I Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía, y no volver el rostro para verte pasar. Puedo apretar mis labios un día y otro día... y no puedo olvidar.
II Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente, casi aburridamente, sobre un tema vulgar. Puedo decir tu nombre con voz indiferente... y no puedo olvidar.
III Puedo estar a tu lado como si no estuviera, y encontrarte cien veces, así como al azar... Puedo verte con otro, sin suspirar siquiera, y no puedo olvidar.
IV Ya ves: Tú no sospechas este secreto amargo, más amargo y profundo que el secreto del mar... Porque puedo dejarte de amar y sin embargo... ¡no te puedo olvidar!
Autor: José Ángel Buesa
Maracaibo-Estado Zulia-Venezuela
Sábado, 11 de abril 2020
