Liderazgo – según Henry Kissinger

FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO VI – N° 265.-


Hoy presentaré una reseña sobre un libro que Henry Kissinger dedicó al tema del liderazgo. No desde la perspectiva del ámbito empresarial o industrial, sino desde la política y estrategia que asumieron seis líderes de estados naciones, cuyas decisiones y resultados cambiaron al mundo.

El libro al cual me refiero se llama “Liderazgo: Seis estudios sobre estrategia mundial”.

Recordemos que el autor de este libro fue Asesor de Seguridad Nacional y  Secretario de Estado, de los Estados Unidos de América durante la administración de Richard Nixon a partir del año 1969 y además fue galardonado con el premio Nobel de la paz en 1973.

Afirma el autor de que “hay una tendencia a invisibilizar el accionar humano en el devenir de la historia, El Reino Unido posiblemente no habría enfrentado el embate del nazismo sin Churchill, Mandela fue invaluable en la lucha contra el Apartheid y la independencia pacífica de la India no habría sido concebible sin Gandhi a la cabeza”.

Los verdaderos líderes

Kissinger señala que los verdaderos líderes políticos son figuras atípicas. Los políticos comunes esperan a gestionar a las crisis luego de que estas tengan lugar, cuando cuentan con más información sobre los hechos, pero también cuando ya pasó el momento para tomar decisiones significativas. Los verdaderos líderes, en cambio, son aquellos que tienen la visión para prever qué pasará y cuál será el curso de acción correcto, y actúan en ese delicado momento donde la información es escasa, pero cuando se pueden alcanzar los mayores logros.

Dos tipos de lideres políticos

El autor destaca que hay dos tipos de líderes a través de la historia: los estadistas y los profetas.

Cito “Los estadistas son aquellos que encauzan los cambios a los que se enfrenta la sociedad que lideran. Si bien no necesariamente son quienes desatan la marea del cambio, saben remontar su ola, navegando las aguas con destreza y cuidado, atemperando las cosmovisiones a menudo conflictivas y disonantes en la sociedad. Ellos entienden las limitaciones del entorno en el cual se encuentran insertos y se plantean un proyecto que pueda sobrevivir a las adversidades. Su foco está puesto en la superación de las transiciones y las épocas turbulentas y en la perduración del país que encabezan”.

Los profetas, por otro lado, son los originadores del cambio. A menudo revolucionarios, son aquellos que portan el estandarte de una transformación radical del orden o sociedad que los engendró. A diferencia de los estadistas, no buscan mantener el precario balance del statu quo, sino que procuran acabar con el statu quo de raíz y dirigir a su país a una nueva era”

Lo interesante de estos dos tipos de liderazgo que propone Kissinger es que no son incompatibles per se y, a menudo, los grandes líderes de la historia han alternado entre una y otra modalidad. En parte engendrando cambios, en parte encauzándolos con sabiduría y viceversa.

El libro trata precisamente sobre figuras como las descritas anteriormente: individuos que se animaron a dar su impronta y su viraje al entorno en el que se encontraban y que cambiaron, con su conducción, la trayectoria de su país.

Los protagonistas

Kissinger centra su análisis en seis figuras: el canciller alemán Konrad Adenauer, el presidente francés Charles de Gaulle, el presidente egipcio Anwar al-Sadat, el presidente estadounidense Richard Nixon, el presidente de Singapur Lee Kuan Yew y la primera ministra británica, Margaret Thatcher.

Konrad Adenauer tuvo que enfrentar la ardua tarea de encabezar una Alemania recientemente restaurada a la personería jurídica y reinsertarla como una nación legítima y ecuménica en un mundo que todavía la veía como un paria internacional.

De Gaulle no sólo tuvo que lidiar con los oscuros años de la guerra y el exilio, sino por añadidura con la crisis que postró a la Cuarta República francesa y llevó a la Constitución que dio a luz la Quinta República.

Nixon tuvo que enfrentar una desescalada histórica al dar marcha atrás al involucramiento estadounidense en Vietnam y luego encaminó su país a una reconciliación histórica con la China de Mao.

Sadat tomó las riendas de Egipto tras la muerte de Nasser, tuvo todavía que lidiar con los efectos de la debacle de la Guerra de los Seis Días y terminó logrando la restitución del Sinaí y un acuerdo de paz con Israel.

Lee Kuan Yew tuvo que encabezar los primeros pasos de Singapur como nación independiente luego de que se quebrase el proyecto de unión con Malasia, le dio una identidad nacional a la ciudad-Estado y la convirtió en una potencia económica en su región.

Y Thatcher tuvo que presidir sobre la reconfiguración del Imperio Británico, enfrentando los desafíos de la Guerra de las Malvinas/Falkland, la cuestión de Hong Kong y los atentados del IRA, a la vez que encauzaba a su país hacia una reforma económica.

A través de estos seis casos, tomados de figuras del siglo XX, expone las condiciones de quienes lograron moldear su entorno nacional e internacional superando condiciones adversas.

Según Kissinger, todos ellos comparten el hecho de haber transcendido las circunstancias que heredaron, tras lo cual lograron llevar a sus sociedades a las fronteras de lo posible.

Puntos en común

A la hora de buscar más puntos en común, estaría el origen de estos líderes en clases medias y su paso por instituciones educativas de calidad que permitieron sacar lo mejor de ellos, las mismas que hoy escasean. Situación que, en parte, explica la crisis de liderazgo actual.

En lo específico, Kissinger identifica cinco características compartidas por todos.

  1. Agudo sentido de la realidad y una visión poderosa.
  2. Capacidad de actuar de forma decisiva en asuntos de importancia nacional en condiciones que parecen poco favorables.
  3. La importancia que le dieron a la soledad, como espacio personal para reflexionar antes de adoptar decisiones mayores.
  4. Todos fueron divisivos. Si bien buscaban que las personas los siguieran, asumieron que la controversia sería inevitable si querían hacer transformaciones.
  5. “Para ellos, el privilegio de la ciudadanía implicaba la responsabilidad de ejemplificar las virtudes particulares de sus propias naciones. Servir a la gente y encarnar las mejores tradiciones de su sociedad fue un gran honor”, sostiene el autor sobre Adenauer, De Gaulle, Nixon, Sadat, Lee y Thatcher.

Para quienes estén interesados en leer este libro, disponemos de una versión del mismo en formato PDF, el cual pueden solicitar a la administración de El Candil a través de nuestro correo electrónico admin@elcandilp.com


Freddy Riera

Economista venezolano en el exilio. Consultor e instructor en logística de abastecimiento y cadena de suministros. Editor de El Candil.


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