El Candil Pedregalero – Año II – N° 82 .-

“El color es una poderosa fuerza física, biológica y psicológica”

Paul Caponigro

El mundo que nos rodea se nos muestra a full color, de allí que todo lo que vemos se diferencia no solo por su forma y tamaño, sino por su color, por lo que se dice que “el color” es una experiencia visual, una impresión que recibimos a través de los ojos. Así tenemos que el concepto del color varía de acuerdo al ámbito en que sea utilizado; por ejemplo en química lo describen mediante una fórmula que representa una reacción de elementos; en física es una propiedad de la luz emitida por los objetos y substancias; mientras que en psicología y filosofía nos dicen que el color es un portador de expresión, efectividad, sensación de cierto simbolismo y carácter, que posee su propio lenguaje y significado, que el color es influyente en el ser humano cuando domina su ambiente.

También se dice que el color deriva de la descomposición de la luz blanca proveniente del sol o de una fuente luminosa artificial y la apariencia de los colores va a variar según la naturaleza y el modo en que esos rayos sean reflejados; y es así como nos encontramos entre el blanco y el negro, y que debemos aprender que entre estos dos colores existe un universo infinito de tonalidades; porque es cierto que el ser humano entre su dualidad extremista, se limita a ver todo o blanco o negro.

Sin embargo, a diario nos vemos en situaciones de “escogencia” de algún color, desde el color de la ropa que vestiremos durante el día, o para ir a un evento especial, escoger el color de lencería que nos gustaría lucir en nuestra habitación, o en la cocina; el color que le pondremos a nuestras paredes, y así entramos al mundo donde vemos como nuestras emociones, influyen en los colores que nos afectan, y que esos colores están incluidos en las tonalidades que están incluidas en una policromía de tonos del color, y donde el color es la impresión producida por el tono de luz que se genera en el cerebro humano y en sus emociones.

“Los colores, al igual que las facciones, cambian con las emociones”

Pablo Picasso

En las investigaciones espirituales se ha descubierto que dependiendo del color que se escoge, el mismo nos afecta en las decisiones que se toman y que pueden de alguna forma mejorar no solo nuestros ambientes, sino nuestras vidas y nuestras relaciones; ya que los mismos tienen incidencia en nuestra vibración y energía, y es por ello que existe la “cromoterapia” en sanaciones realizadas en base a los colores. 

¿Podríamos preguntarnos como nos afectan los colores espiritualmente?  El Universo a nivel sutil está conformado  y categorizado por tonalidades que contienen “pureza espiritual” , pero también colores que son perjudiciales para el progreso espiritual, de allí la importancia de conocer como los colores puede aumentar nuestras vibraciones  y como se pueden aumentar las mismas, en energías positivas o negativas; y conocer que las vibraciones emitidas y atraídas por una persona son la suma de una variedad de factores tales como su nivel espiritual, defectos de personalidad, y estado mental en sus diferentes momento, y que éstas pueden ser influidas por el tipo y color que decide llevar sobre su cuerpo.

Así tenemos por ejemplo, que el “NEGRO” contiene todos los colores, pero es el color de los extremos – o todo o nada-; se relaciona con el elemento de la tierra; se considera un tono poderoso, autoritario y evoca emociones fuertes, al mismo tiempo que se asocia a lo sofisticado y a la inteligencia.

Negro simboliza el inconsciente, lo desconocido, las cosas ocultas, el misterio, el peligro, la muerte, el luto, el rechazo, el odio y la malicia. El  Negro puede ser visto como una vibración defensiva y temerosa y también  puede resonar con negatividad e ignorancia y al igual que se le identifica con una falta de amor y apoyo.

Negro resuena con protección, liberador de malos hábitos y adicciones;  relacionado con la meditación profunda, ya que abre niveles profundos de inconsciencia;  también identifica la fascinación, el secreto, la nada primordial, la depresión, la muerte, el luto, el secreto, el ocultismo, la revuelta contra las trivialidades, la provocación, la clandestinidad y el inframundo, y  las cosas ocultas.

Aunque también el “negro”  es el color preferido por las mujeres, que lo consideran elegante; y generalmente se asocia al prestigio por cuanto da un toque de refinamiento a quien lo usa. También es importante considerar el empleo del negro en etapas prolongadas  porque se considera peligroso, ya que indica una marcada tendencia a la depresión y de anulación personal.

“Ver en color es un deleite para los ojos, pero ver en blanco y negro es un deleite para el Alma”

Andri Cauldwell

Mientras que el “BLANCO” es la síntesis de todos los colores  pero en sentido positivo, porque representa la perfección, pureza, verdad, inocencia, integridad, firmeza y obediencia; es el color que produce la sensación de limpieza, claridad, transparencia y pureza. Es el color preferido a la hora de la decoración, porque da luminosidad y favorece la integración de cosas muy diversas; igualmente a quien lo usa, lo hace ver transparente a los ojos de los demás.

El “blanco”  evoca protección, paz, calma y modestia; por cuanto tiene connotaciones celestiales; siendo la persona que lo usa, preferente de desarrollar esas cualidades o gusta mucho de la frescura, la franqueza y la nobleza de sentimientos; se trata generalmente de personas sumamente exigentes, que prestan atención excesiva a los detalles más pequeños; siendo también el color que prefieren los individuos que poseen un temperamento neutral que son amantes de la justicia y del equilibrio en todas las actividades  donde participan así como en las situaciones donde se encuentran involucrados.

Existe en el ser humano una “dualidad” establecida en  el principio universal enunciado por Hermes Trismegisto en su Obra El Kybalion; como el “El principio de Polaridad”, que nos dice que «Todo es dual; todo tiene polos; todo tiene su par de opuestos; semejante y desemejante son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado: los extremos se encuentran; todas las verdades no son sino medias verdades; todas las paradojas pueden ser reconciliadas.»

Al reconocer este Principio y comprender que todo son  simplemente grados de la misma cosa, incluyendo el blanco y el negro, es posible cambiar las vibraciones en nuestra propia mente y en la mente de otros, y  hacerlo a voluntad, porque todo son polos de una misma cosa y ello se traduce en  el trabajo de  realizar una “alquimia mental”,   para lo que se requiere  dedicar el tiempo y el estudio necesario,  logrando el equilibrio  que solo traerá beneficios a nuestra existencia.

Y es allí dentro de esa dualidad que nos encontramos con dos  clases de “Silencio”, uno que asfixia y ahoga, y otro que oxigena, equilibra y armoniza; dos clases de “Cansancio” uno tedioso y estéril y otro lleno de sentido, rico y fecundo; dos clases de “Soledad”, una que acompaña y destruye y otra  que acompañada edifica, planifica y revive; también tenemos dos clases de “Trabajo”, uno que esclaviza y mutila; pero otro que vivifica, ilumina y libera; dos clases de “Risas” una que ofende y agrede y otra que alegra, entusiasma y reanima; dos clases de “Mirada”, una que desagrada y mutila, otras que logran enaltecer, reconfortar y sublimar; dos clases de “Relaciones” unas que aniquilan y envilecen, otras que logran el milagro de hacer surgir lo mejor de nosotros mismos; en fin….en la vida hay  dos “Clases” de todo o de casi todo, uno de nosotros desde el fondo de nuestros corazones y sabemos que “Clase” de realidad decidimos vivir; por cuanto la vida se nos da una sola vez y para siempre, la vida es “cada día”, “cada instante” y está en nuestras manos la maravillosa posibilidad de elegir la “clase” de vida que queremos vivir, y si la queremos entre “ EL BLANCO Y EL NEGRO”….

Naguanagua – Estado Carabobo – Venezuela