JULIO CÉSAR ARREAZA – EL CANDIL – AÑO V – N° 244.-
Rumbo norte venezolano plantea llevar la luz de la democracia a disipar la densa tiniebla que envuelve al ecosistema criminal. Combatir desde nuestras acciones, personales y asociativas, la desesperanza y la resignación.
Conscientes de que no contamos ni con un gramo de institucionalidad, tenemos un país atrapado en la desgracia. Vivimos una situación de posguerra, luego de sufrir una cruenta guerra asimétrica.
En 1998 nos encontrábamos en el piso 2, luego de 25 años de chavismo nos desbarrancamos al sótano 20, la mejoría cacareada, con propaganda, no es otra cosa que hemos apenas subido al sótano 19.
El socialismo salvaje superó las recetas del demonizado Fondo Monetario Internacional, con el entierro del salario, pensiones, empleos, créditos y calidad de vida.
Destruir esa maraña es complicado, lo conducente es ponerle, metafóricamente, una bomba a esa manera de actuar, jamás permitir la normalización indigna que socaba el talante venezolano y el ser nacional.
Hay que reconstruir urgentemente a Venezuela, bajo sólidos pilares republicanos y conductas honestas que propicien trabajo productivo.
La orden delincuencial “salgan y rebúsquense” fue el puntillazo para llevar los niveles de corrupción al paroxismo en las instancias nacionales, regionales y municipales.
Maduro se deslegitimó con las elecciones, a todas luces fraudulentas de 2018, ahora se ha profundizado con años de hambre y miseria.
Sin democracia no habrá desarrollo, inversión, educación de calidad y mucho menos prosperidad.
Lo anterior me sirve de prolegómeno para responder a una actitud de una joven con respecto a las luchas desplegadas, particularmente los cruentos años 2014 y 2017. Ella decidió ponerse en off del tema político, dedicarse a su actividad privada y disfrutar de los nuevos emprendimientos recreativos rodeados de relativa seguridad y así transcurrir su vida. Señala el repunte de la actividad petrolera con las inversiones de las empresas extranjeras.
Ahora resulta que quienes acabaron y sepultaron la otrora industria productiva de petróleo, con la guinda del robo de 21.000 millones de dólares del exvicepresidente de la república de origen sirio, que hoy desconocemos su paradero, gozarían de cierto reconocimiento. Los chavistas rompieron con las asociaciones estratégicas y las expropiaron, por su falso nacionalismo. Ahora las llaman y les conceden todas las prerrogativas para que se cobren los montos derivados de la confiscación y lo que quede se lo pasen a ellos, para permanecer en el poder.
Lo que a la joven de mi comentario ve como algo bueno, no lo es.
La primaria del 2023 decidió el liderazgo emergente que sustituirá a la ignominia que nos gobierna. Mucho trabajo, desde comienzo de año, para lograr con magno esfuerzo que la luz de la democracia disipe la tiniebla del totalitarismo.
¡Libertad para Javier Tarazona, los policías metropolitanos y los hermanos Guevara! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!
Julio César Arreaza
Abogado, ex secretario del Consejo de Ministros. Se desempeñó en el área Legal y de Asuntos públicos de la antigua PDVSA. Actualmente preside el Consejo Consultivo del Centro Popular de Formación Ciudadana.