NERVIS NAVA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 175.-
La “Vejez” es un proceso de vida inevitable, y aun cuando está siendo ampliamente debatido por los descubrimientos en Biología y Medicina Cuántica, que dicen poder disminuir el avance del envejecimiento, y quizás hasta revertirlo, todo ello es solo teoría, ya que en la práctica no han podido demostrarlo, hecho notorio al observar y comparar imágenes de quienes plantean la teoría de hace veinte años y su condición física actual; se puede concluir que el ser humano dispone de medios y hace los intentos para ello, pero al día de hoy no ha podido ser demostrado que se pueda detener ese proceso y que el deterioro de los años es inevitable a pesar de los esfuerzos, porque la naturaleza es implacable en ello.
“Saber envejecer es la mayor de las sabidurías y uno de los más difíciles capítulos del arte de vivir”
Enrique Federico Amiel
Enfrentarse a la vejez, perder la vitalidad de la juventud y ver como se disminuyen las capacidades físicas, es algo que no es fácil, siendo de hecho donde la mayoría de las personas entran en momentos de crisis existencial y depresión, debido a muchos aspectos relacionados con la “vejez”. Parte de ello es porque emocionalmente no se hace una preparación previa y así evitar caer en crisis, aspecto muy importante si se analiza todo lo que se enfrentará con la “vejez”, como, por ejemplo, se presenta una situación de soledad, nacerá una necesidad de tener actividades, amistades y familia con quienes mantener el sentido de “utilidad”, la madurez y la capacidad de crear y aprender siendo esto clave, y todo ello es esencial para no vivir la “vejez” con dolor emocional.
A menudo se lee que la vejez no existe, que la edad es solo un número, son solo frases, porque la “Vejez” si existe, y es tan cierta su existencia, que ni quienes enuncian y promocionan ciertas teorías, han podido evitarla, y han envejecido no pudiendo demostrar lo contrario; y hasta los médicos cuando una persona sobre los 50 años, va a consulta optan por decir, no se preocupe, son situaciones propias de la edad; ahora bien, donde radica la diferencia entre el deterioro físico y el envejecer, es la actitud que una persona puede mantener con el pasar de los años.
“Los seres humanos no dejan de jugar porque envejecen; envejecen porque dejan de jugar”
Oliver Wendell Holmes
Al enfrentarnos al tema de la “vejez” , bien sea propia o alguien muy cercano, se debe considerar la posibilidad de una enfermedad y cómo enfrentarla, para trabajar aspectos que van desapareciendo junto a la juventud, porque es innegable el hecho de que la capacidad física va disminuyendo, y la capacidad mental también hace su trabajo, y es donde radica la mayor importancia de tomar acciones, para mantener más allá de las formas, más allá de un cuerpo que envejece, una actitud positiva al observarnos al espejo, y ver que nuestro espíritu permanece y es allí cuando le hemos ganado al tiempo, es cuando la “vejez”, será una estancia pasajera, para la cual te has preparado, por si contamos con la fortuna de llegar a ella, disfrutarla en Paz con salud y armonía, porque definitivamente envejecer es una cuestión de actitud.
Todos los seres humanos aspiramos a vivir por largo tiempo, sin embargo, es innegable el temor a la vejez, ya que ello implica o está asociada a enfermedad, deterioro, soledad y muerte. Entonces surge la incógnita de, podemos prepararnos para envejecer? La vida de cada ser depende de sus propios pensamiento y deseos, y nada llega por la suerte o la casualidad; llegar a esa etapa de la vida, depende de lo que cada cual haya hecho para conseguirlo.
Es cierto que no todos llegaremos a viejos, pero ante esa incertidumbre, es conveniente comenzar desde temprano con ciertas medidas y disciplinas que llegado el momento, nos proporcionen una buena calidad de vida, ya que en la “vejez” no son solo las neuronas las que se deterioran , sino algo más importante como son las relaciones sociales; y es en esta etapa donde los “adultos mayores” son apartados de los lugares, de amores, de amistades, de su cotidianidad, y es esa pérdida la que puede enturbiar los días generando malestares emocionales, más allá del deterioro físico.
“Hay que tratar de llegar a viejo lo más joven posible; porque para la ancianidad hay que prepararse desde la juventud”
Conchita C. de Finizola
Así podríamos decir que llegar a la “vejez” en un buen estado físico y mental es una de las cosas que más preocupa de nuestro bienestar; al fin y al cabo, ¿de qué sirve cuidarse si no es para vivir más y mejor? Pero hay algo que a todos en alguna oportunidad nos hace reflexionar: y es que no cabe duda que en ocasiones la vejez pareciera ser injusta; en algún momento todos hemos conocido a personas que han fumado y bebido hasta su último suspiro y han vivido hasta los 90 años sin mayores contratiempos, y otras que han tenido una vida más saludable y no han llegado a cumplir los 70; pero una cosa es clara: diga lo que diga la genética, hay comportamientos y actitudes que ayudan a vivir más, y sobre todo, a tener una vejez más activa, saludable y feliz.
Estamos sumidos en un estado de agitación y complicaciones que no dejan espacio para aquietarse y reflexionar sobre el rumbo a tomar. La publicidad, el mercadeo, la globalización, bombardean diariamente con una información hacia las “actitudes” que debemos asumir para mantenernos jóvenes, de cómo mantener la figura física, de ejercicios, de cirugías para estirar la piel y evitar las arrugas, aun cuando lo más importante es asumir una actitud que nos permita mantener el ALMA sin arrugas; es allí cuando una actitud optimista será el complemento imprescindible para que nuestro cerebro sea un generador de creatividad en lugar de un pozo de lamentos.
Generalmente los patrones de conductas y actitudes están marcados por las “creencias” que son pensamientos y conclusiones generados por la información recibida o de experiencias vividas. Las creencias pueden ser conscientes o inconscientes y son una parte esencial de la personalidad; pudiendo estar asociadas a valores, actitudes, emociones y comportamientos; y aunque no estemos conscientes de su influencia en nosotros, la realidad es que así como las creencias inciden en nuestras acciones, percepciones, comportamientos y hasta en la biología de nuestro cuerpo, nuestra actitud es igualmente factor importantes para mantener nuestra sanidad y coherencia con el transcurrir de los años.
¡HASTA UNA NUEVA OPORTUNIDAD!
“Nunca lamentes que te estás haciendo viejo, porque a muchos les ha sido negado este privilegio”
Proverbio Irlandés
Nunca te detengas
Siempre ten presente... La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años… Pero lo importante no cambia, tu fuerza y tu convicción no tienen edad. Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío. Mientras estés viva, siéntete viva. Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas… Sigue, aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. Pero ¡¡¡ nunca te detengas !!!... Madre Teresa de Calcuta
Muy buena tu reflexion sobre la vejez ! Felicitaciones….!
Gracias…..
Buenas noches. La vejez es una bendición de Dios. Excelente articulo Felicitaciones cuñaita.
Gracias ?