FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 168.
La gran farsa populista
Los pueblos latinoamericanos creen que han vivido en democracia, después que las dictaduras de derecha abandonaron el poder. Al menos en Venezuela, así lo creíamos, a partir de 1958, año cuando El dictador Marcos Pérez Jimenez abandona el poder.
Todos los latinoamericanos, incluyendo los venezolanos, pasamos el trago amargo de las dictaduras militares de derecha. Después que esas dictaduras militares abandonaron el poder, un novedoso proceso de «democratización» se dio inicio.
Nunca, el pueblo venezolano, supo cómo es una democracia. Doscientos años de caudillismo criollo fueron más que suficientes para que el gen del servilismo mutara en la sangre, y en la psique de cada venezolano.
Resulta que ese proceso de cambio, de una dictadura, a una “democracia”, no se desarrolló guiado de la mano de verdaderos “republicanos”, ni mucho menos de “liberales”. Pues, resulta que ese proceso lo desarrollaron los comunistas. Los mismos desterrados de la doctrina Monroe. Así que los “mapas mentales” de quienes diseñaron la organización del nuevo estado democrático, tenían sus cabezas atapuzadas de teoría marxista. Les brotaba por todos sus poros la tinta roja del comunismo soviético.
El sistema electoral fue cambiado completamente. Las ordenanzas municipales de urbanismo fueron eliminadas. Si antes estaba prohibido el partido comunista, ahora, en la democracia renca se permitía la participación de una ideología contraria a la libertad, al capital, y a la propiedad privada. Muy poquitos hombres tuvieron la visión de advertir sobre esta perniciosa contradicción, ya que se abría una rendija legal para la penetración roja.
Lo curioso de esta nueva democracia es que todos los partidos políticos tenían como líderes a alguien que en el pasado reciente había militado en las filas de alguna corriente marxista leninista, y además, por si eso fuera poco, los nuevos partidos políticos formarían concierto en una coalición internacional llamada “La internacional socialista”.
Toda la estructura del nuevo estado democrático, las organizaciones partidistas, las instituciones policiales, ministeriales, educacionales, y las nuevas organizaciones sindicales fueron creadas siguiendo al calco el esquema comunista, el cual se caracteriza por ser totalmente centralizado. Esa es la idea que por décadas nosotros asimilamos como democracia; creímos que esa forma de elegir presidente, senadores, diputados, gobernadores, jefes civiles, ministros, embajadores y reinas de carnaval era democracia; Creimos que elegir a ese gentío, con una sola tarjeta, era democracia. Creimos que seleccionar a un partido político, como ganador, era democracia. Se elegía un partido, no se elegían persona. Hoy día, más y más personas caen en cuenta que aquella «democracia», no era tal, y que no había nada más lejos de lo que en verdad debería ser.
A pesar de la incuantificable riqueza financiera que recibió el estado «democrático» venezolano, interventor, y centralista; a pesar de esa enorme fortuna, ni uno solo de los servicios que prestaba ese estado, servía para algo.
El malestar social se fue acumulando año tras año, y la gente culpaba a la «democracia», culpaba a aquello que le habían vendido como democracia, culpaban al capitalismo, y a los Estados Unidos del fracaso de los 40 años de democracia. La mayoría no lo sabía, y en realidad, lo que estaban rechazando, era al populismo disfrazado, al socialismo encubierto.
Eso explica porque mucha gente busca alternativas en el socialismo; En realidad, y sin saberlo, van por el mismo camino; no se dan cuenta, ya que vienen adoctrinados por la farsa del populismo.
Ese giro a la izquierda en Latinoamérica, como expresión de rechazo al statu quo, es como andar de nuevo por la misma senda; es más de lo mismo, o quizá mucho peor.
Estas en lo cierto en cuanto a Latinoamérica. Pero el mismo rumbo esta tomando USA y Canada que ha sido atrapados por unos gobernantes liberales-socialistas. Las nuevas generaciones que abran los ojos porque de tanto jugar con sus telefonitos y los video juegos no miran que sus politicos tramposos los conducen hacia el esclavismo que se vive en China, Corea del Norte y Rusia .
Muy preocupante eso que mencionas Enzo. La penetracion ideológica comunista es estos dos países es una amenaza para el futuro de la democracia y del mundo libre.