ENFOQUE LIBERAL – EL CANDIL – AÑO IV – N° 163.

La mejora de la calidad de vida de los pobres solo se puede lograr por medio de mayores índices de empleabilidad, lo cual es consecuencia de una economía libre, sin un estado interventor en asuntos que no le competen y en donde únicamente termina por entorpecer las labores.

La redistribución forzada y arbitraria de la riqueza meramente perenniza la situación del pobre acostumbrándolo a recibir el producto del trabajo de otros sin hacer mayor esfuerzo, al tiempo que desincentiva a quienes invierten y trabajan al ver cómo aquellos que solo se dedican a exigir parte de su dinero terminan por lograr su cometido con la ayuda de un estado paternalista generador de ciudadanos serviles y dependientes.

Quien exige a aquellos que forjaron su riqueza a través de su trabajo, a que la entreguen a los pobres, y constantemente los maldicen por el hecho de ser ricos, y, por el contrario, nunca tiene esa actitud contra los políticos corruptos con enormes fortunas producto del saqueo a las arcas del estado, es tan solo un ser colmado de envidia y resentimiento que quiere vivir como parte de dicha casta política.

Y aunque su narrativa siempre vaya acerca de «ayudar a los pobres combatiendo a los millonarios avaros y codiciosos», serán los primeros en hacerse ricos generando mayor pobreza, tal cual ha sucedido en cualquier lugar en donde, por medio de populismo y demagogia, hayan llegado al poder.

NOTA DEL EDITOR: Contenido publicado originalmente en la página «Enfoque Liberal» en la plataforma de Facebook, y compartido con «El Candil» con autorización de su administrador.