Imaginemos que estamos en el cine o en el sitio preferido del hogar o viendo tranquilamente desde la computadora o del celular una película. Alrededor los problemas habituales entre las disputas de aquellos que nuestros problemas son circunstancias del poder político, pero para ustedes y para mí significa trabajo, comida, educación y seguridad, lo que se traduce en la cotidianidad como la tranquilidad más o menos aceptada; así como también las suplicas a una entidad superior al hombre relacionada con la religión que profesamos por las causas que no están en manos de los seres racionales, sino en las manos precisamente de Dios.
El trama de esta película no trata de un fenómeno natural, de esos donde la raza humana no tiene salvación o de la llegada de seres extraterrestre o de una guerra terrorífica y de repente nos quedamos al frente de la pantalla y vemos con asombro que los protagonistas de la películas son él, ella, tu, nosotros, o sea todos sin fronteras por la ubicación geográfica, entendiendo esto como la sociedad global que en realidad somos, sin caracterizaciones de los más poderosos o ricos o menos poderosos y con menos recursos, pero si con una verdad, todos somos iguales.
Al centrar bien en el panorama incierto que vemos en la pantalla la explicación científica es la identificación de un virus llamado Coronavirus o COVID-19, registrado en China, país oriental como epicentro a finales del año pasado 2019, este virus es una afección respiratoria que se propaga de persona a persona, con un alto grado de expansión de contagios identificado en unas investigaciones de brote en Wuhan.
Este llamado Coronavirus, COVID-19, según la comunidad científica y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad infecciosa producida por un nuevo virus que no había sido detectado hasta la fecha, la cual causa una enfermedad respiratoria como la gripe con diversos síntomas que en casos graves puede producir una neumonía.
Tal vez cuando recibimos este mensaje procedente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no imaginamos que el Coronavirus, COVID-19 era letal, convirtiéndose en pandemia por la cual ya se han librado más de 451.419 batallas para salvar a los contagiados y lamentablemente se ha cobrado más de 20.500 vidas, estas cifras provienen de la información suministrada por NEW MUNDO (25/03/2020). Increíble pero cierto, la película se vuelve una realidad estamos amenazados, sin distinción de raza, de grupo social o económico, edad, religión, profesión, linaje o categoría especial, nunca paso por nuestras mentes una amenaza mundial que se le escapó de la mano a los hombres de ciencias.
Es evidente entonces, no es una película es una realidad que debemos lidiar y tratar de superar, llevando en los hombros las consecuencias de una enfermedad que afecta al mundo, para ello se hicieron presentes los líderes políticos mundiales quienes se ven amenazados y arrodillados frente a un enemigo que no es un arma nuclear o armamento bélico, la lucha no es por la hegemonía del poder o dominación económica, no habrá un vencedor y un vencido.
Cada presidente se ha puesto al frente de la situación de su país han formado y aplicado sus estrategias de políticas públicas para hacerle frente a la pandemia y afrontar la sacudida en el orden económico y social, ahora bien estos mismos tienen un doble papel disponer de todos los recursos del país para garantizar a cada pueblo el derecho a la vida sana y seguir representando su rol político, con el fin de mejorar, mantener o aumentar el respaldo popular, ya que tan terrible amenaza para la vida escribirá la historia de las naciones y la historia universal, por lo cual la lucha por la posición relevante también se activó con el virus en ambos escenarios histórico, importante destacar que lo que hoy es presente, mañana será futuro y posteriormente pasado, tal vez nos preguntemos ¿quién será el salvador o el héroe ?.
Pese a la situación que vivimos a causa del Coronavirus, COVID-19 la duda se apodera generando angustia, ésta a su vez funda la incredulidad en la ciencia y en los líderes políticos para resolver lo más rápido posible tan terrible panorama, porque sencillamente no hay garantía que se desmoronen en minutos los sueños que hemos fabricados en años por la pandemia, entonces miramos a la religión que se profesa, se llega a la conclusión que es el apocalipsis o es un castigo divino, así como también se interpretan a los profetas de los desastres.
Esto quiere decir que cuando la ciencia y los líderes políticos no encuentran dentro de sus delicadas funciones la solución verazmente, el avance catastrófico del Coronavirus, COVID-19 es irremediable, pese a la organización de las medidas de prevención y asistencia a los contagiados, aquellos que custodian los principios religiosos toman una decisión individualmente, en conjunción a las directrices científicas y a las políticas públicas, siendo esta pedir encarecidamente la protección de Dios, generando un sentimiento colectivo de fe, momento para rezar y rogar para el resguardo de él, de ella de nosotros, es aquí donde percatamos que somos todos, se enlaza así la interdependencia entre cada uno de aquellos que habitan en los continentes que conforma el globo terráqueo.
El ser humano es el sistema más perfecto creado de acuerdo a la explicación científica o de acuerdo a la explicación religiosa y precisamente quienes tomaron el control de la salvación de la vida fue el hombre, utilizando su mayor potencial que es la racionalidad; lo hicieron por medio del poder político, con la misión de salvar la humanidad del peor enemigo conocido en estos momentos llamado el Coronavirus, COVID-19, es momento de hacer otra pegunta ¿de donde vendrá el alivio de la enfermedad y la paralización de la pandemia?
Definitivamente para erradicar este virus se cree en la ciencia, se cumplen con el acatamiento de las políticas públicas en materia de salud, propuestas gracias al estudio que se han realizado fundamentadas en las disciplinas que abordan la ciencias sociales, adoptadas por los líderes políticos, pero tal vez el punto de unión es la fe, la fe en Dios y es una decisión individual.
En estos momentos de profundo desasosiego donde la amenaza del virus está latente es importante recordar a Louis Pasteur (1880-1895) quien es reconocido en la historia por sus aportes en la química, la bacteriología y la microbiología cuando afirmó, “Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia devuelve a Él” .
Dedicado a: Los Abuelitos, son nuestro pasado. Los Niños, son nuestro futuro. Cabimas-Estado Zulia-Venezuela Domingo, 29 de marzo de 2020
