EL CANDIL – AÑO III – N° 137.

Prólogo por Albani Cordero

Hay una verdad que es más grande que todas las verdades juntas que hayas podido conocer en tu vida: eres un hijo amado de Dios. Conocer esa verdad te da libertad. No eres mejor ni peor que otros… Eres verdad… igualdad… humildad. “…y conocerán la verdad y la verdad los hará libres” Juan 8, 32. Dios es tu aliado, te ama, te acompaña y te bendice… siempre.

Lucas 14, 1.7-11.

“Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola: “Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”. Palabra del Señor. Gloría a ti, Señor Jesús.

Reflexión por Ricardo Bulmez

Parangonando a Sancho Panza, te cuento… Un gobernador fue invitado a cenar por una familia distinguida de su comunidad. Los anfitriones habían preparado todo con esmero para tan importante convidado. Cuando éste llegó no se sentó en el sitio preparado, sino en otra “asiento cualquiera”. El dueño de la casa, señalándole la silla en el lugar exclusivo, le dijo. “Señor Gobernador, el puesto de honor es aquí”. A lo que el mandatario respondió: “El puesto de honor y principal está en donde yo me ponga, no en donde se ponga la silla”.

Las palabras de Jesús, que animan a abstenerse de buscar el primer puesto, no son simplemente palabras de urbanidad o comportamiento social. Más bien, son una regla de vida. Es el Dios Padre el que da a cada uno la dignidad y el honor, no somos nosotros los que presumimos de nuestros propios méritos. El que se reconoce pecador y humilde, será exaltado por Dios. El que, por el contrario, pretende que se le reconozcan sus méritos y busca los primeros puestos, arriesga el participar del banquete de la vida… (Cfr. Lc. 14, 8-9). Hablando a los jefes de Israel, Jesús muestra cuál es el poder que edifica las relaciones del reino: “El que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido” (Lc. 14, 11).

En el evangelio de hoy aprendí… No te creas más que nadie, porque no lo eres; baja, baja más… baja… ¡Ey!, pero no bajes mucho, porque “te creerás menos” y esto es peor que “creerse más que los demás”. Tampoco te creas menos, porque no es así. Por eso, ¡sube!…

    – ¿Pa’dónde?

    – ¡Pa’rriba!… ¡Boquiabierta!… ¿Pa’dónde más se sube?

    – Es que me da pena…

    – Éste es tu problema: la timidez.

Sube, sube más… ¡sube!… pero no subas mucho, porque si lo haces “te creerás más que los demás” y esto es peor que “creerse menos”. Y así, después de esta lucha, de oxigenar tu alma vas a llegar a ser como un “niño”. Es verdad, Cristo no dice que seamos “niños” sino “como niños”. ¡Qué bonito es ser simplemente un humano! Una persona como las demás. No es Yo>Tú, ni Yo<Tú… Es… Yo=Ti. Este signo “=”, es humano y divino.

Pensamiento del día… Jesús, de cada una de sus vivencias, nos deja su mensaje. Y algunos pedazos de vida de otros, los imaginó suyos. Se hizo sembrador y pescador…trató y comió con fariseos, habló con prostitutas y descubrió sus almas verdaderas. Y de ellas dijo a los que aparentan ser más: “… las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de los cielos”, Mateo 21, 31.

Tarea para la casa… Examínate y descubre en qué te consideras más y en qué menos que los demás. Recuerda que todavía no ha nacido un hombre más grande que tú ni más pequeño… ¡Más alto y más bajito… ¡Sí! Medita y divulga lo siguiente inspirado en el Quijote: “¡Sancho!… Sábete que nadie es más ni menos que otro sino que hace más que otro”, pero… no es más.

Padre Ricardo Bulmez. rbulmez@gmail.com

Los Teques – Municipio Miranda – Venezuela