Por Nervis Nava

Probablemente hayas visto en múltiples ocasiones una escena como la siguiente: Tu padre, tu madre o alguna otra persona que ya supera los 70 años, tomar el control remoto de la televisión y comenzar a estudiarlo con detenimiento; tal vez levantando sus lentes y pasado un lapso de tiempo cuasi infinito, deciden pulsar repetidas veces uno de sus botones en un intento más o menos aleatorio de subir el volumen, cambiar de canal o apagar el televisor; el resultado de este tipo de operación es que puede suceder cualquier cosa.
Recordemos que ellos vienen de un mundo con tecnología “analógica”. Del teléfono alámbrico y eléctrico de disco, y luego al teléfono electrónico de botones.
Pero en el mundo de hoy, totalmente digital, con dispositivos avanzados con pantallas táctiles y totalmente inalámbricos, la cosa se les complica un poco más, ya que estos dispositivos cuentan con una serie de nuevas y multiples funciones muy avanzadas que requieren de un mayor esfuerzo para operarlos adecuadamente.
Junto a ello, también han proliferado numerosas aplicaciones o programas que abarcan casi todas las actividades humanas, tales como juegos, redes sociales, servicios bancarios, bibliotecas, compra y venta de productos y servicios, periódicos, servicios médicos, servicios profesionales, estudios a distancia, programas o sistemas informáticos para todas las actividades productivas, educativas, científicas y sociales, servicios públicos y un largo etcétera.
Estos avances tecnológicos nos conectan con personas e instituciones de todo el mundo. Hoy en día, la INTERNET es considerada un patrimonio de la humanidad. El intercambio comercial, las transacciones bancarias, las comunicaciones personales, la transmisión del conocimiento y la difusión de noticias se han potenciado a una velocidad tan fabulosa, que han permitido a la humanidad un avance gigantesco. Nuestros nietos nacieron en la era digital inalámbrica, y serán los protagonistas de una nueva dimensión para la humanidad.
Es inconcebible un mundo actual y futuro sin estas nuevas tecnologías.
Así que, obligatoriamente esto nos conduce por múltiples razones a entrar en ese mundo cibernético, queramos o no, además por que las viejas tecnologías van cayendo en desuso y obsolescencia hasta desaparecer.
Es por ello, que nosotros los más jóvenes tenemos la tarea de introducir a nuestros mayores en esta nueva era digital, y darles a conocer las plataformas y aplicaciones tecnológicas.
Afortunadamente nuestros mayores tienen la buena disposición de no quedarse atrás, y con unas pocas lecciones, valiéndonos de los iconos, portales o ventanas que identifican rápidamente las aplicaciones que ofrecen la acción que ellos desean realizar (llamadas telefónicas, mensajería de textos, correos electrónicos, consulta de saldo de la pensión, video llamadas, pago de servicios públicos, etc.), podremos enseñarles las ventajas de estos nuevos sistemas de comunicación.
Basta con manejar algunos puntos básicos y se está en camino de lograr una buena comunicación, un manejo fluido de los nuevos dispositivos que ofrece el mercado y mantener una salud mental que permita establecer y disfrutar de buenas relaciones familiares y sociales a través del tiempo, y esto no es tarea complicada, es algo que con buena disposición y entusiasmo puede lograrse.
NaguaNagua-Estado Carabobo-Venezuela
10 de agosto de 2019
