LEONARD BATISTA – EL CANDIL – AÑO V – N° 251.-
La frase pronunciada por Albert Einstein, «la medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar cuando todas las circunstancias cambian», trasciende el campo de la ciencia y se extiende de manera impactante al universo de la gestión empresarial.
Esta afirmación, permeada por una perspectiva liberal que valora la libertad y la responsabilidad individual, resuena como una guía esencial para abordar los desafíos y cambios constantes que enfrentan las organizaciones contemporáneas.
En el contexto de la gestión empresarial, la capacidad de adaptarse a escenarios volátiles y en constante evolución es un diferenciador competitivo que determina el éxito o el fracaso de una empresa. Los empresarios y gerentes entienden que la verdadera inteligencia organizacional radica no solo en seguir planes inflexibles, sino en adoptar una postura flexible que permita la transformación y reestructuración cuando las circunstancias lo requieran.
La libertad, tan apreciada desde una perspectiva liberal, se refleja en la capacidad de las organizaciones para empoderar a sus empleados para que tomen decisiones y actúen de forma autónoma. Grandes nombres de la gerencia, como Richard Branson de Virgin Group y Tony Hsieh de Zappos, han reconocido la importancia de dar a los empleados espacio para innovar y asumir responsabilidades, así como creer en la importancia de que esto fortalezca la agilidad de la empresa frente a los cambios del mercado. Estos líderes no solo han brindado libertad, sino que también han cultivado una cultura de aprendizaje continuo y han permitido que sus equipos se adapten a los nuevos desafíos de manera efectiva.
El concepto de responsabilidad individual es intrínseco a la frase de Einstein y se alinea perfectamente con la filosofía liberal. Los gerentes liberales entienden que el cambio no es solo una tarea de los niveles superiores, sino un esfuerzo que requiere la participación y el compromiso de todos los miembros del equipo. La empresa de tecnología Valve Corporation, conocida por su enfoque organizativo sin jerarquía formal, confía en la responsabilidad individual de los empleados para decidir dónde contribuir mejor y cómo adaptarse a las cambiantes demandas del mercado.
Además, la frase de Einstein evoca el concepto de aprendizaje continuo, uno de los pilares de la gestión liberal. Empresas como Netflix, liderada por Reed Hastings, adoptan esta idea animando a sus empleados a mantenerse actualizados explorando nuevas tecnologías y estrategias para adaptarse a las transformaciones de la industria del entretenimiento.
La perspectiva liberal de la gestión empresarial valora la libertad individual para tomar decisiones, pero también reconoce la necesidad de responsabilidad en la ejecución de esas decisiones. Este enfoque ha sido probado por una serie de empresas exitosas que incorporan estos principios en su cultura. Intel, por ejemplo, bajo el liderazgo de Andy Grove, ha adoptado un enfoque proactivo para el cambio, promoviendo la responsabilidad individual para adaptarse a la industria tecnológica en rápida evolución.
En conclusión, la frase de Einstein acerca de que la medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar ante circunstancias cambiantes resuena profundamente en la gestión empresarial liberal, donde la libertad individual y la responsabilidad se entrelazan para crear organizaciones ágiles y adaptables.
Líderes como Richard Branson, Tony Hsieh, Reed Hastings y Andy Grove encarnan estos principios al capacitar a sus empleados para que acepten el cambio, aprendan continuamente y den forma al futuro de sus empresas.
La inteligencia flexible no es solo una virtud, sino una necesidad imperativa para el éxito sostenible en un mundo en constante cambio.
Leonard Batista
Asociado III del Instituto Líderes del Mañana.