VALORES – ÁLVARO RAMÍREZ – EL CANDIL – AÑO III – N° 147.
Recordando un poco mi niñez y las conversaciones con mi progenitora, vienen a la mente algunos recuerdos que me hacen reafirmar temas y comportamientos de nuestros antepasados que no pierden vigencia cuando se trata de analizar un poco los valores que representaban. Recuerdo un término que daba nombre a una institución que ocupaba un lugar muy importante en las comunidades. “LA CAJA DE PREVISION”. En Argentina es muy conocida. En Venezuela era muy reconocida en el siglo pasado, la CAJA DE AHORROS Y PREVISION SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL. En Colombia fue convertida en 1998 por ley, en Empresa Industrial y Comercial del Estado (CAJANAL). Aún existe aunque no conozco la representatividad, confianza y apreciación de valores entre sus afiliados, respecto a la que tenía en el pasado.
No sé por qué, si por su imagen o por la evocación que inmediatamente trae a la mente, la palabra “CAJA”, se utiliza en muchos contextos. El depósito de efectivo, el lugar cerrado conde se maneja el dinero, un elemento de empaque que resguarda, una figura normalmente similar al cubo que normalmente tiene cierta solidez. Con esa variedad ese nombre da lugar a diferentes expresiones interesantes: Entró en caja, hizo sonar la caja, encajó el golpe, sirvió como caja de resonancia. Hace unos años, en los 90, se puso “de moda” una expresión también muy interesante que resumía un concepto de hace bastante tiempo y que casi que pretendió ser una revolución en el mundo de los negocios, dando lugar a seminarios, teorías y expertos: “PIENSE FUERA DE LA CAJA”. Transmitía claramente la necesidad de las empresas y sus individuos, de ser creativos, revolucionarios, innovadores y no pensar en el marco cerrado de una caja constituida por las prácticas tradicionales, el uso y costumbre, creencias o experiencia simplemente repetitiva, sin cuestionarse la vigencia de los métodos y normas vigentes en cualquier proceso o la imposibilidad de solucionar un problema. Era muy importante el cambio, la reingeniería, el estar abierto a las nuevas ideas y evitar la resistencia al cambio.
El concepto detrás de la expresión realmente tiene mucho impacto, asidero, y es ineludiblemente una expresión que condensa una invitación a reflexionar sobre la forma de hacer las cosas, las verdaderas motivaciones para ejecutarlas y explorar con mente abierta la posibilidad de cambiarlas para mejorar. “Liberemos la mente” “Si seguimos haciendo lo mismo seguiremos obteniendo los mismos resultados” “El proceso de selección le da mucho valor a encontrar candidatos que piensen fuera de la caja”. “Revisemos nuestra real misión y visión para enfocar esfuerzos”. Expresiones todas muy conocidas en el mundo de la administración y mejoramiento de los negocios y que transmiten la necesidad de capitalizar esfuerzos alrededor de cómo hacer las cosas mejor para la sostenibilidad de los negocios y aseguramiento del futuro.
EL ver todas las ventajas para la creatividad de los seres humanos que motiva, esa metáfora de “pensar fuera de la caja” no necesariamente debe llevar a pensar que tener en cuenta las circunstancias, el ambiente y las condiciones generales que nos rodean es “pensar dentro de la caja” en forma peyorativa y debe ser desechado. No se trata de proyectar o pensar aquí que las CAJAS de previsión son entidades que están en contra de la innovación y creatividad. No se trata de retar la afirmación buscando ejemplos de situaciones sin solución aparente. Se trata por el contrario de complementarlo haciendo presente cómo, desde hace mucho tiempo y desde antes de acuñar la frase, el ser humano ha comprendido la necesidad de ser creativos, innovar y analizar, especialmente en forma documentada y considerando información y resultados duros, para superar escollos y tratar de hacer la vida mejor cada día y prepararse para el probable futuro.
Extrapolando un poco, la situación de cualquier empresa normalmente la lleva a invertir esfuerzos en prepararse para el futuro, abrir nuevos mercados, explorar nichos y por qué no, también imaginarse, vislumbrar situaciones negativas, y que pudieran destruir el negocio si no se tienen en cuenta y se preparan para la posibilidad que se presenten. Con esto en mente, las empresas definen sus proyectos normalmente asociados a inversiones que se deben ver reflejadas en el presupuesto de destino de sus ingresos, así como previsiones que le permitan enfrentar contratiempos o tempestades que pudieran hacerlas zozobrar. Parte de la capacidad de generar ingresos de toda compañía son dedicados a proyectos capitalizables como aportantes de nuevos o adicionales ingresos futuros. Si no se amplían capacidades, modifican instalaciones, exploran nuevos mercados y productos, difícilmente una empresa es sostenible en el tiempo. Podemos preguntarle a muchas empresas que hoy ya no existen, después de haber sido florecientes y en algunos casos casi que imposibles de asociar con el fracaso. Estoy seguro que por la mente del lector, pasan marcas y organizaciones, en un momento prósperas, que ya no existen.
Esos proyectos de sostenibilidad no solo se refieren a instalaciones físicas. Probablemente el reto mayor de las empresas y así se comprueba día a día, es la inversión que deben hacer, y el cuidado con que deben hacerlo, en su recurso humano. El recurso humano PENSANDO FUERA DE LA CAJA, es lo único que puede darle a las empresas la oportunidad de sostenibilidad en el tiempo a través de la solución a sus problemas, la definición de proyectos de inversión, la apertura de nuevos mercados, y la PREVISION de potenciales problemas que amenacen la supervivencia de la empresa.
Pensando más allá de las empresas, las sociedades en general deben trabajar en su supervivencia, abordando proyectos que promuevan el mejoramiento permanente de sus condiciones de vida, infraestructura, desarrollo de innovaciones tecnológicas, productividad y eficiencia alimentaria. Sin embargo, aspecto muy importante es el relacionado con la formación de sus líderes. Aquellos actores que a todos los niveles logren la suma, la coordinación de esfuerzos y la definición de hojas de ruta, para que con el esfuerzo de todos se logren en el tiempo las metas operativas y las acciones de PREVISION, ante la posibilidad de eventos amenazantes, reflejadas en sus presupuestos que efectivamente reserven parte de esos esfuerzos productivos como sociedad, para invertirlos en mantener y reforzar adecuadamente los pilares de salud, educación y justicia.
Regresando al tema de las CAJAS DE PREVISION, estas fueron concebidas como la forma de capitalizar y administrar los aportes de la sociedad para garantizar en un ambiente de igualdad de derechos y justicia, las condiciones de vida digna y salud a sus miembros llegado el momento de su retiro. En su momento estas instituciones eran las garantes de esa administración de recursos y eran objeto de la confianza de sus aportantes en la habilidad de sus administradores para la inversión del capital en actividades productivas que garantizaran la rentabilidad para hacer posible las pensiones y salud, así como en la pulcritud del manejo de los recursos.
A nivel general este mecanismo de aportes durante la etapa productiva, como concepto es adecuado en la medida que los aportantes sean en número suficiente como para generar un esquema sostenible. Además, el monto de los aportes también debe ser cónsono con la rentabilidad de inversiones potenciales. En otras palabras, que se mantenga el nivel de confianza en el sistema. Si estas condiciones no se cumplen, difícilmente el esquema como tal es sostenible y requerirá un apoyo cada vez mayor de los esfuerzos del resto de la sociedad en forma de “subsidios” administrados por el estado, hasta llegar a hacerse insostenible comparado con la necesidad de inversión del estado en otros proyectos, los costos de operación normal del aparato productivo y la imposibilidad de hacer cada vez mas alta la carga impositiva.
Los indicadores de afiliación a los planes de retiro en Colombia por lo menos, no muestran un porcentaje alto de aportantes. De alrededor de 24 millones de afiliados, solo se encuentran activos aprox. 10 millones según cifras referenciadas del cierre de 2020, en la presentación del Proyecto de Acto Legislativo 32-21 de marzo de 2021
La realidad es que la responsabilidad individual, por un plan de retiro que cubra las necesidades de vida y salud no puede soslayarse. Cada quien debe asumir la necesidad de hacer su previsión para cuando llegue la etapa no productiva de la vida si no quiere depender del subsidio del resto de la sociedad. Una cuenta muy simple puede dar una idea del esfuerzo que pudiera requerir una persona para tratar de garantizarse la cobertura de sus necesidades en esa etapa. Si Ud. decide empezar a invertir en su retiro, en otras palabras hacer “SU PREVISION” a partir de los 40 años, trabajar hasta los 65 y espera vivir hasta los 80 años, debe generar ingresos que le permitan vivir 40 años produciendo solo durante 25. Pareciera que Ud, debe pensar bastante fuera de la caja, ser innovador, creativo y encontrar dentro del marco legal vigente, inversiones que le permitan una rentabilidad alta de capital si desea mantener sin subsidios de sus congéneres, su nivel de vida igual en la etapa productiva que en la improductiva, cuando las necesidades de salud son por lo general más demandantes.
Induzcamos a nuestros descendientes a hacerse responsables por las decisiones tomadas dentro de su libre albedrio y respeto por los derechos de los demás. Induzcámoslos a “PENSAR FUERA DE LA CAJA”. A hacerse cada vez más productivo, eficiente y exitoso, en la construcción de la familia que decida libremente formar. Induzcámoslos también a pensar en la conveniencia de capitalizar, invertir en la creación de su propia CAJA DE PREVISION, a lo largo de su vida productiva. A empezar a hacerlo desde etapas tempranas y disciplinadamente durante los aprox. 40 años de vida productiva, independiente de las presiones sociales, el consumismo y la publicidad y considerando las realidades del paso del tiempo, para tener los últimos 20 años de necesidades cubiertos. Induzcámoslos a revisar permanentemente su perfil de dedicación de esfuerzos. Cuánto dedican a gastos y cuanto a inversión capitalizable para su futuro?
Invitémoslos a “PENSAR FUERA DE LA CAJA” PERO INVIRTIENDO EN LA PREVISION.
BOGOTÁ – COLOMBIA