Por Nervis Nava

¿Qué es llevar una Vida Sencilla?

Tenemos mucho que aprender en la vida, pero primeramente debemos aprender a vivir.

Cuando la vida es sencilla, nuestra conciencia de Dios es algo tan indispensable como el aire que respiramos.

La Fuente divina es el origen de la vida y de sus muchas experiencias. La vida sencilla es una vida de oración, más escuchar y esperar, que hablar y pedir.

Buscamos el reino al buscar una conciencia de Dios, ya que sabemos que en esta fuente de vida yace la respuesta de cualquier necesidad humana. Podemos pensar en la oración como una cita entre Dios y nosotros.

Dios, por supuesto, nos conoce bien, más nosotros sabemos poco acerca de nuestro creador. Hay momentos en los que hablamos al orar, pero no debemos hacer que nuestro momento de oración sea una letanía de lo que está ocurriendo en nuestro mundo, Dios conoce lo que está aconteciendo.  Una amistad no puede desarrollarse si solamente una persona es la que habla y constantemente está pidiendo algo.

“Las relaciones personales más significativas nacen, cuando escuchamos”

Cuando estamos sufriendo o tenemos miedo o nos sentimos preocupados por un ser querido, se nos hace difícil escuchar y esperar. Cuando esperamos y escuchamos, la mente divaga. Ese es el momento para hablar. No para decirle a un Dios omnisciente acerca de nuestra situación, sino para afirmar nuestra fe en el Todopoderoso y dócilmente regresar nuestra atención a Dios.

La vida es demasiado misteriosa e inclusiva, los métodos mundanos no pueden ofrecernos la felicidad. Cuando conocer a Dios se convierte en nuestra meta y oración, podemos dejar ir y dejar que Dios sea Dios en nuestras vidas. Estamos disponibles para Dios. Podemos estar seguros de que cuando nuestra conciencia de Dios se manifieste en nuestro mundo, nos bendecirá y bendecirá a las personas a nuestro alrededor.

La vida sencilla es una vida de Amor.

Esta vida de Amor es complicada cuando pensamos que no tenemos Amor y que hemos de recibirlo de otra persona. Olvidamos la verdad de que Dios es Amor y que hemos sido creados a Su imagen y semejanza. El Amor es nuestra naturaleza, y para experimentarlo debemos permitir que el esplendor aprisionado irradie desde nosotros. Por ello es que Jesús nos instó a amarnos unos a otros. Nadie encuentra el amor buscándolo en otra persona. Hacerlo sólo complica la vida. Simplificamos nuestra vida cuando estamos más dispuestos a expresar Amor que a recibirlo.

Nos sentimos muy bien cuando alguien nos dice que nos ama, sin embargo, este amor no se compara con la experiencia del Amor Incondicional. Observa a un niño abriendo un regalo el día de Navidad y verás gran gozo y emoción; sin embargo, observa al mismo niño atentamente cuando un adulto está abriendo un regalo que este niño preparó, puedes ver cómo el amor que proviene del corazón de Dios en él, se le escapa por los ojos.

El conferencista español Emilio Carrillo, resume en siete sencillos pasos, lo que es llevar una “Vida Sencilla”:

1. Darle valor a lo que no tiene precio y quitarle valor a lo que tiene precio
2. Vivir en el Aquí y en el Ahora.
3. Vivir en una auténtica libertad, o sea, vivir sin miedo; reconocer los miedos, aceptarlos y transformarlos
4. Optar por el Silencio
5. Mantener la mente en Quietud
6. Tener Confianza, que TODO como está es perfecto, que todo fluye, refluye y confluye en la Perfección de lo que ES.
7. Rendirnos y Vivir……Viviendo en la confianza de que la Vida ES lo que ES….

Naguanagua-Estado Carabobo-Venezuela

26 de octubre de 2019