Divinidad del hombre y había dirigido su curso en dirección a ese logro personal.

“Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”

Jesús de Nazareth

Así cuando Jesús dice: “Bendecidos aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia”, nos está diciendo “no hay nada malo con ser tentado en tu interior, es un indicativo de que tratas de alcanzar cosas mayores”, aunque el humano te está halando para mantenerte en niveles más bajos; porque donde quiera que haya una tentación, es porque existe una gran aspiración y una evidencia del despertar de una divinidad.

Es muy posible que si te declaras por la Verdad y emprendes un programa de auto-mejoramiento por la auto-realización y la disciplina de tu pensar, experimentarás los flechazos de la conciencia humana tirando en tu contra. Y Jesús te está diciendo.. ”no te preocupes por eso y no lo combatas, eres bendecido porque la persecución representa la primera reacción a la fuerza externa, y esa fuerza es de origen divino”. 

Jesús nos dice con esta “Actitud de Ser”, “Has puesto la mano en el arado, así pues, no mires atrás. Estás en el camino y la persecución interna de los pensamientos belicosos de la mente humana son prueba de ello”.  Ábrete camino más allá de la inercia de tu humanidad a la liberación de tu Divinidad”

De tal manera que podemos honrar esta gran e importante actitud de ser, con este pensamiento para colocarnos en posición afirmativa:

En mi búsqueda de la verdad avanzo,
Más allá de mi humanidad, a un conocimiento,
Cada vez más profundo y a una creciente,
Liberación de mi Divinidad potencial….

Naguanagua - Estado Carabobo - Venezuela

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2 comments

  1. Una excelente lectura para analizarnos profundamente, hacer un verdadero encuentro con nuestro yo
    Interno . Buscar el verdadero Ser que mora en nosotros y encender esa luz que nos lleve a encontrarnos con nuestra esencia divina .

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