FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 189.-
Solo quien tenga un interés particular, que convenga solo a sí mismo, bien porque milite en uno de los partidos políticos cascarones que quedan en Venezuela, o porque, bajo amenaza, coacción o chantaje por parte del narco régimen que usurpa, y tiene secuestrado el poder, y el estado venezolano, puede estar promoviendo unas elecciones presidenciales para salir de Nicolás Maduro. Sinceramente no había visto ingenuidad más grade que eso.
Participar en unas elecciones en el contexto actual es equivalente a hacer nada. Es como ir a una guerra totalmente desarmado. Vamos todos al centro de votación, depositemos nuestro voto, mánchenme el meñique con tinta indeleble y vamos a la casa a esperar que Maduro acepte que perdió.
En circunstancias como esta, la estrategia para desplazar al dictador es diferente. La historia de Venezuela nos da cuenta que, tanto el Precursor Francisco de Miranda, como Simón Bolívar, tuvieron que recurrir al auxilio extranjero para poder emprender la épica emancipadora de américa del sur.
Los católicos prenden velas a los santos, le ruegan a la virgen santísima, a José Gregorio o rezan rosarios cuando necesitan un milagro, una gracia del creador, es decir, se valen de una palanquita para que la providencia cambie el curso de lo hechos y los vuelva a su favor. Quiero enfatizar con esto, que, si para salir de Maduro, y de todo su ejército de maldad, sea necesario recurrir a la ayuda de ejércitos del exterior, pues hay que solicitarla sin temor. No basta con solo rezar, ni con ir a unas elecciones inocuas inocentes; se necesita de una fuerza superior que lo obligue a negociar una rendición.
Se escuchan voces en las redes sociales afirmando que la ONU está dispuesta a ofrecer 3.000MM$ a Nicolás Maduro bajo el pretexto de ayuda humanitaria.
Yo podría estar de acuerdo con esa operación, siempre y cuando Nicolás Maduro junto con toda su banda de facinerosos abandonan el país. El costo de una guerra civil, o de una intervención militar extranjera puede superar fácilmente esa cantidad, sin contar el costo irreparable de vidas inocentes que pueden estar comprometidas en una operación de este tipo.
El costo de salida de Nicolas Maduro es incuantificable si consideramos la destrucción de todo el parque industrial, agrícola, manufacturero, petrolero, vidas humanas, presos políticos y todo el daño causado a los millones de inmigrantes. El daño moral causado a la sociedad es incalculable.
Obviamente que la salida de un tirano Como Maduro, y de todo el andamiaje del mal que lo soporta exige apoyo militar extranjero que vigile el proceso de expulsión y sustituya la fuerza que dará apoyo al nuevo gobierno que venga, eso sí, jamás aceptaremos a los mismos de ayer, jamás. Venezuela necesita un nuevo rumbo que sea republicano liberal. No más democracia al estilo de la cuarta, no más populismo, no más centralismo.
Los políticos actuales no están a la altura de las circunstancias. Necesitamos un nuevo liderazgo que impulse el republicanismo y el liberalismo.
Muy claro!!! Como se les ocurre a los mal llamados Opositores ir a unas elecciones con ese gobierno de puro pillos en todas las organizaciones ?? Pues es el mismo esquema de elecciones que ha hecho Cuba con los bandidos de la familia Castro desde los 60 y Guinea Ecuatorial con su asesino de Teodoro Obiang.