EL CANDIL – AÑO III – N° 140.
El 29 de noviembre de 1929, con la liberación de los estudiantes presos, se dio por finalizada la inquietud estudiantil que había logrado conmover la sociedad venezolana.
La mayoría de los jóvenes que participaron en los sucesos estudiantiles de 1928 y 1929, junto a otros que no participaron en los mismos, regresaron a sus clases en la Universidad, ya que el nuevo presidente, Juan Bautista Pérez (abril 1929-1931), no la había clausurado.
Algunos de los estudiantes liberados comprendieron que, mientras viviera el dictador que les había encarcelado, Venezuela ya no era sitio seguro para ellos y para sus aspiraciones de democratización, así que voluntariamente salieron al exilio. A otros de mayor holgura económica, sus padres les enviaron a estudiar al exterior.
Varios países sirvieron de refugio a los jóvenes exiliados, como: Colombia, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Costa Rica, etc. A la colombiana Barranquilla llegó un grupo entre los que destacaban el presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) Raúl Leoni, Ricardo Montilla y Valmore Rodríguez. Con ellos y con otros exiliados, Rómulo Betancourt, que entonces residía entre Colombia y Costa Rica, mantuvo constante correspondencia en la que intercambiaban opiniones políticas buscando soluciones al problema venezolano.
De estas argumentaciones, consultas y opiniones sobre la política, el país, la forma de liberarlo y de posteriormente organizarlo, emergió una idea que en una de sus estadías en Barranquilla, desde enero hasta junio de 1931, Betancourt redactó como un proyecto aplicable a Venezuela: “El Plan de Barranquilla”, inicialmente firmado por doce de los exiliados residentes en esa ciudad de la costa atlántica colombiana.
Los firmantes iniciales fueron Rómulo Betancourt, Pedro Juliac, Mario Plaza Ponte, P. J. Rodríguez Berroeta, Valmore Rodríguez, Simón Betancourt, Raúl Leoni, Ricardo Montilla, Juan José Palacios, César Camejo, Carlos Peña Uslar y Rafael Ángel Castillo.
Posteriormente, desde diversos sitios se unieron Mariano Picón Salas, Carlos D’Ascoli, Jóvito Villalba, Carlos Irazábal, Gonzalo Carnevali, Alberto Ravell, Germán Herrera Umérez, Hermann Nass, Luis Villalba Villalba, Joaquín Gabaldón Márquez, J. C. Sotillo Picornell, Antonio García, Manuel Felipe Rugeles, Isaac Pardo Soublette, Héctor de León y Francisco Rivas Lázaro; la mayoría estudiantes, pero todos ellos exiliados e integrantes de la resistencia al régimen imperante en Venezuela.
El Plan de Barranquilla consta de dos partes: 1) una introducción de análisis hecha desde la perspectiva marxista, de la situación venezolana, en el que se identifica al país como una economía semi-feudal, donde conviven el caudillismo y el militarismo con la penetración capitalista extranjera aliada a la burguesía criolla; y
2) un “Programa Mínimo” de acción más moderada, reformista que comprendía ocho puntos:
1.- Instauración de un gobierno civil, con exclusión de los militares de los cargos públicos y lucha contra el militarismo;
II.- Libertad de expresión y de pensamiento;
III.- Confiscación de los bienes de Juan Vicente Gómez, sus familiares y servidores, y su inmediata explotación por el pueblo y no por jefes revolucionarios triunfantes;
IV.- Creación de un tribunal de Salud Pública para investigar y castigar los crímenes del despotismo;
V.- Protección de la clase trabajadora de la tiranía capitalista;
VI.- Campaña de desanalfabetización de la clase obrera y campesina, enseñanza técnica, industrial y agrícola; y autonomía universitaria funcional y económica;
VII.- Revisión de las concesiones y contratos celebrados por la nación con el capitalismo nacional y extranjero; nacionalización de las caídas de agua y control estatal o municipal de los servicios públicos;
VIII.- Convocatoria en un plazo no mayor de un año de una Asamblea Constituyente, que elija gobierno provisional, reforme la constitución y revise y expida las leyes necesarias para resolver los problemas políticos, sociales y económicos.
Al final de este “Programa Mínimo” escrito a máquina, y antes de las firmas, está una apostilla final escrita a mano por Betancourt, en la que se lee: ”Los que suscriben este plan se comprometen a luchar por las reivindicaciones en él sustentadas y a ingresar como militantes activos en el partido político que se organizará en el país sobre sus bases”.
Poco tiempo después, los exiliados Raúl Leoni, Ricardo Montilla, Valmore Rodríguez y Rómulo Betancourt, fundaron en Barranquilla un grupo de estudios de la realidad venezolana, la Alianza Revolucionaria de Izquierdas (ARDI), génesis del futuro Partido Democrático Nacional (PDN-1937) y Acción Democrática (AD-1941).
El Programa Mínimo del Plan de Barranquilla, fue cumplido casi en su totalidad, al tomar el poder la Revolución de Octubre e instaurar el período de gobierno llamado Trienio (1945-1948), cuando Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos ejercieron la Presidencia de la República.
Monterrey – Estado de Nuevo León – México.
