EL ARTE DE COMBINAR EL SI CON EL NO – RICARDO BULMEZ – EL CANDIL – AÑO III – N° 117.
Prólogo: Albani Cordero.
No se trata de podar o limpiar las ramas del árbol, sino de ir hacia el origen, al inicio en donde comenzó el incendio o la serenidad. Los hombres vemos las acciones, Dios ve las intenciones. Él es tu aliado, te ama, te acompaña y te bendice… siempre.
Mateo 5, 17-19. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos”.
Reflexión por Ricardo Bulmez
Dice Jesús que una tilde, ni un acento de la Ley dejará de ser vigente. En la época de Mateo había varias tendencias entre los primeros cristianos. Unos pensaban que no era necesario observar las leyes religiosas, pues es la fe en Jesús la que nos salva (Rm. 3, 21-26).
La disciplina en sí no hace bellas personas, es apenas un punto importante en el entramado del desarrollo humano. El legalismo, cumplir por cumplir, es simplemente un punto ¿Qué valor puede tener un punto? Más cuantía tiene “un punto y coma”. No seas un esclavo disciplinado.
Saber llegar puntualmente a la empresa no siempre es favorable, si sólo es para anotar tu llegada. Lo importante es, cómo es la calidad de tu trabajo. Enseña a tu hijo a que se comprometa con principios que dan vida, no con los caprichos de los demás.
Que sepa abandonar las ideas, cuando ya no son favorables para la vida; que ame el cambio más que la rigidez; que aprenda que el humor, la risa y la alegría están más cerca de la excelencia que las ansias perfeccionistas. Que la inflexibilidad y la pretensión de ser un modelo para seguir están muy lejos de la bondad, porque el 100% de los humanos no somos tales.
Que tu hijo estime más un “me equivoqué” que un “¡cumplí!”. Porque siempre fallará en todo y en algo acertará. Que tome las cosas en serio, pero no tanto. Que cuando le propinen un “¡Te odio!”, no lo tome tan literal. En cambio, cuando alguien le diga “Te amo intensamente” … tampoco lo tome tan en serio. Porque la vida es zigzagueante, para así poder ver paisajes nuevos, aunque adoloridos. Escuché un cuento en el mejor canal de comunicación, que los opresores no podrán cerrar: las voces de las calles. A un país democrático llegó un barco procedente de otro dictatorial. Apenas atracó, un perro saltó al muelle y comenzó a correr despavorido. Los perros democráticos que estaban en el puerto lo siguieron. Preguntaron al canino visitante si venía del país dictatorial; si los canes en esa dictadura tenían viviendas y si se sentían bien. El perro esclavo, sin dejar de correr, a todas estas preguntas respondía lacónicamente: “¡Sí!”.
-¡Vrrrggg…ción! -exclamó admirado uno de los perros demócratas-. Si tú estabas tan bien allá, ¿por qué saliste de ese país?
-Es que yo quería ladrar y allá no permiten -concluyó el perro esclavo.
Animal que no ladre no es perro, es un cuadrúpedo cualquiera. Porque el único ser vivo que puede ladrar es él. Es más, si el perro no existiera no conoceríamos el ladrido. Este animal no se distingue porque come, ni porque corre sino porque ladra, aúlla y gruñe. El hombre libre no se distingue porque tiene un gobierno que expropia las empresas, ni porque no satisface las necesidades comunes. El libre se diferencia de todos los animales porque tiene un alma libre, pensamientos propios y es dueño de su propio destino. No esclavo de un gobierno… ni de nadie.
En el evangelio de hoy aprendí… La libertad son todos aquellos pensamientos y acciones salpicados de equivocaciones y certezas, pero llenos de buenas intenciones. La libertad de expresión no está en que puedas decir de todo, sino en no tener miedo de opinar, aunque te equivoques, porque tienes libertad de pensamiento. La diferencia que existe entre una dictadura y una democracia es: en la primera el ciudadano le teme al gobierno. Y en la democracia es el gobierno quien le teme y respeta al pueblo.
Pensamiento del día…
Si el hombre no existiera no conoceríamos la libertad, la alegría, la poesía… ¡No conoceríamos a Dios! Hay que ir a misa y respetar los semáforos.
Ricardo Bulmez
Tarea para la casa… Hoy, realiza el acto de conciencia de amar tu cuerpo, las relaciones humanas más próximas a ti y las cosas materiales que tienes y utilizas. Ama, ama, ama… Y cuando te canses de amar, porque el amor también cansa, como todo… La vida es sinuosa. Entonces, cuando te canses de amar… Continúa amando. Llega a la meta cansado… pero llega.
