Mi caudillo preferido

ÁLARO RAMÍREZ – EL CANDIL – AÑO VI – N° 269.-


Estamos viviendo estas semanas, movimientos en algunos países, representativos creo yo, de los esquemas y estilos de gobierno latinoamericano y su aparente funcionalidad. Es bueno decir que no solo en Latinoamérica se presentan los comportamientos que pretendemos ver con ojos analíticos dentro de nuestras capacidades.

Mirando un poco la historia de América, es importante destacar cómo, su proceso de “Independencia” fue el resultado de conflictos armados en cada uno de los países. Se conoce que el periodo de conquista también se caracterizó por el sometimiento a la fuerza de los nativos. A su vez las diferentes agrupaciones nativas también han dejado registro histórico de sus métodos de interacción. En todos los casos, nativos, conquistadores y conquistados, eran liderados y representados formalmente por guerreros orientados a imponer su voluntad para, pretendidamente, vivir mejor como comunidades: obtener más riquezas, más tierra, más capacidad de producir, lograr mayor capacidad de combate al servicio de un líder máximo al cual se le declara lealtad, precisamente por su capacidad de imponer su voluntad y someter por la fuerza, a “otros”, diferentes a quienes lo admiran y apoyan.

Quienes escriben la historia, desde la posición de “ganadores”, normalmente celebran eventos específicos, bélicos, como la muestra irresistible de éxito para las sociedades.

Las ciudades se llenan de estatuas de “héroes” admirados, las calles reflejan sus nombres, los ejércitos exhiben sus estandartes y el pueblo mantiene viva su apreciación por quienes siguen como sus CAUDILLOS aún después de su desaparición física, a través de quienes interpretan como los herederos de sus capacidades. Sus familiares directos o asignados a dedo por El.

Su traducción al inglés es “Leader” y al Frances es “Chef”

Explorando un poco en el fenómeno y en el contenido del término CAUDILLO, se puede ver que proviene del latín capitellus o “cabeza pequeña o cabecilla”. Su definición según la RAE es: “Jefe absoluto de un grupo armado o dictador político, generalmente militar”

Es interesante ver cómo, al menos en Español, en Latinoamérica el concepto de CAUDILLO se construyó alrededor del carisma de un individuo que se reconocía como capaz de lograr que un grupo de seguidores obedecieran sus órdenes relacionadas con su visión personal de solución a problemas que afectaban a la comunidad. Normalmente no era, desde sus comienzos, el personaje que construía una visión con la participación y el aporte de otras visiones. Era el jefe que ordenaba y lograba mediante sus órdenes, éxitos basados en el sometimiento de quienes pudieran en un momento pensar en forma diferente, basados en su capacidad, normalmente militar para imponer esa visión personal.

El caudillo surgía en los países recientemente liberados y con una débil institucionalidad, la cual por cierto se hacía más débil, hasta claudicar, ante las imposiciones del carismático personaje. Su éxito en gran medida se basaba además del poder normalmente militar, en el sentimiento de poder que despertaba entre sus seguidores obedientes, más que en el análisis racional de sus propuestas y comportamiento.

¿Estará hoy renovándose la apreciación y aceptación del caudillismo?  Tratemos de marcar algunos síntomas que pudieran estar haciéndose presentes en forma evidente: (Ud. le pone nombre a los países donde crea percibir cada síntoma)

.- Uno de los primeros síntomas es el logro de la polarización de las sociedades alrededor de los planteamientos del aspirante a caudillo.

.- La definición y catalogación de buenos y malos, amigos o enemigos según la obediencia y reconocimiento a la palabra del jefe.

.- Condena a los “Impíos” que no creen y expresan fervientemente su sumisión al caudillo

.- Ataque sistemático a las instituciones por parte del caudillo para tratar de someterlas y colocarlas a su servicio, o desacreditarlas.

  .-Desconfianza popular en las instituciones como cuerpos deliberantes. Se ven como grupos que atacan a su jefe para tratar de coartar su poder benefactor.

.- Los seguidores sienten que bajo la dirección y poder de su jefe pueden cambiar cualquier norma que les incomode.

.- Amenazas permanentes de utilizar seguidores como armas para amedrentar.

.- La aparente creencia  popular que solo de la mano del caudillo se puede lograr la real democracia.

.- Cualquier discrepancia con el deseo del jefe es considerado un atentado o complot contra la democracia.

Los anteriores son solo algunos síntomas de los que pudieran evaluarse con los asociados al caudillismo.

En mi opinión, el aspecto más importante después de detectar los síntomas en la región, es el juicio que hagan las sociedades a su presencia o a la intención de darle vigencia, a pesar del peligro que le puedan representar para su futuro.

Parece peligroso disminuir el peso de factores como el valor del análisis objetivo de resultados y estadísticas, o darle la espalda al conocimiento y al valor de la investigación, y el valor de la suma y coordinación de esfuerzos para lograr reglas de convivencia y funcionamiento, que aumenten las posibilidades de crecimiento como sociedad.

Pareciera que peligrosamente se esta llegando a una aceptación y tendencia a la normalización del caudillismo, como una forma aceptable de mejorar las condiciones de vida de las sociedades. En esa posible valoración y aceptación, creo que ocupa un valor importante la obtención de resultados aparentemente buenos a corto plazo, pero no sostenibles a futuro.

Tratando de aterrizar estas apreciaciones, que por cierto también pudieran ser juzgadas como opiniones o sentimientos solamente, parece útil el establecer un símil con el funcionamiento de la base de cualquier sociedad, la familia, o el funcionamiento de cualquier organización con o sin ánimo de lucro.

Ninguna organización puede sobrevivir solo produciendo lo que necesita rutinariamente para cubrir sus necesidades en un ambiente que es cambiante. En otras palabras, se debe producir con el esfuerzo disponible, lo necesario para sobrevivir el presente, pero también, para hacer previsiones para asegurar un futuro. En cualquier empresa es la relación entre presupuesto y gastos operacionales e inversión.

No es posible, con la ausencia de análisis, despreciando el conocimiento, la experiencia y el esfuerzo sistemático, y sin reglas claras conocidas y observadas por todos los actores envueltos, esperar que se pueda tener una empresa viable en el tiempo.

El mayor peligro del caudillismo es que aún con los síntomas presentados se pretenda, que solo con el deseo, sentimiento y apreciación del caudillo, se logre hacer una sociedad sostenible.

La inversión para garantizarse a futuro, es la única posibilidad de tener algún respaldo para enfrentar el mundo cambiante permanente. La disciplina, mas que las reacciones viscerales y emotivas es lo que garantiza que los esfuerzos se mantengan en forma sistemática, den sus frutos. Se requiere más que el caudillismo emocional, el entendimiento por todos los actores, dirigentes y dirigidos, que el cumplimiento de las normas establecidas para alcanzar los objetivos, es la vía para sostenerse y que los atajos son el camino más fácil para permanecer en desventaja frente al resto del mundo.

El aprecio por el caudillo como el gran solucionador, repartidor, benefactor, sabio e infalible no es una buena apuesta. Probablemente lo fue en su momento. Hoy con los avances innegables producto del esfuerzo coordinado de las sociedades, no podemos correr el riesgo de perder generaciones enteras en aras de seguir espejismos y cantos de sirena.

Empecemos por el núcleo de la sociedad, la familia. No perdamos la oportunidad de transmitir a nuestros descendientes, el valor de la constancia, el aprendizaje, el respeto a los demás y el riesgo de tomar atajos y desconocer el camino andado por los predecesores y sus logros. 



Álvaro Ramírez

Ingeniero Industrial con entrenamiento en USA, England, Holland, UCLA, Penn State y Michigan.  Gerente de logística de bienes y servicios operaciones y proyectos en Shell de Venezuela, Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), Petroquímica de Venezuela, S.A. (PEQUIVEN), BARIVEN, y Canadian Oíl Company de Colombia. SEO PROCURAMOS, proyectos, consultoría y asesoramiento internacional.  


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