Hallaca vegetariana

MIRELA QUERO DE TRINCA – EL CANDIL – AÑO III – N° 143.

¡Llegó diciembre!  El grito de alegría infantil retumbaba toda la casa y felices lo repetíamos hasta el cansancio, cuando el almanaque señalaba el primer día del mes más esperado de todo el año. Inicialmente, 6 niñas adornaban el hogar de mis padres, a las que más tarde se unieron dos varones. En total 8 caritas felices formaban la algarabía.

Diciembre no venía solo. Se hacía acompañar de clima más agradable y noches frías, que aprovechábamos para usar sweaters una prenda impensable en el muy cálido estado Falcón. Con diciembre también venía el niño Jesús complaciendo peticiones de regalos y algunos años después, el viejito y muy simpático San Nicolás también se unió a la parranda navideña.

Para nosotros, diciembre era sinónimo de fiestas, en un principio casi exclusivamente familiares, de reencuentro con parientes que vivían en otros sitios, de estreno de ropa y zapatos, de regalos, de villancicos y aguinaldos, de pesebres, de dulces, de aromas y de comidas especiales.

Según mis recuerdos infantiles en mi pueblo natal, Pedregal, la costumbre era que el niño Jesús nos dejaba su regalo sobre las chinelas prolijamente colocadas debajo del chinchorro donde dormíamos.  Más tarde, cuando nos mudamos a la Península de Paraguaná y vivíamos en Punto Fijo y en el Campo Shell, el Divino Niño se puso algo travieso y nos escondía los regalos.

En la venturosa y muy esperada mañana de Navidad, era una gran felicidad para mis padres ver su muchachera corriendo por toda la casa, registrando los rincones donde el travieso hijo de Dios podría habernos escondido el humilde presente y luego nuestra cara de alegría al encontrar un regalo que inteligentemente, el niño había marcado con el nombre de la afortunada destinataria, y, aunque no siempre era el que habíamos pedido en nuestra ”Carta al Nino Jesús”, este pequeño detalle nunca nos perturbó ni opacó la infantil alegría.

La cosa se compuso al mudarnos al Campo Shell, porque a la rutina de tradiciones navideñas se añadieron otras como las misas de madrugada, las patinatas y los desayunos no invitados con el pan y la leche de los vecinos, las gaitas, el arbolito junto al pesebre, la llegada de San Nicolás a los clubes y las grandes fiestas de fin de año con las grandes orquestas caraqueñas y locales.

Al igual que sucedió en gran parte de Venezuela con el paso de campesinos a petroleros, para nuestra familia algunas costumbres cambiaron, pero hay algo que permaneció sacrosantamente inamovible en el área gastronómica y eso fue el menú navideño que giraba en torno a la Hallaca, el pernil, la ensalada de gallina, el pan de jamón, el dulce de lechoza y el Ponche Crema de Eliodoro González P.

Siguiendo la tradicional hospitalidad venezolana, se regalaban o se invitaba a comer las hallacas de cada familia, ocasión en la que también se intercambiaban las recetas de las más sabrosas hallacas; y de verdad, las hallacas de mi mamá eran las más sabrosas.

En diciembre del año pasado, compartimos las recetas de dos grandes maestros conocedores y divulgadores de la gastronomía venezolana: don Armando Scanonne, lamentablemente fallecido recientemente y el profesor Rafael Cartay.

Esta vez, debido a la precariedad de estos tiempos, seguimos en la onda del ahorro y de aprovechar lo poco que tenemos y lo más económico y fácil de conseguir; por ello acudimos nuevamente a la opción vegetariana, que localizamos en el sitio de internet SCRIBD donde nos proponen una receta de hallaca vegetariana ”al estilo de “Lutecia Adam”.  

RECETA: HALLACA VEGETARIANA «al estilo Lutecia Adam» (para 30 hallacas)

Ingredientes para el Guiso:

3 tazas de soya granulada (400 grs).

1 taza de zanahoria rallada

1 taza de cebollín picado en cuadritos

1 taza de pimentones verdes picados en cuadritos

1 taza de pimentones rojos picados en cuadritos

½ taza de ajoporro picado en rueditas

½ taza de aceitunas verdes picadas en cuadritos

¼ taza de aceite onotado

1 kilo de tomates picados o licuados

1 taza de encurtidos lavados y picados

8 ajíes dulces picados en cuadritos

3 cucharadas de alcaparras picaditas

1 rama de cilantro picadito

1 rama de perejil

1 rama de apio españa o celery

1 cucharada de orégano seco

1 cucharadita de comino

2 cabezas de ajo pelados y machacados

4 cucharadas de papelón rallado

½ taza de vino dulce Marsala o Sagrada Familia

1 taza de harina de maíz

Ingredientes para la masa:

1 paquete de harina PAN de maíz amarillo

1 taza de aceite onotado

6 y media a 7 tazas de agua

½ taza de melao de papelón

Ingredientes para el adorno:

1 taza de vainitas cortadas en tiritas finas

1 taza de zanahorias cortadas en cuadritos

1 taza de coliflor picado

1 taza de calabacín picado

1 taza de berenjenas picadas

Maní, almendras o nueces peladas

Aceitunas enteras

Alcaparras

Pasitas

Cebolla cortada en tiras o en aros

Tiras de pimentón rojo y verde

Garbanzos o quinchonchos cocidos (opcional)

Ingredientes para la salsa de tomate:

1 kilo de tomates

1 pimentón rojo pequeño

1 cebolla mediana

½ cabeza de ajo

1 rama de perejil

¼ taza de aceite

1 cucharada de salsa de soya

Sal al gusto.

Para envolver las hallacas:

60 pedazos de hoja de plátano, (apróx. 25 cms de ancho)

Para engrasar las hojas:

1 taza de aceite o más si es necesario.

Procedimiento:

  1. Preparación de la carne de soya: En una olla grande, remojar la soya deshidratada en 8 tazas de agua caliente, 1 cucharadita de comino y otra de pimienta, 3 hojas de laurel, 2 cucharadas de sal y el jugo de 1 limón grande.
  2. Preparación del guiso: Sofreír la cebolla y el ajo en el aceite caliente. Cuando se suavice agregar los pimentones verdes y rojos; luego los tomates y se deja a fuego lento por una hora. Luego se agregan los demás ingredientes y se deja hervir por 20 minutos; se agrega la soya remojada y exprimida y la salsa de soya. Se espolvorea la taza de harina de maíz, removiendo constantemente para que cuaje. Al cuajar se baja del fuego y se deja enfriar.
  3. Preparación de la masa: Disolver la sal y el melao de papelón en las 6-7 tazas de agua. Añadir el aceite onotado alternando con la harina de maíz en forma de lluvia. Dejar reposar unos minutos y amasar muy bien. Hacer 30 bolas que se cubren con paño húmedo.         
  4. Preparación de la Hallaca: Untar con aceite la mitad de las hojas de plátano bien limpias, la otra mitad se reserva para envolver la hallaca. En el centro de la hoja aceitada colocar una bola de masa, estirarla bien dándole forma redonda, colocar una cucharada grande de guiso y un poco de los adornos y por último una cucharada de la salsa de tomate.
  5. Se envuelve la hallaca en dos hojas de plátano y se amarra con pabilo.
  6. Se cocinan en olla grande con agua caliente, salada, por 30 o 45 minutos, dependiendo del tamaño. Cuando termina la cocción se sacan del agua, se dejan escurrir y reposar por 10 minutos y se sirven.

Nota: No se usa tomate crudo porque se descompone. En su lugar, se hace una salsa de tomate, espesa, que se cocina mínimo por 2 horas para eliminar su acidez y se coloca al final, con los adornos de la hallaca.

¡Buen provecho!  ¡Feliz Navidad!

Monterrey. Estado de Nuevo León. México.

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