Por Nervis Nava
“Pero la Sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”
Santiago 3:17
¡Cuaresma!
El pasado miércoles 26.02 dio inicio el tiempo de cuaresma, temporada de reflexión y renovación, de dejar ir y descubrir nuevas bendiciones.
La cuaresma es un tiempo de preparación para la resurrección y la transformación espiritual; prepararnos para algo muy especial, algo que solo uno puede invitar a la vida; tenemos un llamado divino para llegar más alto, para ir hacia aquello que nos fortalezca el alma, y disponemos de la sabiduría y fortaleza para seguir esa guía en pos de una verdadera transformación espiritual.
Tomar parte de la cuaresma es la meta suprema que tenemos en estos días para dejar atrás lo viejo, aceptar, celebrar y regocijarnos en lo nuevo; a ser una nueva persona, a dejar ir ideas y maneras antiguas aceptándonos como lo que realmente somos: “Creaciones únicas y amadas por Dios”.
Este tiempo es para hacer un viaje espiritual de transformación; es así como la cuaresma se convierte en la temporada perfecta para dejar ir y reflexionar acerca de lo que significa ser una creación de Dios, a reconocer que tenemos un papel único que desempeñar, para lo que debemos estar receptivos a la guía Divina y que nuestra vida pueda ser transformada.
“Si no puede pasar de mi esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad”
Mateo 26:42
Del mismo modo que la naturaleza en esta temporada, espera despertar a la primavera, nosotros esperamos el despertar espiritual; y será algo que marque una pauta en nuestra vida, ayudándonos a avanzar en nuestro camino, siempre con la certeza que somos bien guiados.
El cambio es una parte natural de la vida, algunos son pequeños, sin embargo, otros son acontecimientos que nos traen cambios radicales y se requiere mayor fortaleza, es cuando debemos reconocer que la Divina Providencia nos provee de todos los recursos que necesitamos para resolver las circunstancias que tenemos delante y de esta manera, cada cambio con un corazón abierto y una actitud positiva y llena de fe, avanzaremos en el camino.
El tiempo de cuaresma es una oportunidad sagrada de purificar el pensamiento; de saber que no siempre se puede controlar las experiencias que se presentan, pero que a través del pensamiento se puede encontrar fortaleza, valor y poder, al elegir la actitud respecto a cada situación y responder de forma positiva; y siendo la vida como es, un conjunto de elecciones que enriquecen el espíritu, mente y cuerpo; aceptar el llamado para buscar nuevos horizontes o hacer cambios sencillos en la rutina se requiere de valor y determinación, y la mejor forma es estar dispuestos a dejar atrás las cosas que ya no nos sirven, apoyados en la fe, y dando gracias en todo momento por los tesoros –grandes y pequeño- que llenan nuestra vida cada día.
“Venga nosotros tu reino. Hágase tu voluntad”
Mateo: 6:10
EL PLAN DE DIOS Oh, Dios, He visto el poder y la intención de un retoño de helecho en una grieta de cemento. ¿Cómo entonces podría dudar de tu plan de bien para mí? Porque envueltos en mí, Tu propósito y poder son ordenados y destinados ¡a crecer y a florecer! Dorothy Pierson
Naguanagua-Estado Carabobo-Venezuela
Sábado-07 de marzo de 2020
