De la serie «El derecho del voto en las constituciones de venezuela»

LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE DE 1946-1947  Y  LA DISCUSIÓN Y APROBACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DE  1947

La Asamblea Nacional Constituyente

Como ya había sucedido con anterioridad en Venezuela, en la que la mayoría de los procesos constituyentes se habían convocado para legitimar un nuevo orden político producto de golpes de estado, la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt, también convocaría una asamblea constituyente legitimadora del nuevo orden político instaurado por la revolución de octubre de 1945, en la que se plasmarían las transformaciones políticas, económicas, sociales, agrícolas y educativas impulsadas por Acción Democrática, el partido político que detentaba el poder y que había obtenido una abrumadora mayoría electoral.

En efecto, realizadas en octubre de 1946 las primeras elecciones universales, directas y secretas en las que participó el 92% de la población, resultaron electos 160 diputados, de los cuales 9 mujeres y 4 sacerdotes, que integrarían la Asamblea Nacional Constituyente, la cual quedó constituida por 137 diputados de Acción Democrática, 2 de COPEI, 2 de URD y 2 del PCV, quedando así representadas las distintas tendencias ideológicas y filosóficas que entonces coexistían en Venezuela, desde las basadas en doctrina social de la iglesia católica hasta las de la izquierda democrática y las del marxismo leninismo.

Entre los constituyentistas estaban las figuras más representativas del acontecer político, social y económico de entonces, tales como Rafael Caldera, Lorenzo Fernández, Juan Manuel Siso Martínez, Mercedes Carvajal de Arocha (Lucila Palacios) Gustavo Machado, Juan Bautista Fuenmayor, Augusto Malavé Villalba, Antonio Pinto Salinas, Alberto Ravell, Luis Augusto Dubuc y Vicente Emilio Sojo, lo que prometía debates de altura, quienes bajo la presidencia del reconocido abogado, político y poeta Andrés Eloy Blanco, deberían cumplir la tarea encomendada de dotar a la nación de una Constitución democrática.

La elección de Andrés Eloy Blanco como presidente de la Asamblea, no podía ser más acertada, ya que con su sapiencia jurídica y política, pero sobre todo por su corrección y tacto para dirimir controversias y buen humor para aplacar los ánimos, supo conducir con mucha “mano izquierda” las discusiones entre tan variada congregación.

En homenaje al Libertador Simón Bolívar, se tomó la fecha del martes 17 de diciembre de 1946 para la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, acto que se efectuó en la sede del Palacio Legislativo, con toda la solemnidad y la emoción de un país esperanzado.

En el acto de instalación de la Constituyente, tomaron la palabra Andrés Eloy Blanco, presidente de la Asamblea, Rafael Caldera representante de Copei, la mayor fracción opositora; y Luis Lander como representante de la fracción mayoritaria de Acción Democrática.

En su brillante discurso inaugural, el presidente de la Asamblea, Andrés Eloy Blanco, pronuncia un encendido y auspicioso discurso con el que en nombre de la República, declaraba …solemnemente instalada la Asamblea Constituyente del Pueblo venezolano.

En su intervención el joven diputado Rafael Caldera expresó que COPEI, como grupo político de oposición estaba dispuesto a colaborar en todo lo que fuese necesario y propuso que las discusiones fueran radiodifundidas, para …que el pueblo sepa lo que vamos a decir y hacer en su nombre…que le demos la más hermosa de las lecciones: la lección de hombres que saben discutir, que saben luchar sin insultar ni destruir…

La aceptación de esta proposición fue un acto de pedagogía política ya que por primera vez, el ciudadano común a través de la radio, se enteró de las soluciones que sus representantes proponían para resolver los problemas del país, aunque por otra parte, contribuyó a politizar a la población y a exacerbar las pasiones políticas ya manifestadas durante la campaña electoral.

Por parte de la fracción mayoritaria de AD, habló Luis Lander, quien prometió respeto a la fracción opositora y el propósito de acoger sus ideas y conceptos que fueran en beneficio del país.

Ese mismo día, al recibir a la Comisión de diputados constituyentes que acudieron al Palacio de Miraflores a participar a la Junta Revolucionaria de Gobierno la instalación de la magna Asamblea, el presidente Betancourt expresó su emoción porque:

“ya el régimen gobernante en Venezuela ha entrado cabalmente en una etapa de constitucionalidad. En la mañana de hoy ha desaparecido el gobierno de facto que existía en Venezuela, y la soberanía nacional, expresada a través de los libres comicios del 27 de octubre, tiene su cabal representación en la Asamblea Nacional Constituyente…nos sentimos profundamente satisfechos de que se pueda anunciar a toda Venezuela y a toda la faz del Universo, que ya en nuestro país existe un régimen constitucional”

En efecto, al instalarse el Poder Constituyente, todos los Poderes Públicos del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, se concentraron en la Asamblea, como máxima representación de la Nación.

Al día siguiente, en la sesión del 18 de diciembre, la Asamblea Constituyente, depositaria de la Soberanía Nacional y en quien confluían todos los Poderes Públicos, delegó sus funciones judiciales y ejecutivas, conservando para sí sólo la función legislativa. Para ello, decretó mantener en vigencia el ordenamiento jurídico entonces imperante y autorizó a la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Betancourt, para continuar en el ejercicio de sus funciones hasta tanto se nombrara un gobierno provisional.

Dos días después, a las 10 de la mañana del viernes 20 de diciembre de 1946, los integrantes de la Junta Revolucionaria de Gobierno, acudieron a la sede del Congreso a prestar juramento ante el presidente de la Asamblea Constituyente, Andrés Eloy Blanco.

Quedaba así cumplida la primera decisión de la Constituyente, la de legitimar el nuevo orden establecido a consecuencia de la revolución, que el 18 de octubre del año anterior había derrocado a un presidente constitucional y tomado el poder.

A partir de esta fecha, 20 de diciembre de 1946, la Junta Revolucionaria presidida por Rómulo Betancourt, que durante 14 meses había ejercido de facto las funciones ejecutivas del Estado, gobernó con la legitimidad que le otorgó el mandato de la Asamblea Nacional Constituyente.

Discusión y redacción de la Constitución de 1947

Cumplidas las formalidades de rigor y resueltos varios asuntos urgentes como la elección de la directiva de la Asamblea, la revisión de las credenciales de los diputados, la aprobación del Reglamento de Interior y de Debates, el nombramiento de la comisión que la representaría en los actos del Panteón Nacional en homenaje al Libertador y de la comisión que informaría de su instalación a la Junta Revolucionaria de Gobierno, comenzaron las sesiones ya que los representantes tenían ante sí el grave compromiso, de dotar a la nación de una Constitución democrática.

Atendiendo a la urgencia del encargo, se declaró que el objetivo de la ANC era dictar una Constitución y un Estatuto Electoral …a fin de que la Nación llegue prontamente a la normalidad constitucional”…, y por ello, la ANC se abstendría de discutir otras materias, salvo aquellas urgentes. A tal efecto, se designó una amplia comisión encargada de redactar el proyecto de Constitución, en la que se dio cabida de manera equilibrada, a las diferentes corrientes de opinión de los constituyentes.

Dicha comisión se dividió en subcomisiones a los fines de acelerar el estudio del anteproyecto elaborado por la comisión nombrada un año antes por la Junta Revolucionaria y para redactar el texto final para su discusión en la Asamblea. Como bien apunta el historiador Frank Rodríguez en su tesis de Maestría en Ciencia Política (“Ideologías Políticas en la Asamblea Nacional Constituyente de 1946-1947”. Caracas. Universidad Simón Bolívar, p. 195)

…el proyecto constitucional presentado ante la Asamblea Nacional Constituyente, contenía importantes reformas en materia política, económica y social …en sintonía con los avances políticos y constitucionales de la época …dicho proyecto recoge en buena medida muchos de los planteamientos hechos por los principales partidos en sus respectivos programas políticos como parte de la campaña electoral previa.

A pesar de los expresados propósitos de dedicación exclusiva a la redacción de un texto constitucional, trabajo que se realizaba en las subcomisiones, la Constituyente también debió atender otros asuntos tan diversos como: investigar las denuncias de atropellos y maltratos de los detenidos en El Trocadero; aprobar el ascenso del mayor Mario Ricardo Vargas, miembro de la Junta Revolucionaria, al grado de Teniente Coronel; la repatriación de los restos de monseñor Salvador Montes de Oca, Arzobispo de Valencia fusilado por los nazis en Italia en septiembre de 1944; la solicitud de los “Dominicanos Libres” para que Venezuela demandara de la ONU la investigación de la situación imperante en la República Dominicana y pidiera su expulsión de ese organismo; la aprobación de una ayuda al gobierno de Bolivia para socorrer a los damnificados por  las inundaciones provocadas por las intensas lluvias; la petición del Instituto Latinoamericano de Cooperación Cultural radicado en Haití, sobre la discriminación racial en Estados Unidos y su solicitud de solidaridad de la ANC en su campaña contra el linchamiento; y la aprobación del “Acuerdo de Apoyo al Gobierno Republicano Español en el exilio”, asunto que llevó a encendidas discusiones entre los representantes de AD, COPEI y PCV sobre la democracia, la República española y el anarquismo, el totalitarismo y el comunismo soviético.

Otro de los diversos asuntos que la Asamblea también investigó, fue la denuncia del doctor José “Pepe” Izquierdo, que en la cripta de la familia Bolívar, en la Catedral de Caracas, había aparecido una base de cráneo que presumía podía pertenecer al Libertador, lo que llevó a conformar una Comisión para revisar los restos y producir una serie de informes sobre la autenticidad de los restos de Simón Bolívar que se encuentran en el Panteón Nacional. A consecuencia de ello, la Academia Nacional de la Historia en telegrama dirigido a la Asamblea Constituyente solicitó la construcción de un Mausoleo para albergar los restos del Padre de la Patria.

            Sin embargo, a pesar de los varios y muy disímiles asuntos que a lo largo del año 1947 la distrajeron de su tarea primordial, la Asamblea pudo dedicar seis meses de largas y a veces encendidas sesiones que se prolongaban hasta la madrugada, a la discusión y aprobación de cada uno de los artículos del Anteproyecto elaborado el año anterior por la Comisión Preparatoria y a la redacción de la nueva Constitución.

En la sesión del jueves 30 de enero, se dio comienzo a la lectura, discusión y admisión del Proyecto de Constitución Nacional, ocasión que el presidente de la Asamblea Constituyente, Andrés Eloy Blanco aprovechó para recomendar:

Un documento de semejante dimensión debe ser objeto de la atención profunda por parte de los Representantes del Pueblo, que está aquí, primero y principalmente, para dotar a la Nación de un Estatuto Constitucional. Ha sido costumbre, dolorosamente, en muchos Congresos venezolanos, el de leer documentos de verdadera trascendencia en una forma apresurada, rapidísima, y mientras esa lectura se realizaba… la mayor parte de ella transcurría bajo un palio de periódicos que leían los señores Asambleístas. De manera, pues, que tomando en consideración la excepcional importancia de este documento, lo que él representa para la vida nacional, la Presidencia recomienda a la Secretaría la lectura con calma, y a los señores Asambleístas una atención digna del momento histórico que significa la lectura del Proyecto de Constitución Nacional”.

Leído y admitido el proyecto presentado, desde el 1º de febrero comenzaron los debates en primera discusión de cada artículo hasta su aprobación o eliminación y su redacción definitiva.

Tal como prometía la diversidad de tendencias políticas e ideológicas representadas en los diputados constituyentistas, las sesiones de la Asamblea fueron muy intensas, donde se discutió de lo humano y lo divino, y se enfrentaron las diferentes tendencias políticas, ideológicas y religiosas en ella representadas.

La discusión de varios artículos de la Constitución fueron de especial relevancia en cuanto al tema tratado, la duración de las discusiones, la controversia provocada y la calidad de las intervenciones, tales como el tema de la Federación, la libertad religiosa, la educación, el Estado Docente, el papel de los militares, la propiedad privada, la reforma agraria, la intervención del Estado en la economía, el Patronato eclesiástico y si el nombre de Dios debía aparecer en la Constitución. 

Igualmente fueron significativas las argumentaciones en torno a otros muchos asuntos que no provocaron mayor controversia; y así como muchos artículos fueron arduamente discutidos, otros en cambio, no tuvieron mayores objeciones y prevaleció el consenso; como por ejemplo, el artículo sobre los derechos del niño, la niñez abandonada y el problema del hijo ilegítimo, …el hijo de la mujer soltera, que es la mayoría de los niños de nuestra patria… También se consideró el asunto de la niñez indígena a la que el Estado venezolano debía educar y proteger.

Así entre primeras, segundas y terceras discusiones reglamentarias se llegó al 4 de julio de 1947 cuando en una larga sesión que concluyó en la madrugada del día siguiente, se terminaron de discutir los artículos de la Constitución Nacional. El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Andrés Eloy Blanco, declaró definitivamente aprobado el Proyecto de Constitución de los Estados Unidos de Venezuela, e invitó a la sesión solemne de ese mismo día, 5 de julio para su firma.

Temprano ese día, sábado 5 de julio de 1947, en sesión solemne desde las 8,30 a las 10,30 de la mañana, se procedió a firmar y sancionar la nueva Constitución Nacional, primera carta magna venezolana producto de la libre expresión de la voluntad popular mediante el sufragio universal y una de las más modernas de América Latina.

A las puertas del hemiciclo del Palacio Legislativo se recibió a los integrantes de la Junta Revolucionaria de Gobierno, ya nombrada por la Asamblea como Gobierno Provisional de la República y al Gabinete Ejecutivo y se procedió a la firma.

Luego de un breve y elocuente discurso en el que presentó a la Constitución como el objetivo de la revolución, nacida del sufragio universal y en la que estaban representadas las “cuatro libertades”, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Andrés Eloy Blanco, declaró sancionada la Constitución.

Concluido el acto solemne, se dirigieron al Salón Elíptico, donde el presidente del Gobierno Provisional Rómulo Betancourt, tras un breve discurso estampó el “ejecútese” y refrendado de Ley.

Monterrey-México

Miércoles 15 de enero de 2020