SIN SECRETOS – NERVIS NAVA – EL CANDIL PEDREGALERO – AÑO II – N° 105.
“La verdadera riqueza de un país no se mide en términos del dinero que sus recursos naturales produzcan, sino en función de la potencialidad laboral, intelectual y moral de sus pobladores. Es por eso que Venezuela sigue siendo rica en sus indicadores económicos, pero miserable en sus habitantes”
Ernesto García Mac Gregor
Con motivo de cumplirse el próximo 23 el segundo Aniversario de haber visto luz pública este portal, “El Candil Pedregalero”, hacemos un homenaje con la edición de un artículo adecuado a su principal fin, misión y objetivo; seleccionando como la “Ética y la Política”, por cuanto son conceptos que marcan la actualidad de Venezuela, siendo la Ética, una virtud, que se encuentra total y absolutamente ausente en el diario convivir a todos los niveles, y lo cual no es gratuito, ni exclusivo de este país, que todo tiene su origen dentro del proceso de evolución de los pueblos latinoamericanos, y que está magistralmente razonado y expuesto en el Libro “Verdades Dolorosas”, ¿Por qué Somos Así? obra del Dr. Ernesto García Mac Gregor; y del cual insertaremos parte del texto del prólogo del mismo, escrito por Roberto Jiménez Maggiolo.
CITA TEXTUAL “….Así, García Mac-Gregor, va abordando las causas de nuestros casi insuperables problemas, agravados por el denominador común de una explosión demográfica, un crecimiento sin planificación alguna, millones de niños abandonados por una paternidad irresponsable, millones de madres adolescentes, solteras, una actitud ilógica y hasta contraria a todo derecho humano, por parte de los atosigados de religiones; todo seguido de servicios públicos deplorables y atracadores, de una inseguridad alarmante y sobre todo aterrándonos la comparación a veces desventajosa con países africanos o asiáticos. Todo esto visto minuciosamente y con inteligencia, en el marco de esta democracia que no es tal. Se refiere igualmente con acierto a la desorientada y falsa izquierda política venezolana y a los cavernícolas de la derecha. Por eso piensa que los que ven otra cosa son “los ciudadanos prófugos de la realidad”, pues desde el fatídico “viernes negro” Venezuela empezó a mostrarse –como lo he dicho en múltiples artículos de prensa- como un país falsificado. La Segunda Parte lleva precisamente por título La Tragedia venezolana que es verdaderamente fecunda en contundentes juicios de valor y en la demostración de la magnitud de la tragedia, arropada o disimulada por las mentiras más descaradas y por una retórica que ya no es admisible a las puertas del próximo siglo. Así en medio de los conflictos y las penas, no deja de aparecer el humor que apacigua el estrés. Se refiere –por ejemplo- a lo escueto que fue Roosevelt al anunciar la entrada de su país en la II guerra mundial, y establece la comparación con lo que sería la declaración de guerra de Venezuela a algún país beligerante. Nuestro orador, mientras termina la larga lista protocolar refiriéndose al excelentísimo Procurador de San Estanislao de Tucupita, ya el enemigo nos habrá invadido y derrotado.
Lo cierto es que este libro “síntesis de una forma de pensar y de ser” es a mi juicio una notable contribución para hacernos reflexionar seriamente sobre nuestro país, su porvenir y naturalmente el destino de las generaciones del mañana. Por eso el autor nos dice: “Este es un libro para pensar, aprender y decidir si morir empobrecidos o triunfar”. No descarta esta segunda posibilidad; es optimista a pesar de la realidad que pinta, pero para ello debemos pensar, debemos retornar a la realidad y no seguir prófugos de ella; debemos alertar a la juventud –que de por sí ya es bastante despierta y conocedora del fracaso de nuestros políticos- para que no cometan los desmanes, los crímenes, los robos y demás atrocidades que, generaciones de hombres que equivocaron el camino por el afán desmedido de lucro….” FIN DE LA CITA
Todo lo que hacemos y decimos está influenciado en parte por los principios de vida que seguimos para decidir lo que está bien y lo que no lo está; así como también a través de la evolución del ser humano, se han ido escribiendo obras dejadas para inspiración, por grandes pensadores y filósofos, como Sócrates, Platón, Confucio, Aristóteles, entre otros, quienes siempre vieron en las leyes morales, la base del desarrollo de las sociedades a todos los niveles, político, social y económico.
Así podemos decir que la peor de todas las tragedias latinoamericanas y en general de todos los países llamados del “tercer mundo”, no es tanto el descalabro permanente habido en sus políticas socioeconómicas, por la falta de ética y moral, sino el hecho de no querer reconocer las verdades que han motivado ese fracaso, y mucho menos aceptar las medidas que pudiesen mitigarlo; simplemente porque en la mayoría de los casos, resultan dolorosas y se prefiere anestesiar al pueblo mediante fábulas hipócritas, haciendo uso indiscriminado de la mentira histórica, de la patriótica, de la social, de la izquierda y sobre todo de la populista, que es la que más daño ha causado.
La buena conciencia es la mejor almohada para dormir
Sócrates
Ya para tiempos ancestrales, Platón tenía como objetivo un sistema político, dentro del cual la justicia tuviera sus pilares fundamentales en la Ética, entendiéndose como tal, que es la ética, la ciencia donde se reflexiona sobre la actitud humana, y donde cada hombre debe alcanzar esa virtud, por cuanto entender sobre estas virtudes es lo que hace actuar y proceder al hombre, dentro de la sabiduría, ya que una persona virtuosa, es una persona sabia.
Quiero enviar a través de estas líneas un agradecimiento a todas las personas que han colaborado con la publicación de sus artículos, manteniendo de esta manera el éxito del Portal, así como también al Sr. Freddy Riera, como Editor y por su dedicación en el desarrollo del mismo todas las semanas, esperemos continuar por un largo tiempo…..!..EXITOS….!!
Nervis Nava
El Texto del Dr. MacGregor al que se hace referencia, no se encuentra disponible a la venta, sin embargo si alguien está interesado en leerlo, puede solicitarlo a mi correo nerviscecilia@hotmail.com, y con gusto se le hace llegar en formato digital. Gracias
Naguanagua – Estado Carabobo – Venezuela
