MIRELA QUERO DE TRINCA.- El Candil Pedregalero – Año II – N° 73 – Sábado, 08 de agosto 2020.-
Palco de Invitados: Carmen María Leal Leal de Riera – 1 –
Hoy esta página se viste de fiesta ya que nos visita una insigne pedregalera, Carmen María Leal Leal de Riera, quien fiel a las sanas costumbres de nuestro generoso pueblo, nuestra visitante no viene con las manos vacías. Nos trae de regalo algunas de sus tradicionales recetas de los más representativos y deliciosos condumios que durante muchos años han repetido su presencia en los fogones y mesas familiares falconianas y que gracias a su generosidad publicaremos en esta sección.
Carmencita, “la comadre Carmencita” como la llamaba mi mamá, o “Yeya” como la llaman sus hijos y nietos; nació en Pedregal, hija, nieta y bisnieta de pedregaleros, excepto su abuelo paterno que era un militar nativo de Valencia, estado Carabobo.
Aquel día lunes 12, cuando comenzaba la tercera semana del mes de febrero, un inusual ajetreo agitaba la fresca casona situada en la calle Comercio haciendo esquina con el callejón de doña Ana, hogar de Asunción Leal y Nicolás Leal.
Ese día del año 1934, nacía Carmen María, segunda hija del matrimonio Leal-Leal. “Carmencita” venía a hacer compañía a su hermano mayor Julio César, el muy querido “Negro Leal”, mientras esperaban el nacimiento de Adelis Ramón, tercero y último hijo que nacería un año después.

Transcurrieron diecisiete años y el 20 de diciembre de 1952, coincidencialmente en la misma fecha que mis padres con seis años de anterioridad habían escogido para su boda, la joven Carmencita también celebraba su matrimonio con Leonel Riera, hijo de otra de las apreciadas familias pedregaleras, estableciendo su primer hogar en la misma calle Comercio, cerca del hogar familiar y cerca de la escuela donde el recién casado Leonel trabajaba como maestro y donde nació su primer hijo Julio César.
Todo parecía transcurrir plácidamente en la quietud de los pueblos del interior venezolano, pero por aquellos años cincuenta, el brillante desarrollo petrolero en la cercana península de Paraguaná tentaba a los jóvenes de toda Venezuela, que ansiosos de progreso y crecimiento económico abandonaron sus pueblos natales y desde el Oriente, los Llanos, los Andes y el centro del país acudieron al occidente, a los estados Zulia y Falcón, donde se estaba desarrollando el futuro.
El joven Leonel, ya padre de familia, también escuchó el llamado y al igual que otros pedregaleros como Mino Vargas, Kliver Riera, Ángel Augusto Hernández, los hermanos Latuf, mi tío Aníbal Arévalo y mi papá Miguel Ángel Quero, Leonel también partió a la creciente aldea de Punto Fijo y en poco tiempo le siguieron su esposa Carmen y su hijo Julio César.
Hoy, la niña Carmen María que en 1934 vino a alegrar la vida de su familia, amigos y todos los que la conocemos, tiene 86 años, plenamente disfrutados en unión familiar.
Nació “cuando Gómez” y su vida transcurrió durante todo el acontecer político del siglo XX venezolano; y en la medida que su edad e interés lo permitía y las noticias llegaban a Pedregal, lugar apartado del mundanal ruido citadino, Carmencita fue testigo de varios importantes acontecimientos.
Recién nacida vivió los dos últimos año de gobierno del general Juan Vicente Gómez; aprendió a leer y escribir durante la presidencia del general López Contreras; su infancia terminaba cuando era derrocado el general Medina Angarita; sus primeros años de juventud transcurrieron durante los gobiernos del Trienio, la Junta Revolucionaria de Gobierno y los gobiernos de Rómulo Betancourt y de Rómulo Gallegos; se enteró del asesinato del teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud; se casó en 1952, a pocos días que el coronel Pérez Jiménez tomara el poder; sus hijos crecieron, estudiaron y formaron sus propios hogares durante el período democrático; y en los últimos 20 años le ha tocado sentir los rigores de la decadencia. De manera que Carmencita es fiel testigo de nuestro siglo XX.
En el año 2014, en apoyo al rescate y divulgación de los tradicionales sabores y costumbres familiares, el diario caraqueño El Universal publicó algunas de las recetas venezolanas. La periodista Adriana Gibbs tuvo a su cargo el artículo: “Domingo en familia. Los Riera”; sexto de la serie gastronómica publicada en las páginas 22-25 de la revista dominical Estampas, del 23 de febrero de 2014, del diario El Universal.
Hoy, “Yeya” nos regala su receta de la Chanfaina, el tradicional guiso de vísceras, de hondas raíces ibéricas que con algunas variantes, se consume en toda Latinoamérica y fue uno de mis desayunos en el Pedregal de mi infancia.
RECETA DE LA CHANFAINA
Ingredientes:
1 asadura limpia de chivo, cerdo, cordero o res
Sofrito de cebollas, ajos, pimentones y tomates
Aliños de onoto y comino
Porción de masa de maíz disuelta en agua, para espesar la salsa
Ramita de cilantro.
Ají picante y sal.
Procedimiento:
1) Cocinar en agua salada el bofe, hígado y riñones. Una vez cocidos, se pican en trozos pequeños.
2) Aparte, en aceite onotado, se prepara un sofrito con cebollas, ajos, pimentón, tomates, cilantro, comino, sal y ajíes.
3) Unir las carnes picadas y el sofrito. Dejar cocinar hasta que tome sabor, espesando el guiso con una mezcla bastante líquida de masa de maíz con agua.
4) Servir acompañado de arroz blanco.
¡Buen provecho!

Nota: En la receta que nos ha obsequiado “Yeya”, se utiliza sólo el bofe, hígado y riñones. En otras recetas y de mis recuerdos en casa de Mamachiche, se utilizaba toda la asadura, incluidos los pulmones y también el corazón.
Si alguien tiene una receta diferente, les agradecemos nos la haga llegar. Incluso nos gustaría conocer las costumbres andinas, llaneras y del oriente de Venezuela.
Monterrey – Estado de Nuevo León – México
